(Día de la Tierra Palestina, 30 de marzo, 2019) Este sábado las protestas de la Gran Marcha del Retorno cumplirán su primer aniversario, tras 51 viernes consecutivos de multitudinarias movilizaciones en la valla fronteriza de la Franja de Gaza y otros puntos del territorio de Palestina.

La sucesión de manifestaciones ininterrumpidas logró visibilizar ante el mundo la lucha del pueblo palestino que ha reivindicado de forma pacífica cada viernes su derecho a la legítima resistencia contra la continua expropiación, colonización y ocupación de su territorio por parte del régimen de Israel.

La Gran Marcha del Retorno "es un método de lucha parido por las nuevas generaciones que han crecido bajo años de ocupación" y que ha logrado "reavivar las esperanzas de la juventud palestina", explicó a TeleSUR el representante en Venezuela del Comité Central del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), Muaz Jamal Mussa.

"La participación no se limitó a un sector sino que estuvo involucrado todo el pueblo en una demostración de que estamos unidos detrás del programa nacional palestino hasta conquistar nuestra independencia y el derecho al retorno a nuestros hogares de los que fuimos expulsados", destacó.

Mussa enfatizó en el impacto que las jornadas de protesta han tenido en distintas partes del mundo donde "a través de las redes sociales, las marchas del retorno entraron a todos los hogares en todos los continentes con imágenes que hablaban por sí solas".

La feroz represión israelí contra las movilizaciones pacíficas "manda un mensaje al mundo de que tiene que actuar ante la barbarie sionista". "Se pensaba que la ocupación sionista podía reprimir estas marchas de forma menor, por su carácter pacífico, pero una vez más demuestra su creciente fascismo y genocidio contra el pueblo palestino", indicó el dirigente.

Desde que inició la Gran Marcha del Retorno el pasado 30 de marzo de 2018, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se han cobrado la vida de más de 300 palestinos, entre ellos niños, mujeres, periodistas y paramédicos desarmados, que en la mayoría de los casos fueron objeto de disparos con munición real.

Unas 35.000 personas resultaron heridas, alrededor del 40 por ciento de ellas por balas de las fuerzas israelíes, que produjeron lesiones que requirieron amputaciones o dejaron secuelas de por vida a las víctimas.

La implacable represión de las marchas fue abordada por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que envió una comisión internacional de investigación independiente a territorio palestino ocupado con el objetivo de analizar la respuesta de las fuerzas de seguridad israelíes a las protestas en el perímetro que separa Gaza de Israel.

Las conclusiones del reporte relevado en el terreno por la comisión detallaron que la violencia de las FDI configuró en determinados casos una "violación del derecho internacional humanitario" que puede constituir "crímenes contra la humanidad".

"Las víctimas que estaban a cientos de metros de distancia de las fuerzas israelíes y que participaban visiblemente en actividades civiles fueron fusiladas, como lo demuestran los testimonios de testigos oculares, videos y registros médicos. Los periodistas y el personal médico claramente identificados como tales fueron fusilados, al igual que los niños, las mujeres y las personas con discapacidad", denuncia el informe.

Asimismo puso foco sobre el despliegue militar de Israel en el abordaje de las protestas pacíficas y desarmadas. Las FDI "reforzaron sus posiciones en la cerca con tropas adicionales, incluidos más de 100 tiradores (...) instalaron kilómetros de alambre de púas en el lado de Gaza como barreras adicionales, eliminaron la vegetación de ambos lados, cavaron trincheras profundas en el lado israelí y levantaron una batería de montículos de tierra en la que se colocaron los francotiradores para una mejor visibilidad y precisión de tiro".

Con este despliegue bélico desproporcionado y asimétrico, Israel asesinó en doce meses a 40 niños palestinos en Gaza, e hirió a cerca de 3.000 que debieron ser hospitalizados con lesiones, muchas de las cuales resultaron en discapacidades de por vida, advirtió este jueves el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), en un relevamiento que complementa las pesquisas del Consejo de Derechos Humanos.

La contracara de esta represión es que no se han reportado muertes o lesiones de civiles israelíes como resultado de las manifestaciones, señala la ONU. Según fuentes israelíes, cuatro de sus efectivos militares resultaron heridos, sin brindar detalles de los casos.

La falta de una respuesta política definitiva ante la crítica situación de los refugiados de Palestina, en especial en la Franja de Gaza donde dos millones de personas viven entre una de las densidades poblacionales más altas del mundo con movilidad limitada y severas carencias producto del bloqueo israelí, parece indicar que las jornadas de la Gran Marcha del Retorno continuarán en los próximos meses.

"Seguiremos multiplicando nuestras voces y construyendo la unidad en el terreno. Sabemos muy bien que hay fuerzas reaccionarias en el eje imperialista que se oponen a la continuación de las marchas y han buscado presionarnos con la intensificación del bloqueo y agresiones militares", concluyó el dirigente palestino Muaz Jamal Mussa.