La Revolución Atlántica y el Caribe: Haití y las independencias hispanoamericanas, 1776 – 1825 Imprimir
Escrito por Angel Pérez Soler   
Lunes, 24 de Enero de 2011 05:46

haitibanderaCon el 200 aniversario de las luchas de independencia de distintos países latinoamericanos y caribeños, hemos decidido hacer éste escrito para beneficio de aquellos/as que deseen conocer mejor el contexto de las luchas de independencia.

 

 

 

Cuando hablamos de las revoluciones de independencia hispanoamericanas, nos viene a la mente Haití como primer pueblo latinoamericano y caribeño en liberarse, nos viene a la mente Simón Bolívar y la gran América. Para analizar mejor las conquistas de los pueblos hispanos de sus independencias hay que insertar en el análisis varios temas para una mejor comprensión del suceso. Entre los temas se encuentra:


1. El rol que jugó las ideas de la Revolución Francesa.

2. El rol que jugó la independencia de las trece (13) colonias en 1783.

3. La rebelión haitiana y más tarde la independencia.

4. Las constantes interferencia de los países europeos en estos procesos y la razón por la cual se insertaban en los procesos.

5. Las repercusiones de las independencias.

6. Las discusiones entre los nuevos países liberados.

Con esto mencionado, comenzamos señalando un asunto que nos presenta Demetrio Boersner en su libro Relaciones Internacionales de América Latina (1990), la  participación de distintos países europeos en la conquista de las nuevas tierras en América y el Caribe. Los franceses en Canadá iniciando el proceso de colonización en 1534, los holandeses conquistan parte de Norteamérica, fundando la ciudad de Nueva Ámsterdam. Esta será arrebatada por los ingleses en 1664 y convertida en Nueva York. Como parte de las fuerzas inglesas, conquistan gran parte de Norteamérica, España consigue gran parte del continente Suramericano y el Caribe, mientras los portugueses colonizan Brasil. Es de importancia dar este contexto, ya que por la coyuntura histórica de nuestro país, podríamos pensar que los únicos colonizadores que llegaron al nuevo mundo fueron los españoles.

El inicio de los procesos de independencia de las colonias en América, representó un fuerte golpe a las economías de las metrópolis. Esto provocó  a que cada metrópolis intentara contrarrestar las luchas de independencia.

Las luchas por las independencias se dan en un contexto importante.

1. La vuelta al mundo de las ideas de una nueva forma de gobernar con los escritos de Rousseau, Adam Smith, John Locke, Voltaire, Montesquieu y otras ideas que influyeron en la segunda mitad del siglo 18.

2. La vuelta al mundo del caso de la Revolución Francesa.

3. El descontento de la burguesía nacional con los impuestos y las relaciones con la metrópolis.

4. Un efervescente sentido nacional que se da en las terceras generaciones de europeos que nunca vio, ni vivió en Europa.

Boersner (1990), nos explica el descontento de la burguesía americana:

“El caso de Angloamericana, la potencia colonial pretendió levantar impuestos inconsultos que chocaban contra los intereses de la burguesía comercial…” (pág., 77).   

Más adelante añade:

“En América Latina, los efectos económicos del colonialismo eran aun mayores y más negativos: la política mercantilista y los monopolistas de la metrópolis impedía el desarrollo de manufacturas nacionales y obligaba a los productores de renglones agrícolas y mineros, así como a los comerciantes a tratar con el mundo exterior a través de un intermedio único y dominante” (pág. 77).

Boersner (1990), nos presenta las razones y el contexto que se dan las independencias americanas.  En el caso de las trece (13) colonias, para 1770 la corona inglesa comenzó a imponer nuevos tributos a los norteamericanos y comenzó a quitar poder a las legislaturas de las 13 colonias. Esto lleva a cuestionarse a los norteamericanos hasta dónde llegaba su autonomía de la metrópolis. Cinco (5) años más tarde se da el primer enfrentamiento entre la milicia “yankee” y los barcos ingleses. Un dato importante que nos trae Boersner (1990), fue la utilización de mercenarios alemanes contra los alzamientos de los miembros de las trece (13) colonias. Esto fue un insulto para las personas de las trece (13) colonias.

