Nuestro país es una nación que se caracteriza por el respeto a la hermandad entre los pueblos y los seres humanos. Preferimos el diálogo, la negociación, la cooperación y compartir lo que tenemos antes que pedir ayuda o dádiva ajena. Esos rasgos han definido mucho del accionar histórico frente al coloniaje y la opresión a que hemos sido sometidos.
Desde el inicio del siglo pasado, luego de la imposición de la ciudadanía americana, hemos objetado por miles, a través de varias décadas, que se nos imponga el servicio militar obligatorio. Muchas personas, a través del siglo pasado, fueron a la cárcel por objetar servir en guerras foráneas. Abolido el servicio militar obligatorio, centenares de nuestros hombres y mujeres, no por ser belicistas, sino por razones económicas, de desempleo y marginación social, se enlistan en el ejército de Estados Unidos. Al presente no existe un problema de reclutamiento, según admiten las autoridades federales que hacen labor de reclutamiento en Puerto Rico. Por tanto, no hace falta, ni es prudente, implementar leyes que obliguen a nuestros jóvenes a enlistarse en el ejército, contra su voluntad y solo para tener el privilegio de conducir un vehículo de motor
Amparados en el derecho a luchar por nuestros ideales y por la sana convivencia entre los pueblos, sin que tengan que estar expuestos a ser agredidos o ser objetos de guerras interventoras, para imponer un tipo de gobierno o determinadas políticas económicas, expresamos lo siguiente:
Reafirmamos el derecho de los pueblos a defender su soberanía nacional y su derecho a convivir en paz con otras naciones del mundo. Invocamos el derecho de nuestros jóvenes a estudiar, a formarse en ideales de libertad y de paz entre sus compatriotas y con otras naciones del mundo. Quien quiera servir voluntariamente en el ejército de EEUU lo seguirá haciendo, pero de ninguna forma deberá ser obligado a hacerlo en contra de su conciencia o sus ideales religiosos, seculares o políticos, especialmente en violación y contra el derecho de cada joven a asociarse con aquellas instituciones a las que escoja estar asociado, solo por el ejercicio de su libre voluntad.
Instamos a la gobernadora de Puerto Rico, licenciada Wanda Vázquez, a que revoque la ley que obliga a que cada persona que saque su licencia de conducir, automáticamente quede inscrita en el ejército de Estados Unidos. Dicha ley viola la libertad de conciencia y el derecho de cada persona a asociarse con aquellas instituciones del Estado que así lo desee. Especialmente viola la libertad de conciencia de aquellos que objeten todo tipo de guerra o ejercicio de violencia de un pueblo contra otro pueblo, en particular contra poblaciones civiles.
Mientras no se derogue la referida ley, instamos a cada joven que vaya a sacar licencia y que objete ser inscrito sin su consentimiento, que preste una declaración jurada indicando que es objetor por conciencia, por razones religiosas, si así fuera, o por razones seculares, que incluyen sus ideales políticos y el derecho constitucional a estar asociado libremente con la institución que escoja por voluntad propia, como lo ha resuelto el Tribunal Supremo de Puerto Rico en Rodríguez Casillas y otros v. Colegio de Técnicos y Mecánicos Automotrices de Puerto Rico 2019 TSPR 87. Es nuestro ideal vivir y dejar vivir en paz.
(El Nuevo Día) |