minh


http://www.redbetances.com/

 

Descarga tu ejemplar

 

piensalo

 

entrelineas

http://www.claridadpuertorico.com/

 

http://forodesaopaulo.org/

 

orinoco

 

portal-alba

Estamos en los canales

Bibiioteca MINH

Videos MINH

Facebook MINH

Ustream

Visitas:
Natalicio de Oscar Collazo: Semblanza de Rafael Cancel Miranda PDF Imprimir Correo
Escrito por Julio A. Muriente Pérez / Copresidente del MINH   
Lunes, 25 de Enero de 2016 07:48

muriente-nat-collazo

Rafael Cancel Miranda, el exprisionero Nacionalista, el alumno de Don Pedro, el compañero de armas de Lolita, Irving y Andresito, el continuador de la tarea iniciada por Oscar y Griselio en la década de 1950, el Héroe Nacional, el poeta, el platicador incansable, el gran amigo y compañero, es hoy por hoy el dirigente independentista más importante, influyente, respetado y querido de nuestra Nación.

 

Estimados Compañeros y Compañeras:

Mis primeros pensamientos en esta noche van hacia el querido compañero Fermín Arraiza Navas. Para él y los suyos, víctimas de una desgracia que es también nuestra, nuestra solidaridad y los más profundos sentimientos de amor.

Asimismo, mis primeros pensamientos van dirigidos a nuestra Juventud Hostosiana, que se ha distinguido hoy, en diversas facetas de esta gran actividad, en la participación musical y en toda la organización, con eficiencia y alegría. Esos son nuestros jóvenes, garantía del porvenir de la Patria.

Confieso que me siento abrumado. Conforme pasaron los días desde que la querida compañera Wilma Reverón Collazo me invitó a participar en esta solemne actividad, me fui percatando de que la misma constituía, a la vez, un gran privilegio y una enorme responsabilidad para mí.

Es la primera vez que participo como orador en esta solemne actividad anual. También es la primera vez en que me corresponderá participar en la condecoración de estos queridos patriotas. Asimismo, es la primera ocasión en casi cuarenta y ocho años de militancia política, que comparto la tarima con el compañero Rubén Berríos.

A finales de diciembre de 1999, pocos meses después de iniciarse la gran jornada a favor de la paz y la libertad en la Isla Nena, escribí un artículo que fue publicado en el periódico Claridad, titulado “Rubén, Vieques y la lucha Nacional”. En el mismo expresaba lo siguiente:

No nos cuesta trabajo hacer este reconocimiento al compañero Rubén Berríos. Hemos ido aprendiendo, golpe a golpe, a aplaudir a quien merece ser aplaudido. Nos hemos ido educando en la necesidad de desarrollar formas nuevas y superiores para establecer relaciones y comunicación, entre los puertorriqueños en general y entre los independentistas en particular.

No se trata de esconder las diferencias debajo de la alfombra, sino de privilegiar en las coincidencias, para avanzar en el proceso de lucha nacional hacia la descolonización e independencia.

No somos ingenuos ni idealistas. Por muchos años se han acumulado prejuicios de parte y parte, hemos cometido errores de parte y parte y hemos sido sectarios e intolerantes de parte y parte. Esas guerras chiquitas, justas o frívolas, que hemos librado los independentistas por décadas, no se resuelven de la noche a la mañana.

Será la acción y no los discursos la que allane caminos y fortalezca coincidencias; y la voluntad que dan la madurez y la altura de miras. A eso apostamos nosotros. Es a lo menos que pueden aspirar quienes desean ser vistos por el Pueblo como constructores de una sociedad superior.


Han pasado diez y seis años desde entonces. En efecto, en todo este tiempo se han dado en el País nuevas y trascendentales jornadas de lucha. Asimismo, tenemos de frente muchas otras jornadas de lucha, muchos retos, muchas responsabilidades que cumplir a favor de la libertad de nuestra Nación.

Diez y seis años después sigo pensando de igual forma sobre la necesidad e incluso la urgencia de allanar caminos, de fortalecer coincidencias en la acción y no con meros discursos, y de dar paso a la voluntad que ofrecen la madurez y la altura de miras.

Sobre todo sigo creyendo, como han de creer ustedes también, que tenemos la obligación—no la discreción sino la obligación—de prestar atención especial a  las coincidencias, que son la mayoría, para avanzar en la ruta de la independencia nacional, en un momento histórico como éste, tan prometedor, fruto directo de la lucha que hemos librado unos y otros por largas décadas, sin flaquear ni perder la confianza en el porvenir ni por un instante.