 

 

Este suceso resaltó el sentimiento nacional y provocó que en menos de un año se declarara la independencia de las trece (13) colonias, convirtiéndose así en Estados Unidos. Este ataque, alzó al pueblo, ya que esta lucha era de una minoría rebelde, la cual fue fortalecida como antes mencionado, el sentimiento nacional. Para este proceso entran los franceses en alianza con las trece (13) colonias, para combatir por la independencia. La intromisión de los países europeos en la lucha de independencia en América, se verá en casi todos los nuevos países emergentes.

No es hasta 1783, que Inglaterra reconoce la independencia de las trece (13) colonias, cuatro años más tarde (1787), se crea la Constitución de Estados Unidos. Esta Constitución marcará un nuevo rumbo de hacer política en el mundo, ya que es una Constitución republicana la cual deja atrás el modelo monárquico que imperaba en Europa hasta este entonces. La voluntad de los políticos de Estados Unidos en ese entonces, llevó a que muchas partes del mundo vieran este país como una fuerza emergente. Luego de la victoria independentista y de montar su proyecto político, Estados Unidos se renegó de la tentación de intentar conseguir nuevos países como colonias y comenzó la expansión hacia el oeste de dicho territorio.

 

Esta expansión sufrió un momento estresante, cuando Napoleón Bonaparte, primer ministro de Francia, comenzó a ver con buenos ojos el fortalecimiento de las colonias francesas en América. Napoleón intercambió con España la provincia de Toscana por Louisiana. Con el temor de que Napoleón pudiera instaurarse en el rio Mississippi y en Nueva Orleans, el Presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson envió a James Monroe para Inglaterra a buscar alianzas contra la Francia de Napoleón. Vemos cómo nuevamente países europeos se meten en los asuntos americanos. Pero vale la pena preguntar; ¿Por qué, los países europeos se insertan en todos los procesos americanos de este entonces? Hay que recordar el daño económico que sufrió Europa con la caída de las colonias en el nuevo mundo, por otra parte hay que señalar las constantes pugnas entre los países europeos por el poder.

 

Había una concepción general en ese entonces en torno al poder de los países europeos: ninguno podía estar por encima de los otros, todos en el mismo nivel económico. Si algún país, se desarrollaba ya fuera económicamente, socialmente o militarmente podía representar una amenaza. Por lo tanto, cada actividad que una metrópolis pudiera hacer en contra de otra metrópolis, se atesoraba y se aprovechaba. En ese entonces, Francia lucía con mucha fuerza y los demás países lo veían con recelo. Para suerte del nuevo país, Napoleón cayó en una depresión cuando le llegó la noticia de la derrota sufrida por las fuerzas francesas en Haití, lo que llevó a que Napoleón vendiera sus colonias norteamericanas a Estados Unidos.

Para 1805, Estados Unidos se habían extendido por gran parte de América del Norte, lo que llevó a ver al Caribe como una opción de expansión. El país de interés sería Cuba. Boersner (1990), nos dice:

“como responsable de la estrategia naval de Estados Unidos, el presidente Jefferson expresó la idea, en 1805, de que tarde o temprano debía tratarse de obtener el control sobre la isla de Cuba. A partir de ese momento el afán anexionista o, por lo menos, hegemónico con respecto a Cuba seria un factor constante en la política exterior de Estados Unidos” (pág., 85).

Ese afán crece, cuando en 1810 la Florida consigue su independencia de España y pasa a anexarse con Estados Unidos.      

La próxima lucha por la independencia tiene inicio en el Caribe. La colonia francesa productora de azúcar y lana; Haití sale de su coloniaje para 1790, siete (7) años más tarde de la revolución anglosajona. Esta revolución fue dirigida por Toussaint L Overture. Esta batalla de liberación fue auspiciada por España, quien se alió con Overture para combatir a los franceses. Gran Bretaña intentó negociar con Overture, pidiéndole que se separara de Francia y se alineara con ellos, propuesta que fue negada por Overture.  

Toussaint L Overture, intentó conservar las plantaciones como forma económica de la república, pero no pudo. Esta revolución se da en una pugna de clases al interior de Haití. La misma se dividía en los blancos millonarios franceses, blancos burgueses, mulatos burgueses hijos de franceses y esclavos. En 1790, se declara independiente Haití, pero dos (2) años más tarde es cuando se abolió la esclavitud. El proyecto de Toussaint L Overture, no salió porque los esclavos querían la plena libertad de los amos y la propuesta de Overture era quedarse trabajando para los antiguos amos, pero con salario. Con esta propuesta en pie se veía la instauración de la esclavitud nuevamente, lo que lleva a alzamientos constantes en Haití. Estos levantamientos liderado por Jacques Dessalines.

