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Oscar, con agudo y doloroso acento al final PDF Imprimir Correo
Escrito por Rodolfo Eduardo Chacón Chaluisán   
Lunes, 23 de Marzo de 2015 14:38

oscar

La intención de realizar este trabajo investigativo es que se conozca la verdadera dimensión de la lucha de Oscar López Rivera y levantar conciencia sobre las injusticias a las que ha sido sometido por los pasados 33 años.

 


 

 

Oscar, con agudo y doloroso acento al final

Rodolfo Eduardo Chacón Chaluisán
Universidad Interamericana de Puerto Rico Recinto Metropolitano
Facultad de Estudios Humanísticos
CIPO 4900
Investigación Política
Lcdo. Héctor Luis Acevedo
12 de febrero de 2015


Investigación

 

El artista puertorriqueño Antonio Martorell describe como nadie a Oscar López Rivera. Sus palabras cincelan la esencia de este patriota:

“…cuando decimos Oscar en español puertorriqueño, cuando decimos Oscar y no Óscar con acento en la o, esas dos sílabas traen consigo dos tiempos y una compartida eternidad. Si para algunos Óscar con acento en la primera sílaba, llanamente, nos remite a la estatuilla dorada premio de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, Oscar con agudo y doloroso acento al final, es un nombre fraguado en el crisol de una lucha centenaria y libertaria. Es un nombre que rehúsa el encierro, aún el del propio nombre”.  

De ahí el título de nuestra investigación Oscar, con agudo y doloroso acento al final, sobre la figura del puertorriqueño Oscar López Rivera, el prisionero político más antiguo del hemisferio.

Oscar, como cariñosamente le decimos los puertorriqueños, continúa agotando dos sentencias a nivel federal que en conjunto suman 70 años de prisión. Hasta el momento, Oscar ha cumplido 33 años de presidio en cuatro correccionales estadounidenses, entre ellas: Leavenworth en Kansas; USP Marion en Illinois, ADX  (Administrative Maximum Unit) Florence  en Colorado, y por último Terre Haute en Indiana, donde se encuentra actualmente. Oscar se refiere a tales precintos carcelarios como gulags  haciendo referencia al régimen opresivo soviético que se instauró contra los presos políticos o presos de conciencia en la extinta Unión Soviética. Cabe destacar que la cárcel de Marion se convirtió en 1978 –dos años antes del arresto de Oscar– en la penitenciaría de mayor seguridad en los Estados Unidos. En otras palabras, cuando a Oscar se le traslada a la cárcel de Marion, se le estaba tratando como a un criminal de altos vuelos –y tomando en cuenta el delito por el cual fue condenado– como a un terrorista también. Oscar ha denunciado en muchas ocasiones ser víctima de malos tratos, tanto psicológicos como físicos. Estudiar su caso nos ha mostrado el lado más oscuro del sistema penitenciario norteamericano.

La intención de realizar este trabajo investigativo es que se conozca la verdadera dimensión de la lucha de Oscar López Rivera y levantar conciencia sobre las injusticias a las que ha sido sometido por los pasados 33 años.

A un primer nivel nos interesa preguntarnos ¿Quién es y cuál es la formación de Oscar López Rivera? ¿Cómo lo marcó su experiencia como soldado en la Guerra de Vietnam?  ¿Cómo se convirtió en un líder de la comunidad puertorriqueña en Chicago? ¿Cuáles fueron sus mayores aportaciones? ¿Quiénes influyeron en su decisión de incursionar en el nacionalismo revolucionario? ¿Qué fueron las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional? ¿Qué otras organizaciones político-militares existieron en Puerto Rico durante el pasado siglo?

A un segundo nivel nos preguntaremos ¿Qué significa declararse prisionero de guerra? ¿Contra qué grupos y en qué momento el gobierno de Estados Unidos utilizó la acusación por conspiración sediciosa?  ¿Por qué algunos prisioneros políticos y de guerra puertorriqueños han sido acusados por conspiración sediciosa? ¿Cuáles fueron las sentencias que se les impusieron?

A un tercer nivel explicaremos el régimen de tortura al cual Oscar y sus compañeros estuvieron sujetos en las cárceles federales. También buscaremos respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué esfuerzos por la excarcelación de los prisioneros políticos y de guerra puertorriqueños anticiparon la oferta presidencial de indulto del 1999? ¿En qué consistió la oferta presidencial de indulto? ¿Qué esfuerzos por la excarcelación de Oscar López Rivera se han realizado desde 1999?