Por eso afirmo con gran satisfacción que me siento homenajeado, al poder compartir hoy, en este lugar tan respetado que es el Colegio de Abogados, esta singular tarea patriótica con el compañero Rubén, en compañía nada menos que de estos insignes puertorriqueños a quienes rendimos tributo hoy, Don Heriberto Marín y  Don Rafael Cancel Miranda, así como con la querida compañera Lucy Rodríguez.

Recuerdo vívidamente la tarde de aquel doce de septiembre de 1979: la multitud delirante, las canciones y consignas, las banderas monoestrelladas al cielo, la alegría que aumentaba a cada instante, llegando a su clímax en el instante en que la masa jubilosa divisó allá, a la distancia, el avión que los traía a la Patria.

Aquella tarde, hace ya más de treinta y seis años, al igual que gran parte de los allí presentes, vi por primera vez a Rafael Cancel Miranda, y a Lolita Lebrón, y a Irving Flores; y a Oscar Collazo. A Andrés Figueroa Cordero lo conocería después, en una visita que le hice al hospital donde estaba recluido.

Por cierto, recuerdo que pocos meses después de la llegada de nuestros héroes nacionales, a principios de diciembre de 1979, se celebró en la Ciudad de México la Segunda Conferencia Internacional de Solidaridad con la Independencia de Puerto Rico. Allí tuve la oportunidad de compartir con Oscar, a quien en algún momento llevé a pasear por la Alameda Central, contigua al Hotel del Prado, que era la sede de aquel importante evento solidario y que pocos años después colapsaría ante la fuerza de un movimiento sísmico.

He tenido la gran fortuna de compartir de manera especial con Rafael Cancel Miranda durante los pasados años. Un buen día se me ocurrió hacerle una entrevista. Hice la solicitud de rigor y de inmediato recibí una respuesta afirmativa. Terminó siendo una biografía no autorizada, que se inicia en sus primeros años en Mayagüez y llega hasta nuestros días. Es la historia de Pito, como le llamaban en el barrio a aquel muchacho espigado enamorado de la patria, del béisbol y las mujeres, profundo amante de sus padres, veterano del patriotismo desde la niñez, extraordinario ejemplo de firmeza y perseverancia.

Así me refiero a aquel encuentro en la Introducción del libro que surgió de la mencionada entrevista:

Fueron más de diez horas de preguntas, respuestas, comentarios, digresiones, anécdotas, risotadas, silencios, chistes, recuerdos, olvidos, tristezas, alegrías, reiteraciones, sorpresas, cariños…

Hubo que llegar a las citas a la “hora Nacionalista”. Nos esperaba reloj en mano en cada sesión de trabajo, puntillosamente puntual. Con una sonrisa. Y con un abrazo.

Nosotros—mi hijo Gabriel y yo—mientras tanto, llegábamos cargados de papeles, de cámaras y grabadoras, y en alguna ocasión—porque es uno de los secretos que logramos descubrir—con una caja repleta de bizcochitos que, junto con las papas fritas y las mazorcas de maíz--¡así como lo lee!—son la debilidad de Rafaelito.

Fue un encuentro especial, íntimo en el más íntimo sentido de la palabra…

Fue una experiencia, realidad imprevisible. Seria y divertida al mismo tiempo.

Escuchándole, así tan de cerca, con tanta vehemencia, seguridad y patriotismo, contempla uno, maravillado, el tesoro tan grande que representan para nuestra sociedad y para nuestra historia nacional, esos hombres y mujeres que, como Rafaelito, han estado dispuestos a tanto; prestos, no digamos al sacrificio…a la satisfacción y la felicidad de entregarse todos y todas por sus convicciones, como el más grande acto de amor imaginable.

Conocer tanto como podamos de la vida de este puertorriqueño maravilloso genera en cada uno de nosotros y nosotras un orgullo y una seguridad indescriptibles. Fortalece la autoestima individual y colectiva y nos ayuda a recuperar nuestra condición de sujetos históricos—que, infructuosamente, han querido destruir los enemigos de nuestra Nación—con una gran historia vivida y una gran historia por edificar. (…)

Muchos, al referirse a Rafael Cancel Miranda, lo identifican como exprisionero Nacionalista. Y eso es cierto. Lo de exprisionero y lo de Nacionalista, ideario que bebió de su querido padre, Don Rafael Cancel y del Maestro, Don Pedro Albizu Campos. Tanto así, que Rafaelito, junto con Lolita, Irving y Andresito siguieron los pasos heroicos de Oscar Collazo y Griselio Torresola, y estremecieron al planeta entero al realizar una extraordinaria acción patriótica en el Congreso de Estados Unidos el primero de marzo de 1954—ese mismo Congreso del que tantas humillaciones recibe nuestro Pueblo en nuestros días—y enfrentaron con inusitada fortaleza de espíritu un cuarto de siglo en prisión.