Dessalines, proclama nuevamente la independencia en 1804. En ese momento los soldados negros tomaron las plantaciones, mataron a los blancos y las exportaciones se fueron al piso. Dessalines pidió que se le coronara emperador, lo que llevó al descontrol social. Dessalines es ejecutado a los dos años de su victoria, pero hay que resaltar que éste, tenía intenciones de expandir la victoria esclavista por otras partes. Para esto Boersner (1990), nos explica:

“Durante su reinado había pasado por su mente invadir Estado Unidos, emancipar a los esclavos y convertir al sur de Norteamérica en un estado negro, federado de Haití” (pág., 95).

No es hasta 1820, que se organiza Haití bajo la presidencia de Alexander Petión, amigo protector de las ideas bolivarianas.

Con las experiencias de Estados Unidos y Haití, comienza una nueva visión en América Latina. Los intelectuales, jóvenes  y otros rechazaban la censura y el dogmatismo, siendo el liberalismo una filosofía creciente. La literatura revolucionaria entraba en forma de contrabando a estas tierras, provocando así una reacción en los países latinos. Para 1812, México al mando del sacerdote Miguel Hidalgo, dio los primeros pasos en la revolución mexicana. Para 1813, se realiza un congreso mexicano para proclamar la independencia. Como un domino detrás del otro, Venezuela se proclama independiente, Paraguay en el mismo año. Chile, en 1812 existió una junta patriótica que negociaron unos acuerdos con los realistas, los cuales no fueron acogidos y llevaron a la lucha por la independencia en 1816. Los grandes ausentes de la conquista independentista fueron: Brasil, Cuba y Puerto Rico.

Brasil, llegó a unos acuerdos de mayores autonomías, Cuba y Puerto Rico siguieron bajo la dominación de España, pero Boersner (1990), nos relata lo siguiente:

“Puerto Rico igualmente se mantuvo bajo la dominación española. Cabe señalar, sin embargo, que el ambiente psicológico de la isla fue tan favorable a la causa de emancipación hispanoamericana, que la autoridades locales, junto con los representantes de la población, se negaron rotundamente a; reclutamiento de puertorriqueños por parte de los ejércitos realistas, manifestaron que no darían a Fernando VII ni siquiera un miliciano para llevarlo a pelear con sus hermanos caraqueños” (pág., 98).  

Luego de los procesos revolucionarios, comienza un intento de unidad latinoamericana impulsado por los líderes independentistas, el venezolano Simón Bolívar y el argentino José de San Martín. Las diferencias entre ambos líderes radicaban en que Bolívar, creía en la visión republicana y la separación total de las antiguas metrópolis y San Martín creía en la instauración de monarquías y las relaciones con las antiguas metrópolis. Con el pasar del tiempo la visión de Bolívar impera, al mismo tiempo que los egos de Estados Unidos también. Estados Unidos, por medio del presidente Monroe emite una declaración llamada “Declaración Monroe”. En esta declaración, Estados Unidos se autoproclama el defensor de todos los países del hemisferio. Preocupado por el contenido imperial que tenía la posición de Estado Unidos, Simón Bolívar hace un llamado a un congreso para hacer una estrategia común para los pueblos latinos. Bolívar reacciona al planteamiento de Estados Unidos, ya que piensa que esta doctrina servirá para que más adelante Estado Unidos tuviera una excusa para intervenir en los asuntos latinoamericanos. Bolívar, no se equivocó En este momento histórico vemos cómo Estados Unidos está insertado en cada parte del planeta coartando la soberanía de los países.

Bolívar, pensó en la creación de un frente amplio de unidad y solidariadad con las nuevas repúblicas de América Latina. Esta iniciativa toma fuerza, cuando en 1823, existía el peligro de una invasión a la Santa Alianza. El desespero de las antiguas metrópolis por conseguir nuevamente sus colonias llegó al punto de unidad europea, con propósito de recobrar sus antiguas pertenencias. Francia, España e Inglaterra comenzaron a intentar dar golpes militares. Colombia y México (1824), fueron foco de ataques. Estos países pensaron invadir a Cuba para sacar a los españoles del territorio, pero Estados Unidos y sus fuerzas se aliaron con España para asegurarle su colonia. Los intereses de Estados Unidos eran evidentes y más tarde en la historia serían quienes sacarían del juego Americano a España.

