Algunas observaciones preliminares a raíz de la reunión sobre Frente Amplio celebrada el sábado 26 de febrero de 2011, en el Ateneo Puertorriqueño. Para su consideración.
1. La convocatoria fue una buena iniciativa. Prevaleció un ambiente participativo y democrático.
2. Fue saludable el encuentro de las aproximadamente 150 personas que nos dimos cita allí. Siempre es fructífero hablarnos y escucharnos. Debemos apoyar la continuidad de esta iniciativa.
3. Hay que cuidarse de que el resultado no sea la creación de un grupo más, que se llame “frente amplio”. Este ha sido simplemente un tanteo con un grupo valioso y relativamente representativo de algunos sectores de nuestra sociedad, un paso muy modesto en alguna dirección que aún no conocemos con precisión.
4. Antes de seguir adelante, se impone un debate teórico sobre lo que unos y otros queremos decir cuando hablamos de frente amplio, su pertinencia, posibilidad y alcance, de manera que hablemos un mismo lenguaje mínimo. No creamos de antemano que sabemos lo que queremos y hacia dónde queremos ir. Desechemos lo inservible y dispongámonos a hacer de manera distinta todo cuanto requiera de ello, con optimismo y tranquilidad de espíritu. Tejer y destejer desespera a algunos, pero frecuentemente es inevitable y conveniente.
5. Los frentes amplios no se decretan en una reunión de un grupo de personas, por más bien intencionadas que sean. Se van forjando muy poco a poco, contando con el mayor número posible de agrupaciones y personas, en silencio y con suma discreción y cautela, sin herir sensibilidades y escuchando mucho. Poquito a poquito.
6. El gran objetivo es tener poder, político, social, ético. Poder para vencer a los que hoy controlan y desmadran a Puerto Rico. El gran objetivo es ser mayoría desde la minoría que somos hoy, de nuevo, para alcanzar el poder que nos permita construir la sociedad justa, democrática, humanista y feliz del futuro.. De eso y no de otra cosa se trata este esfuerzo. No es un mero ejercicio filantrópico. Tiene que ser un ejercicio eminentemente político, radical y, en el mejor de los casos, revolucionario, renovador, innovador, propio del siglo XXI.
7. Lo del otro día fue una aproximación de algo, influenciado por una reacción circunstancial a los desmanes del gobierno Fortuño-PNP y no una propuesta o plan general de corto, mediano y largo plazo, antes y después de las elecciones.
8. Podemos organizar todas las marchas o actividades que queramos, pero los frentes amplios no se crean para eso. Al menos el tipo de frente amplio unitario, diverso, representativo, abarcador, democrático, estratégico, que requiere la lucha por el Puerto Rico del porvenir. Cuidado con el gigantismo o el inmediatismo. Surge la pregunta, ¿y luego de la marcha qué? Para marchar o piquetear no hace falta un frente amplio. Claro que el activismo ayuda y que forma parte de lo que tenemos que hacer, pero no es la razón de ser de esta gran aspiración.
9. El fundamentalismo, el puritanismo y la intolerancia evidente en más de un compañero independentista no ayuda en nada a entender que amplitud y diversidad significa juntarnos con quienes no piensan como nosotros—con respeto, seriedad y aprecio— sobre el número de asuntos comunes que se puedan enumerar, para andar juntos la ruta que sea posible, y hasta ahí, prevaleciendo las diferencias que haya y que en todo caso nos obliga a respetarlas como aspiramos a que se respeten las nuestras; y confiando en que con el pasar del tiempo las diferencias sean cada vez menos y las coincidencias cada vez más. Sino, no tiene sentido pensar en frentes amplios-estrechos-puros-principistas-excluyentes-dogmáticos-patrioteros, ni nada por el estilo. De ninguna manera es contradictoria la defensa firme de unos principios y una visión multicolor de la vida. Esa visión multicolor de la vida tiene que ser uno de los principios a defender. Que después de todo, es entre mortales la cosa…
10. No nos precipitemos. Una cosa es el activismo que promovamos desde nuestras organizaciones, lo que debemos estar llevando a cabo porque la situación lo amerita. Otra cosa es un proyecto político-organizativo de carácter táctico-estratégico realmente trascendental, decisivo e imprescindible, como el de desarrollar un frente amplio lo más amplio posible, que materialice los principios de unidad nacional y patriótica, entre otras posibilidades hacia las elecciones de 2012, pero sobre todo para después de ese evento electoral. Un frente amplio que contemple tanto la lucha por la justicia social y la calidad de vida como el asunto ineludible del status, que después de todo es punto de partida de los principales problemas que nos afectan. Cómo vinculemos una asunto con otro, habrá que ver. Lo que sería equivocado es establecer una dicotomía entre lo uno y lo otro—entre la lucha por la justicia social y por la solución política del status— táctica que históricamente han impulsado quienes no quieren que pase nada dando la falsa impresión de que pasa algo.
11. Hay que tocar todas las puertas, conversar con todas las agrupaciones y personas, sensibilizar con calma sobre la urgencia de unir voluntades ante la gravedad de la situación por la que atraviesa el País, chocar cabezas, abrir espacios, generar consensos, sin apresuramientos, con perseverancia, aunque sea por una vez en la vida, sin actitudes “fast track”, sin prisas ni ansiedades imprudentes e impertinentes.
12. Para trabajar en favor de la unidad o de un frente amplio nacional, hay que creer en ello. No se trata simplemente de la aplicación de una táctica sino de la implementación de un principio. Tiene que haber convicción y vocación unitaria. No es una moda, es la vida toda de un pueblo lo que está en juego.
13. No fantaseemos con que el virus de Egipto o Túnez nos ha picado y que de repente el Pueblo puertorriqueño se va a lanzar a las calles a reclamar cambios radicales o cosas por el estilo. No hay abracadabras en los procesos de cambio social; no hay magia ni milagros, ni intervendrán el destino ni Dios a nuestro favor, ni en contra.
12. Por lo pronto, lo importante es que estamos reflexionando sobre la unidad y la amplitud, sobre encontrarnos y luchar juntos por un País mejor, sobre lo que tenemos y lo que podemos, sobre con quién sí y con quién no, sobre el ellos que queremos que sea cada vez más pequeño y débil y el nosotros que queremos que sea cada vez más grande y fuerte, sobre la necesidad y la urgencia que nos obliga a vestirnos despacio porque tenemos prisa.
Es todo por ahora. |