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América Latina y el Caribe han sacado, de lo más hermoso de su estirpe, la fuerza para encontrarse y reencontrarse PDF Imprimir Correo
Escrito por Nicolás Maduro Moros | Presidente de la República Bolivariana de Venezuela   
Jueves, 19 de Julio de 2018 04:47

maduro

Discurso pronunciado por Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la plenaria especial sobre el pensamiento de Fidel, durante el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en el Palacio de Convenciones, La Habana, el 17 de julio de 2018, “Año 60 de la Revolución”.



¡La patria sigue!

Querido compañero Miguel Díaz-Canel, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba;

Querido compañero Evo Morales, agradezco su brevedad (Risas);

Compañero Salvador Sánchez Cerén, de mi hermano pueblo salvadoreño (Aplausos);

Compañera Mónica Valente, secretaria permanente del Foro de Sao Paulo (Aplausos);

Compañero “Mel” Zelaya, comandante de la resistencia del pueblo de Morazán (Aplausos);

Compañero Joaquim Chissano, expresidente de Mozambique (Aplausos);

Martín Torrijos, expresidente de Panamá (Aplausos);

Querido hermano Kenny Anthony, exprimer ministro de Santa Lucía (Aplausos);

Denzil Douglas, exprimer ministro de San Cristóbal y Nieves(Aplausos);

Compañero José Balaguer, jefe de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba (Aplausos);

Compañero David Choquehuanca, secretario general del ALBA (Aplausos);

Compañero Ricardo Patiño, excanciller del Ecuador (Aplausos);

Compañero Oscar López Rivera, héroe de la resistencia independentista de Puerto Rico (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva Puerto Rico libre!”) ¡Que viva Puerto Rico libre!

Queridos camaradas de América Latina, el Caribe, del Asia, del mundo árabe, de Europa, de los distintos lugares de donde han venido invitados especiales al Foro de Sao Paulo:

¡Cuánta historia hay aquí presente!, ¿verdad? ¡Cuántas luchas! ¡Cuántas décadas! Cuánta suma de sacrificios y de heroísmo de nuestros pueblos.

He estado siguiendo muy de cerca y muy pendiente esta edición del Foro de Sao Paulo en La Habana, a través de Telesur en español y en inglés, hemos logrado hacer un seguimiento cercano de las deliberaciones, de las opiniones, del enriquecedor debate de ideas, de experiencias de cada partido político, de cada fuerza política presente, que durante este Foro ha logrado revitalizar, sin lugar a dudas, así lo creo, esta idea maravillosa que fue fundada en la última década, en la década de los noventa del siglo pasado, por ese genio visionario de la humanidad, el Comandante Fidel Castro Ruz y nuestro gran compañero Luiz Inácio Lula da Silva (Aplausos).

Hay que ver el tiempo transcurrido, cuando como siempre decía nuestro comandante Hugo Chávez —quiero saludar al compañero Adán Chávez Frías, hermano de nuestro Comandante y jefe de la delegación del Gran Polo Patriótico de Venezuela que reúne a todos los partidos políticos y movimientos sociales de la Revolución Bolivariana, Gran Polo Patriótico—: Cuando se apagaron todas las luces en el mundo; cuando cayó la Unión Soviética y se desmembró en veinte pedazos el poder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; cuando se desmoronó y cayó en manos del capitalismo salvaje más neoliberal el antiguo bloque de países socialistas de la Europa del Este; cuando parecía que se imponía el mundo unipolar y el Consenso de Washington, llamado así, y el fin de la historia en América Latina, había una luz y se levantaba una bandera. Y debemos sentirnos orgullosos los miembros de este Foro de diversidad, de debate, de lucha, de trabajo y de poder político, que es el Foro de Sao Paulo, porque precisamente fue en el año 1990, cuando se apagaban las luces en el mundo, que desde Cuba, desde Brasil y desde América Latina y el Caribe, se levantó la necesidad de construir un espacio de unión, de lucha. Y como decía ahora Evo, un espacio que si tiene alguna fortaleza es su diversidad.

Aquí no hay posiciones hegemónicas, ni las ha habido; ha habido grandes liderazgos, y así será la historia de este movimiento y de esta fuerza hermosa que es el Foro de Sao Paulo, que en su diversidad ha logrado recoger y beber de la cuna fundacional de la revolución latinoamericana, caribeña del siglo XX que es Cuba, y logró tomar de Fidel, su líder, toda su fuerza regeneradora, renovadora.

