Agregados del Siglo XXI: La propuesta de empleos de Alejandro García Padilla Imprimir
Escrito por Ángel Pérez Soler y Mariolga Juliá Pacheco*   
Martes, 03 de Septiembre de 2013 22:49

prCuando hablas con los abuelos de nuestra generación, algo que recuerdan con cariño de Luis Muñoz Marín fue la entrega de tierras o parcelas de entre una a tres cuerdas de terreno.



Esta estrategia fue utilizada por el Partido Popular Democrático desde 1940, primeras elecciones que dicho Partido copó electoralmente el país. La estrategia consistía en intentar eliminar los grandes monopolios azucareros y poner en práctica la Ley de los 500 acres. Muñoz Marín como Presidente del Senado y el último gobernador estadounidense Tuwell, se ganaron la aceptación de muchos al ceder parcelas que podrían ser pasadas de generación en generación.

Según Ayala y Bernabe, la reforma agraria impulsada por el PPD fue una fallida, ya que nunca alteró la estructura general de las posesiones de tierras . En un estudio realizado en 1977, se descubrió que en ese momento había sobre 100,000 acres en franca violación de la Ley de los 500 acres . No obstante, el efecto de la política de la entrega de parcelas en la mente y sin duda en las condiciones materiales de los puertorriqueños sirvió para opacar la ineficiencia en el gubernamental en disolver el poder de los grandes terratenientes. El hecho que 150,000 familias vivieran de agregados en ese entonces y que para el 1945 14,000 de éstas tuvieran su pequeño trozo de terreno sirvió para mostrar al PPD como un partido sensible al sufrimiento de los más pobres. Estas parcelas no les permitieron a las familias iniciar un proyecto de producción, ya que la competencia con los terratenientes era totalmente desigual. De esta manera, los agricultores seguirían en su carácter de empleador asalariados, sin la presión de ser desalojados en algún momento. Podemos resumir la política agraria del PPD como una de carácter justiciero por trata de romper con la desigualdad, pero siempre velando por la producción en masas, que solo se conseguía con la producción en gran escala. Mientras esto sucedía, avanzaba el objetivo del PPD en desplazar la monoproducción de azúcar, en favor de la industria liviana.  Como parte del proyecto del PPD, la creación de industrias sería el punto de desarrollo para una nueva economía.

Han pasado alrededor de setenta años de esos sucesos, cuando el mismo Partido ha jurado crear 50,000 empleos en pocos meses. Ante la ineficiencia e incapacidad de cumplir con las promesas de campaña, este Partido ha buscado conseguir números en esa dirección, esto a costa del sufrimiento de los desempleados de nuestro país. Es así que el Departamento del Trabajo ha puesto a disposición de algunas empresas estadounidenses nuestra mano de obra. Una de esas empresas lleva el nombre de Elmer’s Chocolate. Elmer’s Chocolate, es una empresa que según ellos:

“While we’re unable to offer customized boxes of chocolates, rest assured that every box of Elmer Chocolate is filled with a perfect blend of assorted chocolates to create that lasting memory.”

Por estos empaques, centenares puertorriqueños han ido hasta Hamilton, Lousiana a trabajar por la falta de empleos dignos en nuestra isla. Es bien conocido, la migración en busca de empleos en Puerto Rico, el problema de ésta migración son las condiciones en las cuales nuestros compueblanos están sometidos por esta compañía.

En los pasados días, una líder comunitaria de Arecibo me contaba que su hijo consiguió trabajo en Estados Unidos, específicamente en la chocolatera. Parte de la tristeza con la que ésta madre contaba el destierro de su hijo, era las condiciones en que él estaba trabajando. Según ella, quien goza de nuestra entera confianza, los trabajadores/as viven en vagones que la compañía tiene cerca de la fábrica. A su vez, los horarios de los empleados son de 2:00pm a 2:00am. Este horario se da por cuatro días consecutivos, teniendo tres días libres. En los días libres, la compañía les llamaba para recogerlos en unas guaguas y trasladarlos únicamente a dos lugares: la cancha y un Walmart. Como si fuera poco, no les pagan horas extra a los empleados. Ante esta situación, hubo una serie de denuncia de parte de los trabajadores allí empleados, cosa que llegó hasta el Departamento del Trabajo. A su vez, el Departamento del Trabajo hizo algunas gestiones que provocaron la pronta remodelación de los vagones que utilizan como vivienda y una reunión con los puertorriqueños/as que denunciaron el atropello. Parte de la estrategia de la compañía para acallar los alterados trabajadores fue ofrecerles la permanencia sin pasar por el proceso de transición. Otra de las condiciones que estipuló la compañía fue callar la voz de nuestra ya mencionada madre, quien por la ondas radiales del pueblo de Arecibo demandó que se investigara el abuso al cual fueron sometidos los/as puertorriqueños/as que trabajaron para Elmer’s Chocolate.

Mientras los/as puertorriqueños/as que en virtud de conseguir un empleo digno se sometían al trato cruel de una compañía inescrupulosa, el Secretario del Trabajo Vance Thomas hacía alardes de que el desempleo en la isla había bajado y que se habían creado no sé cuántos empleos. Si los empleos “creados” y balbuceados por Thomas son los de Elmer’s Chocolate, empleos que solo crean condiciones indignas, el PPD ha vuelto a nuestra gente setenta años atrás, donde como bien describimos al principio de éste escrito, lo que predominaba era grandes compañías que agregaban a los trabajadores a sus tierras en virtud de su producción y en detrimento de los trabajadores.

Solo queda por decir el Partido Popular Democrático es lo peor.   

*Trabajadores Sociales y Miembros del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano