El 9 de enero, los mártires y su significado para las luchas populares Imprimir
Escrito por Movimiento Popular Unificado de Panamá   
Miércoles, 15 de Enero de 2014 02:33

panamáHace ya cincuenta años, el 9 de enero de 1964, un grupo de estudiantes zoneítas, ensoberbecidos y en abierto desafío a su propio presidente, animados por la complicidad de la Policía de la Zona del Canal y completamente resueltos a no transigir ante las reclamaciones del pueblo panameño que exigía su soberanía sobre el territorio canalero, [...]



ultrajaron y desgarraron la bandera panameña que había visto la gloria de las jornadas de 1947 y 1958 y atropellaron a los estudiantes del Instituto Nacional que en ese momento la custodiaban con intención de izarla en el patio de la Escuela Superior de Balboa, en cumplimiento de los acuerdos entre Panamá y Estados Unidos que reconocían ese derecho.

El incidente de esa aciaga y al mismo tiempo gloriosa fecha, concitó la efervescencia popular contra los ilegítimos ocupantes de la Zona del Canal de Panamá que, al mismo tiempo que se sentían dueños de ella, habían establecido un exasperante régimen discriminatorio, como si fuera un país dentro de otro donde dominaba una raza sobre otra.

Ese 9 de enero, y días subsiguientes, la resistencia popular alcanzó sus niveles más puros y heroicos como nunca en nuestra historia: a pesar la impotencia del gobierno panameño y con la Guardia Nacional acuartelada, veintitrés de nuestros jóvenes, henchidos de pundonor, cayeron al oponer palos y piedras al armamento sofisticado del Ejército de los Estados Unidos.  Así alcanzaron gloriosa muerte y enorgullecieron, admiraron y enlutaron a toda la nación.

El dolor y sentimiento del pueblo panameño fueron tan profundos que por primera vez un gobierno de nuestro país tuvo que echar a un lado su tradicional genuflexión y romper relaciones diplomáticas con el país del cual dependía.  A partir de entonces, y visto que los panameños jamás aceptarían otra cosa, las administraciones inmediatamente posteriores tuvieron que entrar claramente en las iniciativas de lucha de descolonización que por entonces libraba el mundo subyugado y oprimido contra el abuso de naciones que se creían superiores.

El 9 de enero de 1964, por lo tanto, marca un punto de inflexión en la conformación de nuestra integralidad como nación; pero, de las conquistas históricas logradas por ese sacrificio, ahora se llevan la parte del león los grupos oligárquicos que decían que “la soberanía no se come”, no pusieron los muertos, se alarmaban ante las luchas populares que reivindicaban la nacionalidad, temían perder sus negocios con los ocupantes imperiales, aún hoy reciben instrucciones de ellos y pretenden borrar la historia y menoscabar su significado.  Para ello no han dudado en escamotear la educación, disminuyendo al mínimo la enseñanza de la historia nacional y eliminando las materias humanísticas que abren el pensamiento a la crítica, especialmente la materia de Relaciones de Panamá con EU, que ha demostrado ser imprescindible para el conocimiento de la lucha del pueblo panameño por el afianzamiento de nuestra nacionalidad.

Y, sin embargo, ¡qué valientes son esos oligarcas para obedecer en todo las directrices que, en política exterior e interna, les impone Washington; cómo corren a apoyar golpes de Estado en todo el hemisferio contra gobiernos progresistas y se alinean a apuntalar los abusos e intervenciones de todo tipo, por parte de sus amos, en diversas regiones del globo!  ¡Cómo demuestran su coraje al atropellar a los docentes que luchan por impedir que se inculque en los alumnos la ignorancia de sus raíces!  ¡Cuán valientes son para reprimir a campesinos, trabajadores, indígenas y a los estudiantes del Instituto Nacional, sí, justamente el mismo colegio cuyos muchachos hicieron posible que hoy Panamá estuviera libre de la irritante presencia norteamericana!  No les da vergüenza, no tienen gratitud y siguen mordiendo la mano de quien les da de comer mientras lamen los pies de quien los patea.

El Movimiento Popular Unificado de Panamá, en memoria y por el honor de los Mártires del 9 de Enero, hace constar a la nación panameña que la conducción de su destino no puede seguir más en manos de esa oligarquía que siempre ha renegado de la nacionalidad, obedecido a un amo y esclavizado a su propio pueblo.  Corresponde a ese mismo pueblo, compuesto por los trabajadores de cuyas entrañas han salido los héroes históricos de la nación, sacudirse ese yugo inmerecido y marchar a la lucha por recuperar lo que le pertenece: un país libre, soberano, sin presencia ni influencia imperialista, con justicia social, en donde la prosperidad que hoy disfrutan unos pocos pertenezca a todos y en donde se recuerde con respeto a quienes nos han dado la oportunidad de que todo ello sea posible.

¡VIVAN LOS MÁRTIRES DEL 9 DE ENERO!

LOS MÁRTIRES HABLARON CLARO: ¡BASES NO!

¡UN SOLO TERRITORIO, UNA SOLA BANDERA!


Dada en Panamá, a los 9 días del mes de enero de 2014, Día de la Soberanía Nacional.