A propósito de este Foro de Sao Paulo hemos podido revisar los conceptos de Fidel: año 1993, en medio del Período Especial, el Foro de Sao Paulo sesiona en La Habana y Fidel les habla a los líderes de la izquierda, de la izquierda sobreviviente de aquella época, de los movimientos progresistas, populares, revolucionarios sobrevivientes de aquella época. Caída Nicaragua, firmados los Acuerdos de Paz en Centroamérica y Fidel, con una visión premonitoria; los llama a prepararse para la unión de América Latina y el Caribe, los llama a gestar una visión unitaria de nuestro continente, como un bloque de fuerzas; los llama a luchar, a no entregarse en medio de las dificultades más grandes.

Cuando uno revisa la historia de nuestros pueblos, pero si solo nos tocara revisar, compañeros, hermanos y hermanas, si solo nos tocara revisar la historia de estos 28 años de existencia del Foro de Sao Paulo, veríamos la grandeza, como lo expresaba el camarada presidente, jefe indio del sur, Evo Morales, veríamos la grandeza de lo que ha sido el esfuerzo de las fuerzas revolucionarias de América Latina y el Caribe, para revertir una de las situaciones más difíciles de dominio y hegemonía absoluta del imperialismo norteamericano sobre nuestra región, a través del modelo neoliberal. Y cómo pasamos de una década del noventa, de hegemonía y de dominio, a una primera década del siglo XXI latinoamericano, caribeño, de despertar, de resurrección de los pueblos (Aplausos).

Yo no creo en eso que llaman fin de ciclo, no creo en eso; lo creo es en la lucha, nosotros, de Venezuela creemos en el combate permanente (Aplausos). No es tiempo de lamentarse de las heridas, no es tiempo de vanagloriarse de las consecuencias naturales de los combates, avance-retroceso, así son los combates. Aquí están los compañeros de Siria, que bien lo pueden decir, que han tenido que enfrentar una guerra intervencionista, terrorista, y ahí está de pie el pueblo de Siria y la República Árabe Siria. ¡Honor y gloria al pueblo árabe sirio! (Aplausos prolongados.)

América Latina y el Caribe han sacado, de lo más hermoso de su estirpe, la fuerza para encontrarse y reencontrarse, en un permanente proceso de renovación y resurrección política, ideológica.

Yo estaba conversando con el compañero Morales antes de venir, tuvimos una bilateral entre Evo y yo, como de una hora y media, ¿verdad, Evo?, conversando y pasando revista de todo, de todos los temas del Foro de Sao Paulo, de la importancia de estas instancias, de cómo estas instancias fueron las instancias donde se sembró lo que después dio como surgimiento a Petrocaribe, al ALBA, a Unasur y a Celac. Si en algún lugar se preparó el terreno para el surgimiento de la nueva integración, de la nueva etapa de la vida de América Latina hermosa y brillante que hemos vivido, fue aquí en el Foro de Sao Paulo, aquí nacieron las ideas que después se fructificaron en el surgimiento de Petrocaribe, el ALBA, Unasur, Celac (Aplausos).

Así que hay que ver de dónde venimos, y nuestras fuerzas políticas, nuestros liderazgos, nuestros grandes líderes, Fidel, Chávez, Néstor Kirchner, Evo, Correa, Cristina, Lula (Aplausos); nuestros grandes líderes en América Latina y el Caribe vienen de la lucha por la esperanza, vienen de la lucha contra las dificultades y los obstáculos, vienen de la nada. Así que no le abramos camino a ninguna tesis peregrina que pretenda desmoralizar la lucha de nuestros pueblos en este año 2018 que, por dura que sea, hoy estamos en mejores condiciones que nunca antes para avanzar en la liberación, en la unión y en la independencia de este continente, sin lugar a dudas (Aplausos), ahora que tenemos una fuerza imperial allí, ni que el imperialismo hubiera desaparecido, un poco la tesis de los años noventa; no, no hay imperialismo ya en el mundo, los Estados Unidos es el gran padre protector de todos.

Mientras haya imperialismo habrá lucha, mientras haya imperialismo en los Estados Unidos, aunque esté en decadencia con el poder que tiene, habrá conspiración, habrá intriga. Si lo sabremos nosotros que hemos enfrentado todas las formas de guerra no convencional contra la Revolución Bolivariana, que estamos en la primera línea en el combate y recibimos los golpes directos, las amenazas, las agresiones permanentes; pero tampoco nos dejamos ni nos quejamos, ¡ni nos dejamos ni nos quejamos!, porque aquí de lo que se trata es de plantarse en las causas justas que defendemos y abrirle camino a la expansión de las fuerzas políticas revolucionarias, sociales, morales, espirituales de nuestros pueblos, en la riqueza de la diversidad que significan nuestros países y que este Foro de Sao Paulo ha expresado de manera maravillosa durante 28 años en sus distintas etapas.

