En lugar de haber iniciado su gestión administrativa como representante de los intereses de todo un pueblo, el gobierno de Ricardo Rosselló y el PNP trata de imponer su sectaria obsesión anexionista, contra el parecer de la mayoría de la población puertorriqueña.

El PNP, Rosselló y la anexión son minoritarios en Puerto Rico.

El PNP y Rosselló pretenden pasar por alto que en las elecciones pasadas obtuvieron la menor cantidad de votos en toda la historia de ese partido, desde 1968. Parecen olvidar que el por ciento de votos alcanzando oficialmente por el PNP—aproximadamente 42%--representa menos del 23 por ciento del total de inscritos, ya que cerca de un 45 por ciento de los electores no participó en esos comicios.

En una actitud bochornosa y humillante, y ofuscados por una suerte de síndrome de amor no correspondido, Rosselló y el PNP pretenden a como de lugar llamar la atención del Congreso de Estados Unidos, que solo se ha dedicado a mostrar su desprecio hacia el Pueblo puertorriqueño.

Anticipamos que Rosselló y el PNP no solo recibirán un portazo en la cara de parte del Congreso, sino, además, el rechazo firme y contundente de parte de la mayoría del Pueblo puertorriqueño en su afán de imponer su pesadilla anexionista.