En el 175 Natalicio de Hostos: Dedicatoria a Oscar Collazo en su centenario Imprimir
Escrito por Alejandra Zayas / Juventud Hostosiana   
Domingo, 12 de Enero de 2014 11:13

hostosEn esta conmemoración del natalicio número 175 de nuestro gran educador Eugenio María de Hostos queremos dedicar estos actos, y en aras de su centenario, a uno de nuestros grandes héroes antiimperialistas, Oscar Collazo López.



Todos nacemos sin saber qué nos depara la vida, pero sí, tenemos un propósito. El mundo le dio la oportunidad a este hombre de luchar incansablemente por su patria, de una manera muy humilde. Su nacimiento se dio en la “Ciudad del Indio” el 20 de enero de 1914, un nacimiento muy especial para sus padres. Barceloneta, lo que hoy día se conoce como Florida, recibe entre sus brazos a uno de los grandes defensores patrios.

De niño, vivió con su madre en su natal Barceloneta, pero a la corta edad de seis años fallece su progenitor, y es enviado a Jayuya para vivir con su hermano. Su nuevo hogar parece ser que era adverso al oriundo, pues allí oía temas que nunca había escuchado: nacionalismo, patria, libertad, Albizu. Esto debido a que su hermano era miembro activo del partido nacionalista. “Los días pasan” como dice nuestro salsero Gilberto Santa Rosa, y ellos dejaban una espina nacionalista en el corazón de Oscar. Entrada su juventud comienza a participar activamente tanto en actividades en defensa de nuestra patria como en conmemoraciones de próceres puertorriqueños, como hacemos nosotros hoy. No es hasta 1932 que Oscar, en una de las conmemoraciones al poeta José de Diego, conoce al Dr. Don Pedro Albizu Campos y escuchando su discurso antiimperialista reafirma su deseo de lucha en contra de los Yankees y decide unirse al partido que éste presidía, el Partido Nacionalista.

A Collazo no le bastó quedarse en la isla para luchar por la independencia, y es por ello que en 1941, a los 27 años de edad decide mudarse a Nueva York porque sabía que allá existía un conglomerado número de puertorriqueños a favor de la independencia del país. Se destacó como líder comunitario en el exilio, pero nunca sin perder su norte y humildad. Fue allí donde también conoció a su gran amor, Rosa Cortez. La mayoría de los hombres, por más destacados que sean, siempre tienen una mujer que les da dirección, y Oscar no fue la excepción.

Es allá en Nueva York donde conoce personalmente al Dr. Albizu Campos y a su compañero de batalla e igualmente héroe nacional, Griselio Torresola. Este último, junto a Collazo, tuvieron la valentía de hacer que se escuchara el reclamo puertorriqueño con miras hacia la independencia. Es por ello que el 1ero de noviembre de 1950 Oscar y Griselio a la edad de 36 y 28 años respectivamente, fueron a cometer el acto que marcaría sus vidas. Fueron a la casa Blair, donde residía temporalmente el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, no con intensiones claras de matarlo si no dejarle saber al mundo lo que sucedía en su isla del encanto. Escuchemos las palabras que Oscar decía “Existen tres cosas principales en la vida por las cuales el hombre ha estado siempre dispuesto a ofrecer su vida: la familia, Dios y la Patria. Yo estoy dispuesto a sacrificar la mía por la libertad de mi Patria.” Murió sin ver a su Puerto Rico libre, y nosotros, hoy, después de 20 años continuamos en pie de lucha por las mismas ideologías políticas. En cambio su audaz compañero, Griselio Torresola, no perdió su vida, si no que la dio en la lucha por la independencia de su país y no muchos tienen el coraje de hacerlo.

La libertad de Oscar fue privada inmediatamente luego del ataque a la casa Blair. Es en la prisión de Leavenworth, Kansas en el 1952 donde lo rodean diariamente los barrotes y un leve destello de luz, son quienes lo acompañan en la sentencia de cadena perpetua que el presidente Truman le impugnó. Dos décadas más tarde el presidente Jimmy Carter conmutó su sentencia a servicio comunitario y fue puesto en libertad el 6 de septiembre de 1979. Luego de su regreso a la isla, Oscar no estuvo como miembro activo de ningún grupo en pro de la independencia de Puerto Rico, como en el pasado lo estuvo. A pesar de su actividad política pasiva tuvimos la dicha de tenerlo, vivo, hasta sus 80 primaveras y poder extraer y recordar lo mejor de él.

Los héroes patrios se recuerdan y se llevan en la lucha. Es por eso que hoy le dedicamos esta actividad a Oscar Collazo López por que no se puede olvidar a aquellos que murieron en la lucha o vivieron para luchar por ver a su patria libre. Claro está, sin dejar a un lado a los/as que siguen y seguirán luchando por esa mono estrella. Oscar decía: “Solo los pueblos libres tienen derecho.” Y eso es lo que defendemos nosotros al luchar por lo que nos pertenece, nuestros derechos. Oscar notó el abuso de los yankees a temprana edad y tomó cartas en el asunto haciendo lo que consideraba pertinente. Los jóvenes tenemos que levantar este país, y luchar por nuestros derechos como país, además de ver ondear libre a nuestra única bandera. Porque como decía el gran Don Pedro Albizu Campos “Nuestro pueblo jamás será derrotado, pues generación tras generación parirá héroes y heroínas.”