Así que pudiéramos tomar y parafrasear al Libertador: Nosotros, los partidos políticos, los movimientos sociales, los liderazgos del Foro de Sao Paulo en 28 años expresamos las luchas de nuestros pueblos, y nosotros somos hijos de los obstáculos, hijos de la lucha, hijos de las dificultades, y a partir de las dificultades hemos podido construir este hermoso proyecto que hoy se vislumbra en América Latina y el Caribe (Aplausos).

Venezuela ha enfrentado, como lo conocen bien ustedes, una guerra de carácter no convencional, una guerra de desgaste, con objetivos muy claros por parte del poder estadounidense. No pudiéramos echarle la culpa a Trump, es una política de un imperio que considera nuestra región su patio trasero y que le ha ubicado un papel geopolítico y geoeconómico a Venezuela para los intereses de ellos. Lo dice en sus documentos, en sus discursos, lo decían desde el Comandante Chávez, hace 20 años, hay que recordar, ¡hace veinte años! El próximo 6 de diciembre de este año se conmemoran los 20 años de la primera victoria electoral presidencial del Comandante Hugo Chávez en las elecciones de 1998 (Aplausos), y ya para entonces decían los informes y los discursos de funcionarios estadounidenses en tiempos de la administración Clinton: “Hugo Chávez no trabaja para nuestros intereses en Venezuela” (Risas). Ya lo decían. ¿Y quién dijo que uno tiene que trabajar para los intereses de los Estados Unidos? Uno tiene que trabajar para los intereses del pueblo y, sobre todo, de América Latina y el Caribe, en la visión de Bolívar, en la visión de los libertadores.

Ya para entonces ellos identificaban al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, que había logrado hilvanar una estrategia pacífica, constitucional, electoral, para llegar al poder político y para hacer una revolución de carácter bolivariano para entonces, democrática, nacionalista, popular, ya ubicaban al Movimiento Bolivariano y al Comandante Chávez como un elemento que no colaboraba con los intereses de Estados Unidos, y trataron de influir. Por un lado, trataron de halagar a Chávez, y rodearlo: Qué bien habla Chávez, qué gran líder Chávez, y lo rodearon, lo rodearon de presidentes de derecha que lo tocaban para ver si lo aflojaban, como aflojan a veces a algunos. Se han visto casos, ¿verdad?, como dice Walter Martínez, hay casos en pleno desarrollo por ahí, de gente que ganó con votos de izquierda y termina gobernando para las oligarquías y para el imperialismo de manera descarada (Aplausos). Y con el Comandante Chávez y los primeros años de la Revolución Bolivariana operaron en dos direcciones, por un lado, el halago, el ofrecimiento, decirle:

Chávez, este es otro mundo, ¿para qué te vas a acercar a Cuba, Chávez? ¿Para qué vas a ser amigo de Fidel? Ya eso pasó.

En la primera visita que hizo como presidente electo el Comandante Hugo Chávez a Cuba, recibió la llamada de un Subsecretario de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, primero para pedirle, antes de llegar a Cuba, que no visitara a Cuba, y, segundo, para pedirle explicaciones a un presidente electo soberano de por qué visitaba Cuba. Y Chávez los mandó largo al carajo a los gringos desde entonces (Aplausos). Y por otro lado la conspiración; halago y, por otro lado, conspirar, presionar, amenazar, las amenazas públicas del jefe de la CIA, del Secretario de Estado, las amenazas privadas con la embajadora estadounidense en Venezuela, la conspiración permanente de los medios de comunicación, la campaña permanente para demonizar, para estimular el odio y el miedo contra el liderazgo renovador que surgía, y la conspiración para tratar de fracturar a las fuerzas armadas, que remató definitivamente —como todos recuerdan— en el golpe de Estado mediático que dieron contra el comandante Chávez en el año 2002, el 12 y 13 de abril de ese año.

Venezuela ha enfrentado desde entonces y para entonces la agresión imperial. Tendría que no existir el imperio norteamericano para que la Revolución Bolivariana hubiera tenido un lecho de rosas.

Compañeros, los que aspiren dignidad, los que aspiren justicia social, los que aspiren igualdad, los que aspiren felicidad para los pueblos y los que aspiren independencia en América Latina, no pueden creer que será un lecho de rosas; será un combate y una lucha permanente por abrirle espacio, por abrirle camino a la idea de redención, de justicia, de felicidad de los pueblos (Aplausos).

