Residentes de Toa Baja rechazan en vista pública Gasoducto de la Muerte Imprimir
Escrito por Rogelio Acevedo / Abayarde Rojo   
Miércoles, 10 de Noviembre de 2010 01:51

gasoductotoaLo que el Alcalde Aníbal Vega Borges y su séquito de alcahuetes esperaban que fuera una vista pública apacible y “planchá”, se convirtió en una caldeada audiencia donde los residentes de las comunidades cercanas llevaron la voz cantante en oposición al Gasoducto de la Muerte.

 

 

Desde el principio la presencia policiaca era notable, al punto que tenía un punto de cotejo en la entrada del Centro de Bellas Artes Julita Ross.

Aunque al principio aparentaban tener una actitud cordial, su actitud de confrontación no tardó en salir a flote cuando le impidieron al reportero del Abayarde Rojo entrar con propaganda alusiva al Gasoducto de la Muerte. Inmediatamente después, intentaron impedir la entrada de Juan Camacho, miembro del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha, argumentando que tenían que revisar sus pertenencias para permitirle la entrada.

Cuando el reportero del Abayarde Rojo comenzó a tomar fotos de esta clara violación al derecho de asistir a un proceso público, los agentes municipales Rivera (Placa #892), Ana Freytes (Placa #916) y Donato (Placa #731) se le acercaron de forma amenazante intentando impedir que realizara su labor. Sin embargo, luego de una caldeada discusión, por la mediación de un ciudadano del municipio, los agentes no tuvieron más remedio que permitirle la entrada.

En las vistas el ambiente no fue muy diferente. Una vez los representantes de la Autoridad de Energía Eléctrica comenzaron a hacer una exposición larga y extremadamente técnica que comenzó a irritar los ánimos de los asistentes. Curiosamente, los funcionarios de la AEE estaban acompañados de algunos de los contratistas que se embolsillarán millones de dólares de este embeleco, como Raúl Hidalgo de New Star (agrimensura y medición) y Pedro Rai de Rai Construction (se encargarán de construir el tubo). Estos oscuros personajes, guiados correctamente por su instinto de clase, andaban con guardaespaldas armados.

Al percatarse de la obvia intención de la AEE de consumir horas en su exposición, y aburrir a los asistentes, el público comenzó a interrumpir cuestionando la forma en que se había dado el proceso administrativo y el que no se le hubiera notificado a las comunidades impactadas por el proyecto. Los asistentes también exigieron que los funcionarios de la AEE se quedaran luego de su ponencia a contestarle sus preguntas. Yanina Moreno, del Frente Amplio contra el Gasoducto, cuestionó además “¿Por qué se celebran vistas en Morovis, que no va a ser afectada, y no en Peñuelas o en Arecibo? Si esto es una vista de consulta de ubicación, ¿por qué no se le ha consultado a las comunidades que se van a afectar para que participen de este proceso?”

A partir de ese momento, los funcionarios de la AEE tuvieron que resignarse al ataque inclemente del público, en el que un amplio contingente de Tallaboa, demostró cómo las comunidades trabajadoras en lucha trascienden sus intereses inmediatos, en solidaridad con los de su clase, provocando que la Oficial Examinadora de la desprestigiada Junta de Planificación decretara un receso de 10 minutos. Sin embargo, los asistentes continuaron cantando consignas en contra del proyecto, provocando la incertidumbre entre los empleados municipales y la guardia pretoriana del alcalde, quienes evidentemente nunca se habían encontrado en una situación así en su “apacible” feudo.

Una vez se reanudaron los trabajos, la mesa directiva, luego de hacer “las advertencias de rigor”, viendo que la AEE no iba a poder finalizar su ponencia, dio por recibida la misma, para dar paso a las presentaciones del público.

Las intervenciones de los representantes comunitarios, científicos y ciudadanos demolieron la ponencia de la AEE, así como la DIA-P en todos sus argumentos sobre planes de evacuación, distancias entre residencias y el tubo, mercado de combustibles fósiles, entre otros.

Esto ocurría ante la mirada impávida de unos funcionarios que no respetan ni le sirven al pueblo, pero que con su silencio reconocieron lo que será una, en la larga cadena de derrotas que le propinará el pueblo frente a sus nefastos planes. (Noviembre 6, 2010)