Esta jugada llevó a Bolívar a mirar a Estados Unidos con recelo. Bolívar repudia la política expansionista de este país, como también repudiaba su política esclavista. Dentro de la agenda que proyectaba Bolívar para el Congreso antes mencionado, estaba el tema de la abolición de la esclavitud y terminar el comercio internacional de esclavos. Con esta parte de la agenda los países de Brasil y Estado Unidos, automáticamente quedaron fuera del congreso. Ambos países tenían un apego con las políticas esclavistas muy grande.

Este Congreso se convocó en Panamá, el 22 de junio de 1828. Los presentes a dicho congreso fueron: La gran Colombia, Perú (incluida Bolivia), México y Centro América. Chile, Argentina y Brasil no asistieron. Argentina tenía un conflicto bélico con Brasil y a Brasil al igual que Estados Unidos no les interesaba que le cuestionaran su política esclavista. Para 1826, los participantes del congreso subscribieron participar del Tratado de Unión y Confederación Perpetua, en la cual decidieron juntarse tanto para la guerra como para la paz. El Tratado, consistía en respetar y proteger la soberanía de los pueblos, cada signatario abría paso al comercio entre los pueblos y procurarían el desarrollo de iniciativas comunes.

Con esto se marca una gran diferencia entre la política que desea Estado Unidos para el hemisferio y la política que impulsa los países latinos. La mejor descripción la da Boersner (1990), cuando nos dice:

“De modo, quedaron planteados para el hemisferio occidental dos posibles esquemas de convivencia y organización internacional. El primero, de Monroe, se fundamentaba en el predominio de una nación sobre los demás, para protegerlas y de defender sus independencias. El segundo, de Bolívar, expresado en el Congreso de Panamá, tiene por base la igualdad entre los pueblos, la solidaridad y la seguridad colectiva. El esquema de Monroe es fundamentalmente hegemónico y reflejo en parte las ambiciones expansionistas de los sectores dominantes del ser de Estados Unidos. En cambio, el esquema de Bolívar es internacionalista y democrático” (Pág., 122).

De todas estas historias, la que resalta por unos asuntos particulares fue la de Haití. En Haití a diferencia de los países latinos, la revolución la construyeron los esclavos negros. Esta revolución, además de ser construida por los esclavos negros, es la primera revolución latinoamericana y caribeña. Estas luchas se dan por las diferencias sociales que había en dicho país. Según Geggus (1989), las diferencias sociales eran marcadas por el color de la piel. Haití era el país con mayor esclavitud en el hemisferio y el que menos homogéneo era en términos de sus esclavos. A Haití, llegaban esclavos de todas las parte de África. Esto llevó a crearse divisiones marcadas entre los mismos esclavos. Las divisiones llevaban como barrera, si el esclavo sabía leer y escribir, si tenía descendencia francesa y si su tez era menos oscura. Entre blancos y ricos también había sus diferencias. Los blancos estaban divididos en: blancos ricos, blancos pequeños burgueses y mulatos ricos. Estos eran hijos de franceses y esclavas. Juan Bosch (1983), en su libro “De Cristóbal Colón a Fidel Castro” hace una descripción completa de las relaciones entre los grupos dentro de Haití.

Para la década de 1760, se comienza a escuchar las primeras voces de descontento a favor de la justicia e igualdad y en contra de la opresión. Esto desatando una ola de represión contra los “rebeldes”, lo que lleva a os militares mulatos a comenzar a acercarse a los reclamos de las mayorías. Una primera rebelión se da en la plantación de Breda. Nueve (9) meses después había comenzado la lucha por la emancipación. A estos levantamientos, se junta España. Como hemos mencionado antes, vemos cómo los países europeos juegan ajedrez con sus intereses, poniendo por medio a los países latinos. Este suceso demuestra claramente la tesis de Juan Bosch en su libro “De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, frontera imperial”. Bosch (1983), plantea que el Caribe ha sido un terreno de guerra para los intereses de las metrópolis. De la misma forma Gaztambide (2006), plantea en su libro “Tan lejos de Dios…” Ensayos de las Relaciones del Caribe con Estados Unidos, cómo el Caribe ha sido objeto de constantes abusos por parte de las metrópolis.

