minh


http://www.redbetances.com/

 

Descarga tu ejemplar

 

piensalo

 

entrelineas

http://www.claridadpuertorico.com/

 

http://forodesaopaulo.org/

 

orinoco

 

portal-alba

Estamos en los canales

Bibiioteca MINH

Videos MINH

Facebook MINH

Ustream

Visitas:
Oscar: Cartas a Karina - Un camino diferente PDF Imprimir Correo
Escrito por Oscar López Rivera   
Sábado, 12 de Octubre de 2013 09:02

oscarQuerida Karina: Estoy seguro de que a veces te preguntarás por qué tu abuelo escogió un camino diferente. Por qué nunca te recogió en la escuela, ni está en las fotos de tu cumpleaños, ni en las de Navidad, sentado frente al arbolito.

 

 

 

 

 

Otras cartas a Karina:


Una callada sombra

La razón detrás de toda lucha

Donde respira el mar

Las manos en el cristal
La historia de “Jíbara Soy”


Ahora, viendo hacia atrás en la memoria, creo que te puedo responder que es el camino el que nos escoge a nosotros; la lucha te atrapa si tienes abierto el corazón y la voluntad para combatir las injusticias.

A fines de los años sesenta, había muchas denuncias de discrimen contra los hispanos en una empresa de teléfonos de Chicago que se llamaba Illinois Bell. Un grupo de latinos nos organizamos para protestar en el downtown, donde estaba la oficina principal de esa empresa.

El presidente de la Illinois Bell era entonces Mr. Charles Brown, pero a nosotros sólo nos permitían hablar con uno de sus asistentes, también latino, un peruano que no tenía autoridad para ayudarnos.

Un día nos dijeron que Mr. Brown solía acudir a una iglesia presbiteriana en Lake Forrest, el suburbio más exclusivo de Illinois.

Allí nos presentamos un domingo, celebramos un acto ecuménico frente a la iglesia y luego entramos. Los feligreses se asustaron al ver esa invasión de latinos que avanzaba por los pasillos repartiendo hojas sueltas. Sólo hubo un problema: Mr. Brown no había asistido aquel domingo al servicio religioso. Sin embargo, nos paramos frente al púlpito y le explicamos al público que todo lo que queríamos era hablar con Mr. Brown y presentarle nuestras demandas laborales, pues en su empresa atropellaban a los hispanos. Dicho esto, les dimos las gracias y nos retiramos.

Poco después, cuando regresamos a nuestro local, recibimos la llamada de una de las personas que estaban en la iglesia: quería darnos la dirección de Mr. Brown.

Algunos compañeros volvieron a Lake Forrest para identificar el lugar. Varias semanas más tarde, alquilamos autobuses y nos metimos en ellos con nuestras familias para protestar de nuevo, esta vez frente a su propia casa. A los niños les habíamos dicho que íbamos de picnic y cada cual llevaba una «luncherita» con golosinas.

En aquellos años no había control de acceso en las urbanizaciones de lujo, y ni siquiera portones en la propiedad. Nos sentamos alrededor de la piscina y fue imposible evitar que los niños se tiraran al agua. Enseguida vimos que desde la mansión se abría una puerta y Mr. Brown en persona nos invitaba a pasar.

Diez de nosotros nos acercamos para hablar con él, y la reunión fue en la cocina. En un momento dado se excusó para llamar a su hijo, que sabía español y quería que sirviera de intérprete. Le dijimos que no hacía falta, porque todos éramos bilingües.

Entonces nos citó para la mañana siguiente en la empresa y allí nos volvimos a reunir. Estuvo de acuerdo en contratar de inmediato a 125 trabajadores latinos para distintos departamentos de la Illinois Bell, y en abrir dos oficinas en sendas comunidades hispanas, una para mexicanos y otra para puertorriqueños, a fin de darles servicios en español.

También aceptó contratar a un determinado número de obreros latinos cada año.

Aquel acuerdo con Mr. Brown fue una gran victoria para nosotros, que, casi sin proponérnoslo, habíamos fundado la Coalición Hispana del Trabajo. De ahí en adelante, reivindicamos el derecho de los obreros en otras empresas, sobre todo en la construcción.

Demandábamos que emplearan a trabajadores hispanos, y fuimos muy exitosos logrando que accedieran a nuestros reclamos. No hubo violencia en todo aquello, solamente trabajo y más trabajo, y una gran movilización étnica, planificada al mínimo detalle.

A los latinos, por fin, se nos empezaron a abrir las puertas de las empresas y las uniones obreras que habían estado cerradas para nosotros.

Más tarde, todo ese esfuerzo se concentró en las escuelas y universidades. Pienso que, para ser lo que somos, tenemos que hacer sacrificios de todo tipo. Quizá nunca te ayudé a soplar las velitas de tu cumpleaños, como hacen tantos abuelos con sus nietos, pero me consuela pensar que he puesto mi granito de arena para construir un mundo más iluminado y justo para ti.

En resistencia y lucha, te besa

Oscar López Rivera

El Nuevo Día publica periódicamente los sábados las cartas que el preso político Oscar López Rivera le envía desde prisión a su nieta Karina, a la cual solo ha conocido a través de los barrotes de la cárcel. López Rivera lleva 32 años encarcelado.

 

Misión PR en Cuba

 

Fundación Juan Mari Brás

 

Otro PR es posible

 

Nuestra Opinión en blanco y negro

Documentos

Solo el administrador



banner minhOficina Central, C 25 NE 339, San Juan, Puerto Rico 00920.
Teléfono (787) 774-8585,
minhpuertorico@minhpuertorico.org

otropuertoricoesposible@gmail.com

No necesariamente lo publicado representa la posición del MINH.