Es la historia real. Si aspiras a la felicidad de tu pueblo, tienes que aspirar a la independencia política y económica. No importa como se llamen —decía el Comandante Fidel Castro cuando recibió al Comandante Hugo Chávez el 14 de diciembre del año 1994— los proyectos hacia el futuro si lo quieren llamar bolivarianismo, estoy de acuerdo; si lo quieren llamar cristianismo, también estoy de acuerdo; si lo quieren llamar socialismo, estoy de acuerdo, al proyecto de redención, de justicia, de democracia, de dignidad, de derecho de los pueblos. No importa cómo lo llamemos, no importa la diversidad de circunstancias de nuestros países de toda América Latina y el Caribe, al principio o al fin le verán la cara, compañeros, como se la hemos visto nosotros al monstruo del imperio norteamericano y a los intereses de las oligarquías locales.

Nos ha tocado a nosotros en esta etapa, después de la partida física del Comandante Hugo Chávez, líder fundador, líder máximo de nuestra revolución, nos ha tocado verle la cara a todas las formas de la guerra de carácter no convencional.

Ahora a Nicaragua le están aplicando el método que nos aplicaron a nosotros en el año 2014, las guarimbas. Y el año pasado, ¿no recuerdan ustedes exactamente hace un año?, Venezuela soportó 120 días continuos de agresión callejera, de grupos, pagados por la embajada de los Estados Unidos, de grupos violentos y la campaña mediática mundial multiplicada para presentar una Venezuela en caos, a las puertas de la guerra civil, y un gobierno dictatorial reprimiendo a un pueblo que protestaba, el guión perfecto. Hoy se lo están aplicando a la Nicaragua cristiana, a la Nicaragua sandinista.

Todo nuestro amor, todo nuestro apoyo incondicional al comandante presidente Daniel Ortega Saavedra, a la compañera Rosario Murillo, al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al pueblo de Nicaragua que vencerá a la violencia. Vencerán al terrorismo y triunfará la paz, estamos seguros de que triunfará la paz (Aplausos y exclamaciones de: “¡Sandino vive, la lucha sigue! Nosotros iremos hasta la victoria, la libertad o hasta la muerte, y si morimos, no importa, nuestra causa seguirá viviendo, otros nos seguirán!”)

¡Venceremos! Todas las modalidades. Las guarimbas las derrotamos convocando al poder del pueblo, al poder constituyente, y Venezuela logró hilvanar en el transcurso del último año un ciclo ascendente de acumulación de fuerzas y de victorias electorales realmente sorprendentes. Nosotros, en el transcurso de 10 meses logramos voltear la situación de defensiva en que nos habían colocado, y con las elecciones constituyentes y su victoria y la instalación del poder constituyente plenipotenciario, con las victorias en 19 gobernaciones de 23 del país, con la victoria municipal en 308 municipios, de 335 municipios del país, y con la tremenda victoria electoral en la presidencia de la República el pasado 20 de mayo, Venezuela ha consolidado la paz, el camino democrático y ha retomado las condiciones políticas para una recuperación global de nuestra sociedad de las heridas de guerra que hemos sufrido, en el transcurso de estos años complejos, enfrentando al más poderoso imperio que haya existido sobre la tierra. ¡Bastante sabe Cuba, bastante sabe Cuba de este combate!

En el transcurso del último año, Venezuela ha sido sometida a amenazas de invasión militar. Cuando hicimos la denuncia de los planes hace un año, ¿cómo se pudieran calificar esos planes, además de criminales, de los planes enloquecidos de la administración estadounidense, de pretender una invasión, una ocupación militar de Venezuela?, fuimos desmentidos por la propia administración. Ahora es público la revelación de altos exfuncionarios del gobierno de Donald Trump, donde han declarado recientemente y se ha filtrado a través de los cables internacionales y la prensa de Estados Unidos, que fue el propio Donald Trump quien propuso un plan de ocupación militar de Venezuela.

Yo les digo: Venezuela quiere paz. Queremos paz con igualdad, queremos paz con justicia, queremos paz con democracia, queremos paz con independencia nacional, pero lo digo, somos los hijos de Bolívar, somos los hijos de Chávez, y no tememos a ninguna amenaza sea la que sea que se haga contra nosotros desde el imperio norteamericano. Ni la hemos temido, ni tememos enfrentar ninguna amenaza (Aplausos).