A dos (2) años de la revolución haitiana vencer, los esclavos pasan a llamarse cultivadores. Francia continúa sus intentos de retener la hegemonía, pero finalmente en 1804, los haitianos consolidan su victoria. Como bien explicamos antes en este ensayo, Haití tuvo una serie de problemas para instaurarse como una república productiva. Conocemos de la división del país, los intentos de militares de controlar el poder, los levantamientos de esclavos, la caída del mercado azucarero y del no interés de los antiguos esclavos en trabajar con los antiguos amos.

Haití es foco de estudio, ya que no fueron los burgueses los creadores de la revolución y las razones de la misma no fueron por mayores autonomías, ni por enriquecimiento, sino por la justicia. Jean Casimir en África en América Latina, nos narra cómo el proceso del cimarronaje es la punta de lanza de la revolución haitiana, (1987). Casimir (1987), habla de la construcción de aldeas de corte autárquico, que servían para que las poblaciones que escapaban, fueran a estas aldeas para trabajar por una sobrevivencia. Esto lleva a Haití a perder el poder económico que tenía cuando era colonia de Francia. Haití era la colonia de mayor exportación de azúcar y lana para Europa. La negación de los esclavos a seguir bajo el yugo de los antiguos amos crea otra dinámica económica. Casimir (1987), nos dice que al día de hoy las personas no entienden las dinámicas económicas y sociales del país caribeño (Haití). La falta de compresión se debe a la falta de análisis histórico del país. Como mencionamos, su economía se transformó en una de corte subsistencial. Las aldeas procuraron producir lo necesario para vivir y no crear un excedente para el comercio y el enriquecimiento. Por otra parte, desde la victoria de la revolución, en Haití se creó una nueva clase social: los militares. Haití, es por hoy una sociedad altamente militarizada, donde los militares son quiénes tienen el poder. Vemos cómo en los últimos cien (100) años de historia de ese país los militares han gobernado en varias ocasiones. Por otra parte, la economía ha sido dirigida por dueño de capital absentista. En palabras de Casimir (1987), este país nunca ha tenido una burguesía nacional. Lo que ha llevado a que el capital producido caiga en manos extranjeras.  En el proceso de siglo XX, es cuando Haití consigue alguna burguesía nacional con intereses personales.

 

Casimir (1987), nos invita a analizar el país caribeño no desde una óptica euro céntrica, por el contrario nos invita a ver al país como un apéndice de la vida africana y nos lleva a valorizar el proceso y sistema de dicha vida.

Cuando vemos la historia de América Latina y el Caribe desde el crisol de un análisis de los hechos, podemos darle valor a los procesos de cambio que se inicia en 1959 con la revolución cubana. América Latina y el Caribe han sido blancos de ataques para el enriquecimiento de las grandes metrópolis. De la misma forma podremos entender lo que con tanta pena y angustia nos provoca la pobreza haitiana. Este análisis histórico se debe trabajar más a menudo, para que en plena década de fiestas por los bicentenarios de las independencias latinas las celebraciones tomen un curso práctico en la defensa de las soberanías nacionales. Esto junto con el reclamo de los pueblos latinos a la liberación política de Puerto Rico y la salida intervencionista de Estados Unidos en los países latinoamericanos y caribeños. El hecho de la creación de la UNASUR y de un Petrocaribe, nos da una señal de dónde debe avanzar el proceso de organización política de unos países que desde el mismo día de su liberación han pasado a ser foco de ataques.     

Bibliografía

Boersner, Demetrio, (1990). Relaciones internacionales de América Latina: Breve historia. Capítulo 3 – 4, págs. 77- 125.

Bosch, Juan. (1983), De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe, frontera imperial. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. Capítulos 16, 17, 18, 19.

Casimir, Jean. (1987), “Estudio de caso en respuesta a los problemas de la esclavitud y de la colonización en Haití”. En África en América Latina. Págs. 398 – 422.

Gaztambide Géiser, Antonio, (2006). Tan Lejos de Dios… Ensayos sobre las relaciones del Caribe con Estados Unidos. San Juan y La Habana: Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y El Caribe, Edición Callejones y Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan Marinello”.

Geggus, Davis. (1989), “The Haitian Revolution” En The Modern Caribbean. Capítulo 2, págs. 21 – 50.

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Angel Pérez Soler
Estudiantes doctoral de Historia de Puerto Rico
aperezsoler777@yahoo.com