La nieta de Oscar López comparte sus vivencias y esperanzas Imprimir
Escrito por María Ivette Vega Calles / maria.vega@gfrmedia.com   
Viernes, 23 de Mayo de 2014 00:25

oscar-karinaDesde que tiene un mes de nacida, Karina Valentín López, nieta de Oscar López, visita cárceles, pero aunque han pasado 23 años aún no se acostumbra a ellas.

 



Fue en una prisión donde la joven conoció a su abuela paterna, Carmen Valentín, y a su abuelo materno, Oscar López, quienes en 1981 fueron encarcelados por cargos de conspiración sediciosa debido a sus vínculos con las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

Valentín fue excarcelada en 1999, tras la clemencia que el presidente estadounidense Bill Clinton otorgó a varios prisioneros políticos. En cambio, el 29 de mayo López cumplirá 33 años encarcelado. Actualmente se encuentra en Terre Haute, Indiana, debido a que no aceptó dicha clemencia en solidaridad con dos compañeros a quienes no se la otorgaron.

De expresivos ojos, amplia sonrisa y suave hablar, Karina es la destinataria de un grupo de cartas que escribió López y que publicó El Nuevo Día periódicamente el año pasado. A través de ellas, miles de personas pudieron conocer la forma de pensar, las vivencias y esperanzas de López, a pesar de que la conversación era entre abuelo y nieta.

Para Karina el hallazgo resultó ser la forma poética de escribir de su abuelo.

Hablamos de cosas simples

“Cuando lo visito en la cárcel hablamos de cosas simples, jugamos UNO. Son visitas cortas, hay muchas interrupciones y usualmente él quiere saber de mí y no habla mucho de él. Así que esas cartas son su manera de decirme todas sus ideas, pensamientos, los acontecimientos de su vida y lo que está pasando en la cárcel. En las visitas le gusta hacerme reír y en las cartas vi que es muy poético y no sabía eso, porque cuando hablamos no es así, es de otra manera, así que es un lado de él que no había visto antes y me gusta”, afirmó Karina, en entrevista exclusiva con El Nuevo Día.

Para visitar a su abuelo Karina emprende en la madrugada, junto a su madre Clarisa, un viaje de cuatro horas en auto. Ambas tienen que llegar al amanecer, pues si no están en el lugar antes de las 8:30 a.m. pierden prácticamente dos horas de la visita, pues empieza el conteo de prisioneros.

Tras pasar varias revisiones finalmente llegan donde López, a quien pueden abrazar solo al saludarlo y al despedirse de él.

“En la cárcel te tienes que sentar al lado, no podemos estar frente a frente. Después de cuatro o cinco horas que hay que mirarlo con el cuello siempre moviéndose hacia un lado, el cuerpo empieza a doler y no puedes moverte mucho porque los guardias vienen donde nosotros y nos dicen que tenemos que permanecer sentados, que no podemos poner los pies encima del otro o en las sillas. Siempre están cambiando las reglas. Hay reglas como que no te puedes poner ciertos estilos de ropa, no puedes lavar tu ropa con jabón, no te puedes poner ciertos colores como el kaki, porque ellos están en kaki y dicen que te puedes confundir con los prisioneros“, señaló la joven, quien asegura que seguirá yendo a la cárcel a visitar varias veces al año a López, por el tiempo que sea necesario.

Los ojos hacia el mundo exterior

De cierto modo, Karina se ha convertido en los ojos hacia el mundo exterior para su abuelo. Uno de los mayores orgullos de López son los estudios universitarios de su nieta, quien actualmente está haciendo una maestría en biología en la Roosevelt University en Chicago.

“Estoy terminando mi maestría en biología y cuando lo visito me encanta hablar con él sobre las clases que estoy tomando. Cuando trato de hablar con otras personas no están tan interesadas porque son clases muy avanzadas de biología, pero él siempre está interesado”, afirmó la joven, quien además realizó un bachillerato en psicología en la Universidad de Chicago, y luego continuará estudios en medicina dental.

A través de las cartas, López expresó que además de su familia lo que más añora es el mar. De la misma manera, Karina tiene esperanzas de llevar a su abuelo a ver el océano.

Pero a pesar de la distancia, el pasar del tiempo y la ausencia, la joven apoya a su abuelo en cualquier decisión, incluyendo el haber elegido permanecer en prisión. No obstante, en su corazón prevalece la esperanza de que el presidente Barack Obama le otorgue un  indulto, mucho antes de que su caso llegue ante la Junta de Libertad Bajo Palabra en 2023, cuando López tendrá 80 años.

“Quisiera poder hacer cosas que hago con el resto de mi familia con él, como ir a la piscina. Cada vez que lo visito hablamos sobre cuál es el mejor restaurante para ir a comer ciertas comidas, así que quisiera ir a esos restaurantes con él. También me graduó el próximo año y me gustaría que pudiera ir a la graduación”, afirmó Karina, quien tiene una colección de cuadros pintados por su abuelo. Uno de ellos plasma el momento en que recibió una llamada de él el día de su graduación de bachillerato.

Marcha “Al mar X Oscar”

Este domingo Karina comprobará que miles de personas más comparten su misma esperanza, pues por primera vez participará en una marcha a favor de la excarcelación de López, llamada “Al mar X Oscar”.

El evento iniciará a la 1:00 p.m. partiendo de la Bahía Urbana hasta El Morro, donde habrá un concierto en el que participarán artistas como Andy Montañez, Chucho Avellanet, la Banda Acústica Rodante (Tito Auger, Mikie Rivera, Walter Morciglio, Nore Feliciano y Rucco Gandía), Zoraida Santiago, Christian Nieves, Tuna Los Bardos y Willy Rodríguez y Omar Silva de Cultura Profética, entre otros.