Queremos paz, y paz hemos tenido y paz vamos a seguir teniendo, porque es la misma conciencia latinoamericana, caribeña, la fuerte conciencia de paz la que permite neutralizar, disipar las amenazas de este tipo, antes incluso de que se hayan activado, ¡antes incluso de que se hayan activado! Una amenaza de estas características seguro que hace 100 años la hubieran concretado sin haberla ni consultado; una amenaza de ocupación militar y de invasión —como dice la nota de prensa—, inspirada en la invasión a nuestra hermana Panamá, inspirada en la invasión y ocupación de nuestra hermana Granada en los años ochenta, seguro que hace 30, 50 años se hubiera ejecutado y hubiera provocado una tragedia, porque el pueblo de Venezuela jamás se va a entregar al imperialismo norteamericano, bajo ninguna circunstancia (Aplausos).

Pero la propia amenaza resulta sobredimensionada, resulta fuera de contexto, a pesar de la campaña que hay contra Venezuela, porque no son pocas las cosas que se dicen de Venezuela en todos los países del mundo; no son pocas las cosas que se dicen de Venezuela en la prensa norteamericana. La campaña que se ha hecho contra nosotros durante 20 años, pero, sobre todo, en los últimos cinco años, justificaría cualquier acción aventurera de los sectores de extrema derecha, de lo que nosotros llamamos el Club Klux-Klan que gobierna Washington. Estaría justificada plenamente, porque ellos han posicionado los medios de comunicación del mundo, como lo dicen —el mundo al revés que decía Galeano—: “Venezuela, una dictadura”, “la crisis humanitaria”, y todas las justificaciones de una ocupación, una invasión; pero, sin lugar a dudas, pueden más la razón moral de la causa de Venezuela y la razón moral de apoyo de los pueblos de América Latina que jamás aceptarían en calma una agresión contra nuestro país.

Por eso yo, desde el Foro de Sao Paulo, junto a la presencia de tan importantes movimientos, partidos y líderes políticos de América Latina, les digo: Venezuela ha sabido defender su paz y su independencia y en Venezuela va a seguir triunfando la paz con justicia, la paz con patria, la paz con independencia y el proyecto bolivariano seguirá su curso y su desarrollo (Aplausos).

Son dos objetivos vitales, centrales, de la geopolítica imperialista contra la Revolución Bolivariana: el primero de todos, de raíz, la riqueza petrolera de Venezuela. No es por casualidad que son los países con las mayores reservas petroleras del mundo los objetivos de la estrategia imperialista desde siempre: Irak, Libia, Irán, Venezuela. La riqueza petrolera de Venezuela, como saben ustedes, Venezuela tiene la reserva petrolera, certificada internacionalmente, más grande del planeta Tierra; Venezuela tiene petróleo para 200 años. Cuando ya se acabe el petróleo en las grandes regiones que hoy son las primeras productoras del planeta, todavía quedarán 100 años o más de petróleo allí mismo, ¿a cuántos metros, Alí Rodríguez?, a 30 metros de superficie.

Pero, además, deben saber ustedes que en el transcurso de estos años Venezuela ha certificado —lo que va a ser muy pronto, desde el punto de vista público— la reserva de oro más grande del planeta, una de las reservas de diamante más grandes del planeta y lo que va a ser la cuarta reserva de gas más grande del planeta Tierra.

Primer objetivo: apoderarse de la riqueza que ellos administraron durante 90 años, de 1908 a 1998, la riqueza de los recursos naturales de nuestra patria. El petróleo de Venezuela está a día y medio de las costas de Miami, ya eso sería causa definitiva para tener a nuestro país, a nuestra región en el ojo imperial de la dominación, del hegemonismo, del control; ya sería suficiente, porque, además, esa riqueza les perteneció a ellos durante 90 años, sin discusión, hasta que llegó la revolución del Comandante Hugo Chávez.

Pero la otra razón tiene tanto peso como esa, y es una razón que en el Foro de Sao Paulo quizás sea el escenario donde más se entienda; la otra razón es de carácter político, la otra razón es de carácter geopolítico, moral; la otra razón es, quizás, la reserva no material, pero sí la reserva espiritual, cultural más grande que pueda tener un pueblo, y es el proyecto revolucionario y el proyecto bolivariano (Aplausos). El imperio se plantea desde el inicio de la Revolución Bolivariana, y ha incrementado sus acciones, para neutralizar los impactos transformadores del liderazgo revolucionario de Chávez, del liderazgo revolucionario del proyecto bolivariano, de los logros del socialismo bolivariano y para tratar de extirpar de raíz y acabar por siempre el proyecto que no pudieron ahogar en 200 años, el proyecto de Bolívar, nuestro proyecto revolucionario. Son las dos razones: la riqueza material: petrolera, aurífera y la riqueza espiritual, que es la que nos tiene aquí de pie, que es la que nos inspira, que es la que nos lleva adelante, que es la riqueza revolucionaria del proyecto bolivariano fundado por nuestro amado Comandante Hugo Chávez Frías. Son las dos razones.

