La Revolución Nacionalista de 1950 y su significado para la juventud puertorriqueña Imprimir
Escrito por José M. y Joselyn M. Santos Valderrama / JH   
Domingo, 22 de Noviembre de 2015 17:22

José M. y Joselyn M. Santos Valderrama / JH

La Juventud Hostosiana (JH), participó activamente en el 1er Festival Histórico-Cultural del MINH del Norte en Arecibo el 21 de noviembre. Mostramos en minhpuertorico.org el mensaje leído en la actividad y un poema escrito por José M. Santos Valderrama, miembro de la JH de Arecibo.

 

 

La Revolución Nacionalista de 1950 y su significado para la juventud puertorriqueña

 

Como parte natural de todo proceso histórico, a cada generación le toca levantar lo que ha sido destruido o continuar el camino realizado por hombres y mujeres valientes que lucharon y luchan por el mejor porvenir de su patria.

Ciertamente, en nuestro país, la juventud puertorriqueña se enfrenta a grandes retos políticos, económicos, sociales y culturales. Esto, bajo las garras de un modelo económico capitalista-neoliberal y colonial que violenta el derecho internacional y no satisface las necesidades básicas de todo ser humano: educación pública y accesible, salud universal, trabajo digno y seguridad.

Si bien es cierto que hay escuelas y universidades, sin ánimos de generalizar; la enseñanza que emana del sistema educativo en nuestro país, constituye un acto alienante y discriminatorio que perpetúa la ignorancia generada por el aparato colonial. Una realidad que explota y oprime a la sociedad puertorriqueña, produciendo grandes ganancias económicas para el capital norteamericano. Mientras tanto, el pueblo puertorriqueño, dividido y subordinado a las cadenas de un colonialismo político y psicológico; continúa pagando la crisis colonial con el deterioro de su calidad de vida.

Ante esta realidad, la juventud puertorriqueña debe tomar conciencia de la importancia de conocer y comprender la verdad de nuestra historia para visibilizar, preservar y emular el legado de aquellos y aquellas valientes que han dado todo por la patria. Ahora bien, a pesar de que a la mayoría de nosotros y nosotras, desde temprana edad, nos enseñan a escribir con la derecha y no cuestionar lo que se nos impone. Hoy, el pasado regresa para preguntarnos cuándo y cómo vamos a escribir con la izquierda.

Por eso, para la juventud puertorriqueña el significado de la Revolución Nacionalista de 1950, está más vivo que nunca y representa la valentía de hombres y mujeres que no titubearon a la hora de ofrendar su vida o su libertad por el derecho a la independencia de Puerto Rico. De moral inquebrantable y una conciencia revolucionaria, estos y estas patriotas son un vivo ejemplo de las convicciones y la capacidad extraordinaria que puede tener un pueblo organizado. Por tal motivo, se nos presenta la oportunidad para reflexionar sobre estos hechos y trascender del discurso y la protesta a la acción concreta mediante la lucha organizada. Desde las luchas comunitarias, las luchas ambientales, los sindicatos y diversos frentes de luchas que tengan como objetivo la construcción de una democracia participativa donde la justicia social dirija el destino de nuestra independencia. Ya es hora de impulsar la emancipación social que con “valor y sacrificio” se ha ido construyendo.

Hoy, como decía el “Maestro” tenemos que defender la patria con las armas del conocimiento, pero para eso es imprescindible recuperar y compartir la historia que ha sido parcializada e invisibilizada. Hoy, tenemos que hablar con valentía de la Revolución Nacionalista de 1950 y sentirnos orgullosos de que este país ha tenido y tiene hijos e hijas que comparten un genuino a amor por la patria.

Hoy, tenemos que tener la voluntad para denunciar todas las injusticias que el Gobierno de Estados Unidos comete y ha cometido en contra del pueblo puertorriqueño.

La indiferencia o el conformismo, no tienen espacio para manifestarse junto a la valentía que debe caracterizar a la juventud puertorriqueña. Indignarse ante la injusticia y la mentira, no es una moda, es un sentimiento legítimo y una necesidad que debe canalizarse de forma permanente mediante acciones articuladas, creativas y coherentes que respondan a la altura del tiempo histórico que embate a nuestra generación.

