La juventud puertorriqueña y el pensamiento hostosiano Imprimir
Escrito por José M. Santos Valderrama / Juventud Hostosiana   
Martes, 12 de Enero de 2016 00:30

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Hoy, nos congregamos en esta mañana para celebrar la vida y obra de Eugenio María de Hostos, el sociólogo, el educador, el periodista y el escritor, un puertorriqueño con capacidades extraordinarias, cuyo legado trasciende los parámetros nacionales y se enmarca en una obra libertadora que recorre toda nuestra América y el mundo.

 

 



Sin embargo, es necesario transformar esta celebración en una reflexión crítica que contribuya a una mejor interpretación de las señales de este momento histórico. Igualmente, debemos estar orgullosos y orgullosas de que Hostos, junto a otros y otras patriotas, aún después de su partida física representan una amenaza para la hegemonía del imperio norteamericano en nuestra patria. De ahí que desde nuestro sistema de enseñanza pública, como parte del andamiaje colonial, se contribuya a la invisibilización de la vida y obra de uno de los intelectuales puertorriqueños y latinoamericanos más importantes de nuestra historia.

No empece a estas contradicciones que condicionan la indiferencia y el aislamiento entre diversos sectores del pueblo puertorriqueño, es un estímulo reconocer la existencia de hombres y mujeres valientes que tienen la voluntad, el compromiso y la consistencia de luchar para dar continuidad a esfuerzos que propicien la difusión del pensamiento hostosiano. Por tal motivo, la importancia de Hostos para las presentes y futuras generaciones, radica en que nosotros y nosotras somos los herederos de una lucha centenaria  y por tanto, tenemos la oportunidad de ser los y las continuadores de la construcción de la unidad de “Nuestra América” y la culminación de la agenda inconclusa de Bolívar. Como juventud puertorriqueña, es imprescindible conocer y comprender la obra hostosiana para inspirarnos a luchar por la búsqueda y constitución de medios y acciones creativas que han de llevarnos a la construcción de un nuevo país.  

Hostos, invita a la juventud puertorriqueña a ser valientes y utilizar todos los medios necesarios para cuestionar y denunciar las atrocidades cometidas por la tiranía de un imperio que durante 117 años ha esclavizado a nuestro pueblo. No obstante a eso, la denuncia no puede limitarse al discurso.

Nuestros pensamientos, sentimientos y palabras, deben ser congruentes con acciones consistentes que más allá de conmemoraciones y discursos, sin restarle importancia a la necesidad de estos actos; también puedan crear espacios no tradicionales que permitan la práctica y difusión del pensamiento hostosiano. ¿Cómo podemos construir esos espacios que permitan el desarrollo de un pensamiento crítico más allá de la academia y de las filas organizativas? ¿Cuáles deben ser las bases del desarrollo de una conciencia crítica y política para destruir las cadenas del coloniaje?

Tenemos que ser proactivos y salir a la calle para utilizar todas nuestras fortalezas y las estrategias que deben caracterizar este quehacer transformador y por ende, revolucionario. Nuestra conciencia ha de dirigir el camino bajo un razonamiento crítico y científico, dirigido a deconstruir los mitos que nos oprimen y que obstaculizan el pleno desarrollo humano de nuestro pueblo. Como bien dice Hostos en su obra sobre la Moral Social: “…el patriotismo es pura acción de una voluntad que se consagra al bien de una patria...”. De modo que, desde las luchas comunitarias, ambientales, obreras y estudiantiles, en conjunto con otras luchas sociales que se van gestando, desde una perspectiva colectiva vamos alimentando un proceso histórico cuya evolución es la consagración de una lucha política que ha de construir la unidad nacional. Por tal motivo, nosotros como juventud tenemos la oportunidad histórica de contribuir a la construcción de un nuevo porvenir para nuestra patria, abrazando el legado de esperanza, optimismo, determinación y valentía de este gran patriota.

De esta forma, en conjunto con las acciones que realicemos a nivel nacional, debemos unir nuestras capacidades para integrar y dirigir nuestros esfuerzos patrióticos hacia el desarrollo y fortalecimiento de la unidad latinoamericana. Contribuyendo a la continuidad de esa visión antillana congruente a los principios hostosianos y respetando la solidaridad que construyamos con cada uno de los seres humanos y pueblos oprimidos del mundo. En adición, no podemos caer en la trampa de aquellos y aquellas que pretenden persuadirnos con el fin de perpetuar la deshumanización que emana de un sistema económico capitalista que no solo se limita a la explotación de la clase obrera. Sino que también explota y sumerge en la pobreza material y espiritual a todos los sectores desventajados de nuestra sociedad. En fin, la respuesta al momento histórico que nos toca vivir, debe reconocer las raíces de un problema político que es sustentando por un sistema económico que contribuye a la acumulación de riquezas de ese 1 por ciento que gobierna y sumerge en la miseria a las grandes mayorías del mundo.

Dicho esto, ante la subordinación capitalista y colonial que vive nuestro país, Eugenio María de Hostos, nos invita a soñar que otro Puerto Rico es posible. Nos invita a construir nuevas formas de vivir que serán posibles en la medida que podamos comprender críticamente y de forma holística la raíz de los problemas que impactan a la sociedad puertorriqueña y al resto del mundo. Nos invita a exigirle al imperio que pague la deuda económica, ambiental, social y moral que tiene con el pueblo de Puerto Rico. Hoy, compañeros y compañeras, tenemos que negarnos a ser parte de este régimen capitalista y colonial e insertarnos a los diferentes espacios de lucha desde los cuales se está construyendo un nuevo país. De igual forma, es necesario reconocer que la lucha emancipadora que estamos construyendo a nivel nacional, no será posible sin la recuperación de nuestra memoria histórica y el desarrollo de una conciencia crítica y política del pueblo puertorriqueño. Tenemos que asumir y dirigir esta lucha para la construcción de esa unidad que ha de gestar un país y un mundo donde la igualdad, la justicia y la libertad, puedan constituirse en la realidad evolutiva de la historia nacional e internacional. Esta lucha requiere de valentía, voluntad, compromiso y sacrificio.

Seamos como Hostos, no tengamos miedo a cuestionar las “enseñanzas” que nos han impuesto, interpretemos críticamente la realidad para transformarla y desde la plena diversidad mediante el desarrollo de una democracia participativa construyamos la justicia social y la independencia de Puerto Rico. Llegó la hora de crearle la crisis al imperio de Estados Unidos, la hora de la gran definición.


Discurso presentado por José M. Santos Valderrama de la Juventud Hostosianaen la Escuela Eugenio María de Hostos, ubicada en el barrio Garrochales de Arecibo con motivo del 177 natalicio de Eugenio María de Hostos.