Venezuela resiste en medio de dificultades. Nunca habíamos sometido a una persecución, conocida solo por Cuba, la persecución económica, financiera, con sanciones, persecución de cuentas. Venezuela es ahorita víctima de una agresión económica desconocida por nuestro país, que siempre vimos en Cuba, el bloqueo, el embargo y la persecución económica y financiera contra Cuba. Hoy ese embargo, esa persecución contra las cuentas de la república, que ha llegado incluso hasta el sector privado, que parece increíble, la derecha promueve abierta y públicamente la persecución económica y financiera contra nuestro país, pero los mismos sectores del sector privado han sido víctimas de la persecución mundial contra finanzas, recursos y cuentas de la República Bolivariana de Venezuela.

Grandes cambios, sin lugar a dudas, ameritan en nuestra patria. Yo he dicho, luego de la victoria electoral del 20 de mayo, que Venezuela entra en una nueva etapa. He dicho que la Revolución Bolivariana, socialista, fundada por nuestro Comandante Chávez, va a un nuevo comienzo. Y tengan la seguridad ustedes, compañeros del Foro de Sao Paulo, que esta revolución, fundada en las ideas de Bolívar, que esta revolución fundada en el espíritu creador, magnífico de nuestro Comandante Chávez; que esta revolución que nos hemos echado encima y que hemos defendido junto al pueblo, con el voto popular, con la soberanía popular, con la libertad del pueblo, esta revolución va a saber remontar los obstáculos, las dificultades que tenemos y va a seguir su camino hacia la construcción de una región potencia (Aplausos).

Hemos vivido la belleza y la gloria de estos años. Hemos disfrutado la presencia de gigantes como Fidel, como Chávez, como Kirchner. Vemos con dolor, pero no con resignación, el martirio de Lula, la persecución a Lula. ¿Quién iba a pensar hace unos cinco, ocho años atrás, en el esplendor de su liderazgo, que un día la oligarquía se iba a vengar de Lula, lo iba a perseguir y lo iba a esconder en unas mazmorras para impedirle el ejercicio de su libertad y de sus derechos políticos? Porque saben que Lula libre le gana las elecciones presidenciales a la derecha brasileña (Aplausos). ¡Toda nuestra solidaridad con Lula! ¡Toda nuestra hermandad con el hermano Lula! (Aplausos y exclamaciones de: “¡Lula libre!”)

Veo aquí a muchos intelectuales, camaradas. Les doy las gracias a todos los intelectuales hermanos que están aquí, líderes, por toda la solidaridad y la comprensión que han tenido. No es fácil ser amigo de Venezuela, hay que ser valientes y hay que tener un corazón grande para no desdecir de nuestro amor y nuestra amistad, para no escondernos. Hay que ser valientes. Es fácil pronunciarse contra Venezuela, decir cualquier cosa. Hay quienes lo han hecho, creyendo que ganaban votos y han perdido elecciones. Todo el que se ha pronunciado contra el chavismo, contra la Venezuela Bolivariana, ¿resultado? Se seca. Hay una izquierda que han querido convertir en la izquierda antichavista exitosa. Mucho éxito en su derrota, pues, le decíamos desde Venezuela; pero aquellos que han sido valientes y han mantenido principios de no intervención, ahí están victoriosos. A buen entendedor, pocas palabras (Aplausos). Aunque en política no hay verdades irrefutables o eternas, ni puede haber dos más, porque como buenos marxistas que somos, creemos en la dialéctica del pensamiento y de la realidad, y en los cambios permanentes.

Yo creo, de verdad, a esta altura del juego, compañeros, y así lo planteo, se ha propuesto a Venezuela como sede del próximo foro, Adán, ¿para cuándo? (Le dicen que para julio).

Bueno, pero hay un conjunto de eventos. Yo estoy de acuerdo con lo que dice Evo, nosotros cada tres meses tenemos que vernos, cada año el evento especial, anual, pero cada tres meses eventos permanentes de coordinación, de actualización, de compartir las experiencias (Aplausos).