I. ¿Quién es y cuál es la formación de Oscar López Rivera?

Oscar es oriundo del pueblo de San Sebastián del Pepino. Personifica al puertorriqueño común que emigró  en 1952 –cuando tenía 9 años de edad– hacia la ciudad de Chicago junto a su familia en busca de una mejor vida.  En dicha ciudad culminaron sus estudios preparatorios y comenzaron sus estudios universitarios que, poco tiempo después, tuvo que abandonar por razones económicas. En 1964, Oscar fue reclutado por el Ejército de los Estados Unidos y tuvo que ir a combatir en la Guerra de Vietnam como otros miles de puertorriqueños que fueron llamados al servicio militar obligatorio. Sobrevivió y fue condecorado con la Estrella de Bronce por su valor y coraje en el campo de batalla al arriesgar su vida por salvar a otros compañeros. Leer al estudioso Luis Nieves Falcón nos ayuda a comprender que la Guerra de Vietnam despertó en Oscar una conciencia nueva en dos sentidos: primero, fue en Vietnam que se identificó por vez primera con la bandera puertorriqueña. Oscar comentó al respecto:

“Yo soy testigo de lo pernicioso que es la ignorancia y la falta de conciencia. Veamos: la primera vez que me identifiqué con la bandera de Puerto Rico fue en Vietnam. Un compañero boricua llevaba una pintada en el camuflaje de su yelmo. Me llamó la atención y yo también pinté una. Después vi a otros boricuas que habían hecho lo mismo y se convirtió en un símbolo de identificación puertorriqueña. Yo tenía sobre 22 años de edad antes de descubrir la bandera puertorriqueña. Lo incongruente y desconcertador de la experiencia es el asunto de la edad, el sitio donde ocurrió y las circunstancias. Un puertorriqueño, colonizado hasta el tuétano, peleando una guerra fomentada para proteger o defender la hegemonía de intereses económicos de su colonizador, descubre su bandera, pero no ha hecho nada por defenderla”.  

Segundo, al igual que le ha sucedido a otros seres humanos que han vivido los estragos de una guerra, se agudizó su sentido crítico sobre la vida y comenzó a cuestionar los porqués del imperialismo estadounidense y el rol de los puertorriqueños en sus cruzadas:

“Puedo decirles que he sido ambos: he sido el puertorriqueño bueno y el puertorriqueño malo. En el 1965 era el puertorriqueño bueno. Fui reclutado y serví en el Ejército de los Estados Unidos… Estuve un año en Vietnam. Fui lo suficientemente bueno para que el Secretario del Ejército, me otorgara la Medalla de Bronce por servicios meritorios, valor y coraje bajo fuerzas hostiles. Era un puertorriqueño bueno porque fui a Vietnam a pelear en contra de gente que no me había hecho nada y fui allá a pelear en su contra… Le disparaba a los vietnamitas. Estos me disparaban. Por eso, era un buen puertorriqueño”.  

Al culminar su servicio militar en Vietnam, Oscar regresa a la ciudad de Chicago con planes de continuar sus estudios universitarios. Era la época del cantante Marvin Gaye y sus canciones de protesta contra la Guerra de Vietnam, el racismo y la falta de oportunidades para los negros, entre otros problemas sociales existentes en los Estados Unidos. El mismo Marvin Gaye conoció los horrores de esa guerra a través de su hermano Frankie. Dos de sus canciones más famosas –What’s going on y Mercy mercy me– se convirtieron en himnos para las clases oprimidas y para los colectivos que reclamaban un cambio en la política pública y en la política exterior de los Estados Unidos.  A su regreso de Vietnam, Oscar se planteó dos objetivos: manifestarse en contra de la guerra; y vincularse a los diferentes grupos de la comunidad puertorriqueña en Chicago que demandaban mejoras en los servicios sociales básicos, a su entender: vivienda, educación, empleo y sanidad. Cabe decir que, Oscar tenía muy claro que las reivindicaciones sociales tenían que ir de la mano del desarrollo cultural. Una tesis que en otro contexto y en otras circunstancias ha desarrollado el doctor Ibarrexte , expresidente de la Comunidad Autónoma del País Vasco, diciendo que el desarrollo cultural es un elemento imprescindible en la ecuación para el desarrollo sostenible de un pueblo. Oscar escogió una tarea ardua y mucho más en una ciudad como Chicago, la cual fue etiquetada por Martin Luther King Jr. como una de las ciudades más racistas de los Estados Unidos.

II. Líder de la comunidad puertorriqueña en Chicago

Podemos decir que la mayor aportación de Oscar como líder comunitario en Chicago se dio en el sector educativo y en el cultural. Se unió a la lucha por una educación bilingüe en las dos escuelas de la ciudad de Chicago que atendían a la comunidad latina. Dicho reclamo culminó con la aprobación de la ley conocida como Transitional Bilingual Education Act, la cual permitió el desarrollo del primer programa bilingüe en la ciudad de Chicago en la Escuela José de Diego. Apoyó también el reclamo para que las dos universidades públicas de Chicago aumentaran las cuotas de estudiantes de minoría. Fue así como luego de innumerables protestas y encontronazos con la policía, la Universidad de Illinois estableció el Project 500; un plan para asegurar el ingreso anual de 500 estudiantes latinos y afroamericanos a su institución. Se creó además el bloque curricular de Estudios Latinoamericanos con la idea de que los latinos no perdiesen contacto con su cultura. Oscar también fundó el programa Latin American Recruitment Educational Services (LARES); una iniciativa para promover la cultura puertorriqueña en la ciudad que tuvo éxito y propició la inauguración del primer Centro Cultural Latino Rafael Cintrón. Por otro lado, con miras a fortalecer a la clase trabajadora latina, Oscar fundó el Spanish Coalition for Jobs, organismo que ejercía presión a las grandes fábricas de Chicago para que reclutaran a más latinos. En 1972, colabora con el establecimiento de la Escuela Pedro Albizu Campos. Dicha institución iba a tener un propósito importante: ofrecerle a los puertorriqueños un  modelo de educación alternativa, diferente a lo que ofrecía el sistema público de educación catalogado como racista.

