Un compromiso con la historia y con el futuro Imprimir
Escrito por Adán Chávez Frías   
Miércoles, 20 de Diciembre de 2017 11:39

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La Revolución Bolivariana se encuentra en pie de lucha, emprendiendo una gran ofensiva política, económica y social para derrotar a los enemigos internos y externos y continuar avanzando en la construcción socialista.



Nuestra capacidad de resistir y superar esta agresión imperialista multifactorial y sin precedentes, nos concede además la suficiente autoridad moral para colocarnos al frente de la dura batalla que hoy libran los pueblos del mundo contra el poderío hegemónico estadounidense.

Por ese motivo, como líder del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), nuestro Presidente Nicolás Maduro reiteró durante la Cumbre Extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), celebrada en Turquía, su solidaridad con Palestina y condenó la decisión unilateral y violatoria del derecho internacional de la administración Trump de declarar a Jerusalén como capital de Israel.

Venezuela es hoy en día, gracias a la diplomacia de paz que inició el Comandante Hugo Chávez, una nación con voz e influencia en el sistema internacional, tanto en el ámbito geopolítico como en el económico.

En cumplimiento del cuarto objetivo histórico del Plan de la Patria, nosotros abogamos por la conformación de un mundo pluripolar y multicéntrico, en el que se logre llevar a la realidad el concepto bolivariano de establecer relaciones de respeto e igualdad entre todos los países.

Es absolutamente necesario seguir consolidando este objetivo, para poder echar por tierra definitivamente la hegemonía política, económica, cultural y militar que el imperio yanqui pretende seguir imponiendo a los pueblos libres y soberanos del mundo. De no lograrlo, iremos a la barbarie. Con nuestras respectivas peculiaridades, debemos gritar en todo el planeta, con la Rosa de todos los tiempos: ¡Socialismo o Barbarie!.

La locura del imperio ha colocado a la humanidad nuevamente al borde de una guerra nuclear con la delicada y tensa situación en la península coreana, mientras acrecienta la inestabilidad en el Medio Oriente con su posición sobre Jerusalén y atenta contra la democracia en América Latina.

Estamos obligados a derrotar esas pretensiones defendiendo nuestra soberanía y dando continuidad a nuestros procesos de liberación nacional con las particularidades de cada pueblo.

A 187 años de la partida física del Padre Libertador, debemos seguir demostrando de qué estamos hechos los hijos e hijas de Bolívar. Tengo la certeza de que sabremos ser merecedores de esa herencia histórica y que estaremos a la altura, como dijo el Comandante Eterno “de esa historia que nos reta, que nos compromete, que nos latiguea, que nos desafía, de esa historia que aquí renació, que aquí volvió, que va delante de nosotros y exige mucho”.

En medio de la escalada hegemónica, surgen nuevas alianzas que propician sólidas estrategias de resistencia antiimperialista. Vendrán nuevas batallas y nuevas victorias.

El capitalismo está en crisis y en decadencia, por eso mismo, es más agresivo y peligroso. Pero también los pueblos estamos más conscientes del camino a seguir, de la necesidad de preservar la soberanía y la independencia para evitar el saqueo y la expoliación de nuestros recursos.

Juntos no desmayaremos en la ofensiva revolucionaria. Así lo demuestran los movimientos sociales en Honduras, en rebelión contra el fraude electoral de la oligarquía; así lo evidencia el valiente pueblo palestino en su lucha hoy más que nunca por su territorio y por su derecho a existir.

Este año que está finalizando abre las puertas al epicentro de una nueva etapa histórica. Entraremos a un nuevo ciclo de la Revolución que sellará la irreversibilidad del proceso de transformación de nuestro modelo político y social.

Pese a cualquier escenario, el pueblo venezolano no dará marcha atrás en su empeño de ser soberano y de consolidar un Estado democrático de derecho y de justicia social; es decir, el estado que define nuestro Socialismo Bolivariano.

Saludamos entonces el cierre en 2017, con fecha de reinicio para el próximo mes de enero, de las conversaciones para el diálogo de paz nacional entre el Gobierno Bolivariano y la oposición venezolana en República Dominicana, con una exitosa jornada avalada por la comunidad internacional donde se avanzó exitosamente hacia la concreción de una herramienta para garantizar la convivencia, la tolerancia y la generación de las condiciones que nos permitan de manera conjunta resolver la situación que ha generado el golpe de estado continuado, con la implementación de los actos violentos conocidos y la guerra económica impuesta.

Hemos vivido un año 2017 heroico, de resistencia, de unión, de grandes batallas y victorias. Un año en el que nuestro pueblo infinito y estoico, inmenso frente a todos los retos, siguió mayoritariamente apostando al camino de la vida, al camino del amor, de la hermandad, de la paz con dignidad.

2018 será un año de grandes desafíos. Será el año para reafirmar nuestro compromiso con el futuro, y con el legado victorioso del Comandante Chávez, un año para ajustarnos firmes el morral para las batallas venideras y seguir adelante; no podemos entonces fallarle a la historia y por ello será prioritario acelerar los planes que permitan fortalecer la Revolución Bolivariana en la gestión de gobierno y en el plano político, ideológico y electoral.

“Lo más grande que tiene nuestra Revolución es el pueblo venezolano- nos sigue diciendo nuestro líder histórico- ¡No lo defraudemos! ¡Luchemos por él! ¡Luchemos con él! ¡Demos la vida por ese pueblo!. Pongamos todo nuestro empeño por ese pueblo, por su vida, por su felicidad, por su bienestar”. Ese es nuestro más grande y eterno compromiso, ese es nuestro juramento. Lo cumpliremos¡¡

Desde este espacio para el debate y la reflexión de todos y todas, nos despedimos hasta el mes de enero, deseando a todas las familias venezolanas una Feliz Navidad y un Año Nuevo pleno de bendiciones.

¡Con Chávez Siempre!


(Sentir Bolivariano)