Yo creo de verdad, queridos compañeros —me perdonan el abuso, pero tengo mucha emoción… (Le dicen algo). Vaquero está firme, Vaquero es un ejemplo. Así es la vida.

Yo de verdad tengo una conclusión, compañeros pensadores, escritores, pensadoras, escritoras, intelectuales e intelectuales (Risas), el tema del género hay que respetarlo (Aplausos), la igualdad.

Yo de verdad a esta altura tengo una idea, pues, yo de verdad creo que la derecha latinoamericana en sus distintas expresiones no tienen un proyecto democrático, a pesar de que las viejas dictaduras del siglo XX quedaron atrás, las mismas oligarquías vienen ahora con una fuerza de venganza a cobrarse a los proyectos populares, con una saña que no se veía, lo que hacen con Lula, lo que hacen con Cristina, bueno, lo que hacen con nosotros, pues. Nosotros no tenemos una derecha democrática, lo puedo decir con testimonio, pruebas para el juicio de la historia, Venezuela no tiene un solo partido de la derecha, ni la centroderecha con un proyecto democrático, de tolerancia, de respeto a la Constitución, de convivencia, y Venezuela ahorita es el máximo ejemplo de cómo una agresión de la intolerancia, el odio político se gesta desde lo que llaman el Grupo de Lima, que cada vez son menos, el “Cartel de Lima” lo llaman por allá, el “Cartel de Lima”. Ahí tenemos a la derecha bogotana, colombiana, con la cual nosotros convivimos durante un tiempo en un proceso de coexistencia.

El Comandante Chávez estuvo, pudiéramos decir, ocho años del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y logró durante buena parte, casi siete años, siete años y medio relaciones de cooperación, incluso, hasta los sucesos del año 2008 del ataque infame a Ecuador, y luego los sucesos de hace ocho años, en este tiempo, en el 2010, donde él pretendió un falso positivo para atacar territorio venezolano y armar un conflicto armado en esta misma época.

Luego nosotros ayudamos a Juan Manuel Santos a hacer la paz —lo voy a decir—, con modestia, con humildad, pero tengo que decirlo, sin la participación del gobierno revolucionario del Comandante Chávez, sin la participación del gobierno revolucionario de Nicolás Maduro hubiera sido imposible lograr las negociaciones y los acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y las guerrillas de las Fuerzas Armadas de Colombia FARC-EP (Aplausos). Lo sabe Colombia.

Yo guardo secretos bien documentados sobre esos procesos, procesos burlados, acuerdo ya mancillado, y a pesar de todo, compañeros, cuál es la respuesta de Santos cuando llega Trump, o antes de llegar Trump: agredir, arponear, atacar, traicionar la palabra empeñada de respeto a Venezuela y a la Revolución Bolivariana, la palabra empeñada ante Chávez y ante mí, de Juan Manuel Santos de respetarnos, de convivir, de coexistir con modelos diferentes. Colombia con su capitalismo y nosotros con nuestros intentos de construcción del socialismo.

Y ahora la oligarquía colombiana se prepara como lo hemos denunciado para un conjunto de llamados falsos positivos, provocaciones, montajes, para ver si generan un conflicto armado en los 2200 kilómetros de frontera binacional entre nuestra amada y hermana Colombia y la República Bolivariana de Venezuela. Y si pongo como ejemplo a Colombia, puedo poner a cualquier sector de la derecha gobernante, la derecha argentina de Macri, la derecha pinochetista de Chile gobernando con Piñera, etcétera. Lo que se ha hecho contra Venezuela y se pretende hacer contra Nicaragua ahora, solo se había hecho contra Cuba en la época de dictaduras militares, en las décadas de los 60 y 70; el consenso intervencionista de un grupo minoritario de gobiernos de derecha.

Yo me atrevo a proponer el análisis —a los debates, a los foros—, la formulación de estrategias y de ideas para la acción, como nos corresponde a nosotros, políticos y revolucionarios, ir al debate, ir a la reflexión, ir al estudio y luego trazar estrategias de poder —como dice Evo—, el poder político, compañeros, la conquista del poder, la construcción del poder, la mantención del poder político para los pueblos.

Yo me atrevo a proponer dentro de la formulación de estas políticas, esa visión hacia los años que están por venir, que una de las tareas que nosotros tenemos es enfrentar esa derecha intolerante, fascistoide, que persigue a los pueblos y que solo quiere el poder para acabar de raíz los proyectos liberadores de nuestros pueblos. Hay que quitarse el velo.