Sucede con frecuencia que en las grandes metrópolis las minorías quedan desplazadas a barrios marginales caracterizados por las pésimas condiciones de vivienda. Muchas son las historias de puertorriqueños que emigraron a Chicago o Nueva York y tuvieron que vivir en sótanos infestados con ratas y cucarachas. Oscar se convirtió en una voz para los puertorriqueños que denunciaban los altos costos de vivienda y la pésima atención por parte de los dueños para realizarle mejoras a sus apartamentos. La indiferencia de los dueños provocó manifestaciones frente a las residencias de los mismos; que usualmente se ubicaban en sectores privilegiados de la ciudad. Para tratar de cambiar esta realidad, Oscar se vuelca en apoyar la creación de la Bicken Dike Housing Development Corporation; organización que se dedicó a ayudar a los latinos a encontrar viviendas adecuadas para vivir. Oscar también marchó por mejoras a los servicios de salud.

III. Oscar López Rivera - estandarte de la lucha contra el colonialismo

Para conocer más a fondo la figura de Oscar López Rivera, entrevistamos al licenciado Alejandro Torres Rivera, quien ha seguido de cerca su trayectoria a través de los años.  Como punto de partida nos invitó a repasar la historia del independentismo puertorriqueño y su desarrollo. Para ello citó a don Germán Delgado Pasapera quien estableció que las primeras manifestaciones de lucha independentista en Puerto Rico se remontan al año de 1795 cuando aparecieron unas monedas con frases acuñadas pidiendo la separación de Puerto Rico del Reino de España. Desde entonces las corrientes del pensamiento político puertorriqueño se han dividido en tres: los autonomistas, los independentistas y los que piden la asimilación. De las tres corrientes, la más antigua y la más perseverante ha sido la independentista. Torres Rivera también mencionó al historiador José Paralitici quien comentaba que, quizás con excepción de la década de 1920, no habido una sola década en la historia de Puerto Rico donde no haya habido presos políticos puertorriqueños como resultado de la lucha por la independencia nacional.  El movimiento independentista puertorriqueño ha utilizado muchos métodos de lucha a través de los años y como resultado de esas gestiones, muchos puertorriqueños han cumplido prisión. Oscar López Rivera es el único prisionero político puertorriqueño que aún cumple condena.

De la misma manera, entrevistamos al licenciado Eduardo Villanueva Muñoz, a quien le unen estrechos lazos de amistad con Oscar. Desde el año 1997, Villanueva visita a Oscar una o dos veces al año en prisión. Nos contó con emoción que él junto a la licenciada Jan Susler, la abogada de Oscar, tuvieron la dicha de sostener la primera visita donde se le permitía a Oscar abrazar a sus visitantes. Este dato es relevante porque Oscar llevaba 12 años sin poder tocar ni abrazar a nadie en prisión; las autoridades carcelarias no se lo permitían. Según nos comentaba, mantener una comunicación constante con Oscar ha sido una escuela de formación para él. Lo describe como un hombre que asume la lucha con disciplina: “Oscar, en vez de quejarse, aconseja y anima a muchas personas”.

Al preguntársele sobre cómo se convirtió Oscar en independentista, Villanueva nos narró que, de acuerdo a lo que él personalmente ha conversado con Oscar, la influencia de su hermano, el historiador José López Rivera, el ejemplo del gran líder revolucionario Pedro Albizu Campos, la vida y obra de Ernesto Guevara y la oportunidad de conocer a grandes líderes del nacionalismo puertorriqueño –exiliados en Estados Unidos luego de la implantación de la ley de la mordaza– formaron al Oscar independentista.  

En la década del 70 Oscar comienza a manifestarse en pro de las reivindicaciones independentistas, como por ejemplo, la lucha a favor de la excarcelación de los nacionalistas puertorriqueños  condenados a prisión por el ataque a la Casa Blair en 1950 y el ataque al Congreso en 1954.  Para entonces Oscar empieza a vincularse con otros puertorriqueños independentistas que creían en la lucha armada como medio para conseguir la independencia de Puerto Rico. En otras palabras, el pensamiento político de Oscar se fue radicalizando paulatinamente; claro está, encontraba suficientes motivos para ello.


*Por ser un escrito extenso y esclarecedor sobre Oscar, le nvitamos a descargar la investigación de Rodolfo Eduardo Chacón Chaluisán.

 

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