Por eso también le denominan—le denominamos-- Héroe Nacional, con toda justeza, pues no ha sido otra cosa que una vida de heroicidades la existencia de Rafael Cancel Miranda, abanderado de la dignidad nacional.

Rafael Cancel Miranda, el exprisionero Nacionalista, el alumno de Don Pedro, el compañero de armas de Lolita, Irving y Andresito, el continuador de la tarea iniciada por Oscar y Griselio en la década de 1950, el Héroe Nacional, el poeta, el platicador incansable, el gran amigo y compañero, es hoy por hoy el dirigente independentista más importante, influyente, respetado y querido de nuestra Nación.

Tenerle aquí, junto a nosotros y nosotras, poder tocarle, abrazarle, besarle, sonreírle, consultarle, escucharle, acompañarle, conspirar junto a él, revalidar a su lado el compromiso de vida por la Nación, analizar y reflexionar, aprender, maravillarnos de sus anécdotas que no son otra cosa que su vida, su vida inmensa, es algo indescriptible.

Rafaelito nació un 18 de julio. El mismo día en que nació otro ser maravilloso, Nelson Mandela. Nada más esa coincidencia bastaría para creer en el destino…

Como decía nuestro inolvidable Juan Mari Brás, su compueblano y amigo de la infancia, Rafaelito es un ser de otro planeta.

Rafaelito es inspiración, es voluntad, alegría y disposición al combate, en tiempos en que resultan indispensables la inspiración, la voluntad, la alegría y la disposición al combate. Rafaelito es modelo de perseverancia y seguridad en el porvenir, en tiempos en que, contra viento y marea, hay que perseverar y confiar en el porvenir. Rafaelito es modelo de juventud y amor, en tiempos en que resultan indispensables el rejuvenecimiento del espíritu y las ideas, y el fortalecimiento mayor de los sentimientos amorosos que, como dijera alguna vez el comandante Ernesto Che Guevara, son la motivación de toda acción revolucionaria a favor de la libertad y la felicidad de nuestros pueblos.

Pero Rafaelito no es simplemente ese ser excepcional que aparece una vez cada miles de años. No. Para bien y gracia de nuestra Nación, junto a Rafaelito, antes, durante y después de su vida gloriosa, han surgido hombres y mujeres que al igual que él han dado muestras extraordinarias de patriotismo, valentía y desprendimiento, a favor de su Pueblo, de nuestro Pueblo. Aquí tenemos a nuestra querida y respetada compañera Lucy Rodríguez, digna representante de la mujer puertorriqueña, criada en las entrañas del monstruo y desde allí mismo combatiente revolucionaria, exprisionera política e incansable combatiente.

Tenemos a nuestro querido Oscar, el otro Oscar, Oscar López Rivera, secuestrado de su Pueblo hace treinta y cuatro años; ejemplo como tú y como ustedes de un patriotismo sin límites, de una entrega total, inspiración de nuestra gente en pleno siglo veintiuno. Para Oscar también nuestro homenaje, nuestro abrazo y nuestras muestras de amor, solidaridad y agradecimiento.

Tenemos a la compañera Ana Belén Montes, que lleva catorce años prisionera en una cárcel estadounidense de Texas, cumpliendo una condena a 25 años, por apoyar decididamente la Revolución Cubana.

En una comunicación reciente con un familiar, decía Ana Belén lo siguiente:

“Cualquier cosa que ayude a Puerto Rico a comprender a Cuba—su historia y su actualidad—me ayuda a mí. Lo importante para mí es que Cuba sea comprendida, su realidad. Yo soy lo de menos. Las dos alas, las dos alas del mismo pájaro, podrían tener un intercambio muy fructífero.”

Por eso, Rafaelito, puedes sentirte satisfecho. La semilla regada ha dado fruto. Tu vida y tu ejemplo, como la vida y el ejemplo de innumerables luchadores, va siendo modelo a seguir en el presente por valiosísimos sectores de las nuevas generaciones. Por eso nuestros jóvenes te veneran. Por eso le brillan los ojos cuando se encuentran contigo. Por eso ríen desenfadadamente cuando escuchan tus historias, tus vivencias, tus chistes o cuando escuchan tus poemas.

