Un empujón es poco Imprimir
Escrito por Ángel Pérez Soler / Copresidente MINH   
Viernes, 02 de Marzo de 2018 11:56

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“Cabe aclarar que el papel del periodismo y por tanto del periodista en la sociedad, es el de crear conciencia sobre las diferentes situaciones que acontecen en pro de generar una mejor calidad de vida, así como advertir a la sociedad acerca de las posibles consecuencias que ciertas acciones pueden acarrear, a la vez que ha de procurar comunicar todas aquellas acciones que tienden hacia el bien común de las personas y del mundo.” –Fernando W. Burgos (Presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Caracas)

 

En los pasados días el cantante Rene Pérez, mejor conocido como Residente fue objeto de una disputa pública al tener un altercado con un camarógrafo de WAPA, específicamente del programa de chismes Lo sé todo. Al artista se le acusó de agredir al fotoperiodista, quien a todas luces insistía en  hacer preguntas que el propio Rene Pérez le decía que no serían contestadas. Todos fuimos testigos de cómo Residente en más de una ocasión le dejó claro al reportero que su vida personal no serviría de  mercancía y mucho menos de propaganda para su programa. La insistencia del reportero llevó a que Pérez reaccionara en su defensa, haciendo lo que cualquiera hubiese hecho al sentirse hostigado.  Rápido los directivos del canal y la producción del programa condenaron al cantante diciendo que su acción violentaba la libertad de prensa, como si Lo sé todo fuera un programa de noticias.

Un empujón es poco. En un país donde la orden del día es la violación de derechos humanos, el sometimiento de la población a la pobreza y el maltrato a los ciudadanos, estos canales comerciales destinan todos sus recursos a poner en las horas donde todos los puertorriqueños llegan a sus casas, programas que abonan nada al desarrollo necesario del país. Peor aún, obligan a la población a ser partícipes de la vida privada de los artistas y personalidades del país, como si en sus vidas personales estuviera la solución a los tan graves problemas que vive nuestra sociedad. Añada que mientras este incidente sucedía, en los tribunales del país se continuaba el proceso contra siete estudiantes, cuyo delito fue defender la educación universitaria pública, esa que se ve en jaque ante el plan de un recorte mayor a $800 millones de dólares en los próximos 5 años. Recorte empujado por una Junta de Control Fiscal impuesta por el Congreso de Estados Unidos. Congreso que ha sido enfático en que no guarda ningún interés en resolver el centenario problema de nuestra situación colonial. Congreso que resguarda nuestra soberanía, soberanía que en este momento serviría de herramienta para la tan ansiada búsqueda de la calidad de vida para los ciudadanos puertorriqueños.

Como si Lo sé todo fuera lo único, el país tiene que aguantar que los medios de comunicación tengan de analista político a Jorge de Castro Font. Exlegislador corrupto que pasó años en la cárcel por ser acusado de 21 cargos de corrupción y quien enfrentaba 95 cargos de extorsión, perjurio, soborno y violaciones a las leyes electoral, de ética gubernamental y contra el crimen organizado y lavado de dinero. O pero aún, que parte de la plantilla de analistas del programa de la competencia, Dando candela utilice de recurso experto en temas de seguridad al corrupto de Alejo Maldonado. Para quienes lo olvidan, Maldonado fue acusado de secuestrar personas y de dirigir una banda de policías corruptos.

El martirio no termina ahí, es que las grandes cadenas de medios nos siguen obligando a escuchar a supuestos analistas que su único interés es lucrarse o que en su vida como funcionarios han fracasado. Tomemos el caso de Radio Isla 1320 AM, quienes de 8:00am a 9:00am tienen como analista al exgobernador Aníbal Acevedo Vilá. Acevedo Vilá es tal vez uno de los peores administradores que ha tenido nuestro país. Bajo su mandato se dio el único cierre de gobierno, aumentó el costo de matrícula en la Universidad de Puerto Rico, aumentó la deuda pública en 15,959 millones de dólares y fue acusado por  cargos de conspiración, falsos testimonios, fraude en transferencia de fondos, fraude a programas federales y violaciones a las leyes fiscales federales, todas vinculadas a su campaña como aspirante a la gobernación. Si bien es cierto que los tribunales no hallaron causa en su contra, no nos llamemos a engaño, la corrupción es la orden del día para los políticos y sus campañas. Todos sabemos que en el tribunal lo que se necesita es un buen abogado y un pequeño error de investigación para que los cargos se caigan.

Si el radioescucha se decidiera por otra estación se dará con nada más y nada menos que con Carlos Díaz Olivo y Luis Pabón Roca. Es más que conocido que estos dos “eruditos” de la política tienen contratos de alegadas asesorías con municipios y entidades públicas y que su único interés es lucrarse de su posición vendiendo influencias y mercadeando a quienes les confieren sus contratos (PNP y PPD).

Con este triste panorama es que tiene que bregar nuestro país. Un empujón es poco, deberíamos mandarlos al carajo por obligar a la gente a escuchar y ver programas que con su irrelevancia y chabacanería auspician el deterioro del debate público en nuestro País. Máxime en estos tiempos donde la mentira es la orden del día de parte de aquellos que nos gobiernan.