Debe ser una prioridad, conocer y comprender la historia nacional y latinoamericana para organizar y luchar contra la tiranía de un imperio en decadencia. De modo que, es responsabilidad de todos y todas cuestionar y problematizar una realidad colonial que desmoraliza y lacera la dignidad de nuestra patria.

Por eso, desde diversos espacios de lucha, la juventud debe tomar la participación no como una opción, sino más bien como un deber y bien necesario para proteger, transformar y construir un nuevo país.

Lolita Lebrón decía: "Queremos que todo el mundo sepa que en Puerto Rico las mujeres estamos luchando por nuestros derechos como trabajadoras, por un ambiente sano, por las comunidades pobres, marginadas, por la justicia, por los presos políticos, por el bienestar de la niñez, por la paz, en defensa de la cultura y de todos aquellos derechos que pretenden quitarnos constantemente. Queremos que todo el mundo sepa que las mujeres en Puerto Rico apoyamos, exigimos y estamos luchando por la independencia de Puerto Rico."

Es importante que en la participación de la juventud puertorriqueña se destaque la figura de las mujeres para romper con los estereotipos y dejar la marginación de este sector a un lado.

El deber de hombres y mujeres como puertorriqueños y puertorriqueñas es enfrentarse al colonialismo y eliminar el patriarcado.

No estamos hechas para vivir amarradas a otro ser, no estamos hechas para seguir reglas, no estamos hechas para cumplir con deberes construidos por la sociedad, nosotras las mujeres puertorriqueñas, latinoamericanas y antillanas estamos hechas para luchar por nuestra patria, luchar ante las injusticias, ante la opresión, marginación y desigualdad que nos persigue.

Nosotras estamos aquí para cuestionar, ser independientes y libres de toda mano opresora que piense que tenga algún derecho sobre nuestras vidas. Cito una de las tantas frases de nuestro gran Albizu: "Las puertorriqueñas deben pensar seriamente en la enorme dignidad que tienen en su patria y no imitar costumbres importadas del extranjero. Puerto Rico será libre, soberano e independiente, cuando la mujer puertorriqueña se sienta libre, independiente y soberana."

Así entonces, es necesario que la juventud puertorriqueña se haga partícipe de la historia imborrable que ha quedado marcada en nuestras tierras, es importante dar el valor social y moral a los sacrificios de aquellos y aquellas que han luchado por la libertad de nuestro país. Madres e hijas, es momento de levantarnos y dejar escuchar nuestras voces, debemos participar y visibilizarnos en todas las luchas sociales que existan en nuestro país.

Tenemos que recuperar la memoria histórica de nuestras grandes patriotas, las llamadas hijas de la libertad,  llenándonos de valentía, así como lo hicieron Luisa Capetillo, Lolita Lebrón, Blanca Canales, Isabelita Rosado y Doña Leonides Díaz que no dudaron en defender la dignidad de nuestra patria. A todas aquellas mujeres que nos representan a diario, les agradecemos infinitamente su compromiso, dedicación y sacrificio ante la lucha por la independencia y libertad de nuestro país. Recordemos que  como dijo Doña Leonides, “La libertad no tiene boleta” y en las acciones gritemos con el corazón y la conciencia: ¡Viva Puerto Rico Libre!

Escrito por los hermanos y militantes de la Juventud Hostosiana de Arecibo:
José M. Santos Valderrama y Joselyn M. Santos Valderrama

 

 


 

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“Todos somos Hostos”

Eugenio María de Hostos, gran patriota y escritor de canticos libertarios.
Hermano de la justicia y educador de los oprimidos.
Un ser humano ejemplar y comprometido.
De grandes intenciones y agente de cambio.

Hostos, hombre de gran valentía e ideario internacionalista.
De convicciones nobles y de gran camaradería.
Desterrado de su patria por denunciar la tiranía.
Hombre de carácter y moral intachable.

Hostos, sinónimo de Igualdad, Justicia y Libertad
Defensor de la mujer y reivindicador de la moral
Ciudadano de América que busca la verdad
Por el camino de la autogestión y la solidaridad.

Hoy decimos “Todos Somos Hostos”
Constructor de sueños y ciudadano latinoamericano.
Que viva este puertorriqueño noble y justo
Que dedico su vida a luchar por la libertad del ser humano.

Escrito por: José M. Santos Valderrama, miembro de la Juventud Hostosiana