El próximo 25 de julio se cumplen 114 años de la invasión militar estadounidense contra Puerto Rico. Culminaban así, tan violentamente como comenzaron, 405 años de dominación española.

Puerto Rico dejaba de ser colonia de una monarquía imperial venida a menos, para ser una de las primeras presas de la precoz república imperialista del Norte.

Ser colonia de una república tiene sus particularidades; máxime si se trata de una república capitalista moderna, obsesionada en legitimar cada uno de sus actos, como si tal cosa, aunque se trate del mayor atropello o injusticia.

Para todo aprueban una ley, una resolución o un manifiesto, como si la ley les proveyera el derecho a disponer del planeta. Luego, con las leyes en mano, invaden, bombardean, destruyen, matan.

Se proclaman, legalmente, dueños del mundo (no sólo de sus colonias) y se sienten con el derecho a hacer o deshacer, sin que nadie se supone que ponga reparo.

Eso es lo que ha sucedido en Puerto Rico desde 1898.

Republicanamente aprobaron un “tratado de paz” con España, sin nuestro consentimiento, que legitimaba la ocupación del País (así como Cuba, Filipinas y Guam).

Republicanamente su congreso aprobó e impuso la ley Foraker de 1900 y la Jones de 1917. Organizaron nuestras vidas y nos impusieron su ciudadanía.

Republicanamente el presidente estadounidense designaba de tiempo en tiempo y hasta 1947, un yanqui como gobernador colonial, para imponer decretos y leyes metropolitanas.

Republicanamente impusieron el 1950 la ley 600, acta de nacimiento del muy republicano Estado Libre Asociado (ELA), fundado, casualmente, el 25 de julio de 1952, en el 54 aniversario de la invasión.

Republicanamente hay elecciones cada cuatro años. Incluso se celebran farsas plebiscitarias, como la de noviembre próximo.

De manera que 114 catorce años después—invasión—y 60 años después—ELA—Puerto Rico es una colonia yanqui. Pura fachada; pura apariencia. Ellos mandan. El pueblo puertorriqueño obedece. Republicanamente, por supuesto.

*Mirando al Sur, columna del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico en el periódico del gobierno bolivariano de Venezuela, Correo del Orinoco.