El semestre pasado invité a Rafaelito para que compartiera con mis alumnos y alumnas en una de mis clases, en la Universidad de Puerto Rico. Otros alumnos y profesores se enteraron. En el salón no cabía un alma. El encuentro fue mágico. Posteriormente le propuse a mis estudiantes que produjeran un ensayo a partir de aquella experiencia y de la lectura de la entrevista publicada que les mencioné.

Permítanme leer los fragmentos de uno de aquellos ensayos, el de una joven universitaria de diez ocho años:

“Voy a ser honesta y decir que antes de esta clase yo no tenía idea de quien era Rafael Miranda. Ahora me siento privilegiada de poder haberlo escuchado hablar y aprender sobre su vida. Disfruté leerme el libro de Pito y poder conocer tanto de una persona que ahora admiro. Siempre he querido la independencia para Puerto Rico y apoyar nuestro Pueblo, pero Rafael me inspira a hacer algo más allá de anhelar, a ser parte de algo mayor y actuar por mi querida Isla…


…Es difícil definir a alguien como Rafael Cancel Miranda. Él es un señor humilde, simpático, sumamente determinado, respetado y sobre todo sabio. Definitivamente no hay muchos como él hoy en día. En la lucha desde joven, Don Rafael no se ha dado nunca por vencido a pesar de pasar 25 años encarcelado. No puedo ni imaginar lo difícil que debe ser pasar tanto tiempo en la cárcel, ya que son más que los años que tengo y 7 adicionales… Definitivamente hay que ser una persona muy fuerte mental y emocionalmente para salir lo bien que ha salido Don Rafael…

…Igualmente encuentro fascinante que se enseñó a sí mismo a tocar guitarra y después le enseñó a otros, con una guitarra que todavía tiene. Su amor por la poesía y la manera que él puede recitar poesía en una conversación de la nada me asombra...

…Al salir de la cárcel siguió inmediatamente en la lucha. Sigue apoyando a los nacionalistas y habla en contra de cualquier abuso hacia Puerto Rico y su gente..

…Nunca se me va a olvidar que él dijo que si vas a aprender de algo, debes aprenderlo todo, porque si alguien te pregunta algo que no sabes, te puede desacreditar completamente. Fue un placer haberlo escuchado e interactuar con él…

…Su ataque a tiros al congreso es algo que mueve la mente, algo valiente. Una persona valiente con un corazón de oro y un humor de madre. A sus 85 años cuerdo y sigue luchando, ya en paz y satisfecho con lo que ha logrado, y sigue ayudando…

…Seguiré aprendiendo de la historia y las personas que hicieron algo en ella. Seguiré leyendo sobre Albizu, sobre Lolita Lebrón, sobre Betances, sobre los próceres. Sigo sembrando, sigo picoteando, y seguiré luchando, por Rafael y Puerto Rico.


Querido Rafael, de mi parte y de parte de parte de quienes estamos aquí esta noche, recibe las muestras del amor más profundo, la gratitud mayor por entregarnos tu amistad, porque has permitido que seamos tus discípulos y discípulas, modestos continuadores de esta gran lucha libertaria en la que tú ocupas un lugar singular.

El corazón que anida en tu pecho invencible, querido Rafaelito, es digno receptor de la Medalla al Centenario concebida en homenaje y recuerdo de ese otro grande, nuestro inolvidable Héroe Nacional Oscar Collazo, de la que te hacemos entrega solemne hoy.

¡Gloria a nuestros Héroes y Mártires!
¡Gloria a nuestro Héroe Nacional, Oscar Collazo!
¡Gloria a nuestro Héroe Nacional, Rafael Cancel Miranda!
¡Viva Puerto Rico Libre!

 

Medalla Centenario del Héroe Nacional Oscar Collazo

Homenaje a los Patriotas  Rafael Cancel Miranda y Heriberto Marín

23 de enero de 2016, Colegio de Abogados, San Juan

 

Misión PR en Cuba

 

Fundación Juan Mari Brás

 

Otro PR es posible

 

Nuestra Opinión en blanco y negro

Documentos

Solo el administrador



banner minhOficina Central, C 25 NE 339, San Juan, Puerto Rico 00920.
Teléfono (787) 774-8585,
minhpuertorico@minhpuertorico.org

otropuertoricoesposible@gmail.com

No necesariamente lo publicado representa la posición del MINH.