Cuando fuimos mayoría en América Latina y el Caribe jamás se nos ocurrió perseguir a un gobierno por ser de derecha, y fundamos Unasur con Uribe —deben saber nuestros hermanos colombianos presentes. El Acta de nacimiento de Unasur fue firmado de puño y letra por Álvaro Uribe Vélez, presidente actual de Colombia. ¿Va a presidir Colombia ahora, no? Va a presidir por twitter. Uribe dirige Colombia ahora por twitter. El señor, no sé el nombre de verdad, no me he aprendido el nombre del presidente electo de Colombia. ¿Cómo es que se llama? (Le dicen Duque). No me aprendo el nombre, me lo aprenderé (Aplausos). El señor presidente electo dirigido por el twitter del señor Álvaro Uribe Vélez, ¿o quién va a gobernar, el twitter de Álvaro Uribe Vélez, verdad? Veremos, pues. Álvaro Uribe Vélez. Aquí está el excanciller de Argentina, Jorge Taiana, aquí está el excanciller de Bolivia, firmante del Acta de Unasur. Álvaro Uribe Vélez estampó su firmota así (Señala), a un lado Chávez, a otro lado Lula.

Nunca se persiguió a la derecha por ser derecha, sino se le trató de integrar en la visión que Fidel explicaba en esta misma tarima, en el año 1993, en una visión grande de la unión latinoamericana en la diversidad, en un solo bloque América Latina y el Caribe. Así que yo me atrevo a proponer nuevas formas de acción, de denuncia. Así como se denunció durante décadas la existencia de una derecha fascista que imponía golpes de Estado y dictaduras militares en toda América Latina, y logramos revertirlo, derrotarlo y surgir como de las cenizas los movimientos revolucionarios, así nosotros debemos enfrentar, denunciar, disminuir, aislar y derrotar a la actual derecha latinoamericana que ha pretendido acabar los procesos integracionistas de la Unasur, de la Celac y los procesos de liberación del continente (Aplausos).

¡Qué pensar lo que éramos en el año 1990-1993, y lo que hemos sido en esta primera etapa! No ha terminado la segunda década del siglo XXI y aquí estamos, mira, en combate, en lucha. Hay que reivindicar la fortaleza de lo que ha significado y significa el Foro de Sao Paulo, y en la diversidad de lo que somos, compañeros y compañeras, sigamos manteniendo las banderas de la unión de América Latina y el Caribe. Venezuela está de pie, Venezuela está victoriosa y Venezuela está a la orden y al servicio de todas las fuerzas que quieran liberación, independencia, unión. Estamos a la orden, como le decía a Evo, de rescatar el proyecto de Unasur, de fortalecer y profundizar en los proyectos sociales y energéticos del ALBA y Petrocaribe, de potenciar, mantener y acrecentar, ahora con la llegada de un nuevo presidente en México, el hermoso proyecto de unión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, punto de encuentro de todas las fuerzas políticas (Aplausos).

Ha valido la pena toda la lucha. Yo estuve escuchando hoy a Eusebio, a Dilma, al compañero Yan Chung, de Shanghái; a Mel Zelaya, a Kenny Anthony, entre otros compañeros, que estuvieron hablando de Fidel. ¡Qué gigante!, ¿verdad? Qué orgullo ser latinoamericanos y caribeños y decir: Somos herederos de las glorias de los padres libertadores, Bolívar y Martí, pero también llevamos aquí, en el corazón, el testimonio vivo y directo de hombres como Fidel Castro Ruz. ¡Qué grande! (Aplausos.)

Tuve una fortuna de la historia en estos años, junto al Comandante Chávez, cuando me nombró Canciller y luego, con sus tratamientos de su enfermedad aquí en La Habana, y luego en esta etapa como Presidente, de compartir largas horas de conversación con el Comandante Fidel Castro y escuchar sus experiencias, sus orientaciones, su visión estratégica, y él siempre me decía: Maduro, siempre, hasta en las peores circunstancias, cuando tú crees que no hay esperanzas, hay que luchar, hay que luchar y hay que luchar, y si es necesario, morir luchando (Aplausos). Yo digo: ¡Si es necesario, Fidel, seguir viviendo luchando, seguir viviendo en la lucha!

¡Gracias al Foro de Sao Paulo por toda la solidaridad!

¡Que viva el Foro de Sao Paulo! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Que viva la unión de América Latina y el Caribe! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Que viva la Revolución Bolivariana! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Que viva Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Que viva Fidel! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Que viva Chávez! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Hasta la victoria siempre, hermanos!

Gracias (Aplausos).


 

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