Las declracones de Trump en torno a Panamá |
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Escrito por Alejandro Torres Rivera |
Viernes, 14 de Febrero de 2025 14:22 |
Las pretensiones de Donald Trump respecto a recuperar el control de Canal y la Zona del Canal de Panamá: del peligro hipotético al peligro real
13 de febrero de 2025
Desde que el presidente Donald Trump hiciera las declaraciones sobre su interés el retomar control del Canal de Panamá, mucho se ha venido comentando, particularmente en Puerto Rico, dada su estrecha relación con el papel jugado por la Isla en el marco de la geopolítica regional y su posición estratégica como parte de la defensa del acceso a través del Océano Atlántico a dicha infraestructura.
Para entender la importancia y consecuencias que tienen las declaraciones de Trump, es necesario examinar algunos datos históricos que nos permitan un acercamiento a la importancia que representa para la región la declaraciones del presidente estadounidense.
La guerras de independencia de lo que hoy conforman la República Bolivariana de Venezuela, Colombia, Ecuador y el Estado Plurinacional de Bolivia, desarrolladas a partir de la primera década del siglo 19, trajeron como resultado la independencia con relación a España de estos países. Para entonces lo que hoy es la República de Panamá, era una región que formaba parte de lo que bajo España era el Virreinato de Nueva Granada. Pasado el período de las guerras de independencia, Venezuela y Ecuador se independizaron de la Gran Colombia, la cual más adelante fue llamada Nueva Granada y finalmente Colombia. Panamá, sin embargo, siguió formando parte de Colombia.
Entre 1850 y 1880 Colombia, incluida la región de Panamá, obtuvo un sistema federativo donde sus diferentes regiones político-administrativas, ejercían cierto nivel de control sobre sus asuntos particulares hasta que triunfa en Colombia un partido político conservador, muy vinculado con los intereses de la Iglesia Católica. Este impone un modelo de gobierno centralizado donde los llamados estados regionales pasaban a ser meras regiones administrativas. Una de esas regiones administrativas fue Panamá.
Entre 1899 y 1902 se desarrolla en Colombia la llamada “Guerra de los Mil Días” entre conservadores y liberales. Esta trae como resultado, entre otras cosas, la muerte estimada del 3% de la población. En ella prevalecen los conservadores. Sin embargo, ya a la altura del desarrollo de la contienda, se había planteado a construcción de una vía interoceánica que conectara el Océano Pacífico y el Océano Atlántico en llamado “Istmo de Panamá”.
Estados Unidos, en su política expansionista en el Atlántico, ya se había posicionado en 1898 del control de las islas de Cuba y Puerto Rico y pretendía ser la entidad a cargo de la construcción de la vía de navegación interoceánica, lo cual obtiene por una concesión de $40 millones. En su estrategia Estados Unidos reforzará las pretensiones de los panameños de independizarse de Colombia, lo que ocurrirá con su Declaración de Independencia el 3 de noviembre de 1903. No será sino hasta el 1914 cuando Colombia reconozca la independencia de Panamá obteniendo a cambio una indemnización por la suma de $25 millones.
Con la independencia de Panamá en 1903, ese mismo año se suscribe el Tratado Hay-Bunau Varilla en virtud del cual la se establece una Zona con tierras a ambos lados de la vía interoceánica que pasa a ser un territorio no incorporado a los Estados Unidos abarcando en total 1,432 kilómetros cuadrados (370 mil acres de terreno equivalentes a 580 millas cuadradas de superficie) y el Canal de Panamá propiamente. Este tratado de 1903 fue revisado por las partes en 1936 y 1955.
Durante la Primera Guerra Mundial, la mayor parte de los soldados puertorriqueños que participaron de la misma, 17,855 de acuerdo con el historiador militar Andrés Negroni en su libro Historia Militar de Puerto Rico, estuvieron destinados a la defensa del Canal de Panamá.
En Panamá siempre estuvo presente un sector de oposición a la presencia militar de Estados Unidos en lo que se conoció como Zona del Canal de Panamá. El 9 de enero de 1964 un grupo de estudiantes irrumpió dentro del territorio ocupado por Estados Unidos. Allí colocaron una bandera panameña simbolizando en ello que dichas tierras le pertenecían al pueblo panameño. La manifestación culminó con 20 muertos y más de 500 heridos. Al presente la fecha se recuerda y conmemora como el día como “Día de los Mártires”. La bandera panameña que fue ondeada ese día se encuentra depositada y conservada en un Museo temático en torno a la construcción del Canal de Panamá.
Al día siguiente de los sucesos, el gobierno de Panamá rompió relaciones con el gobierno de Estados Unidos. Más adelante, el 3 de abril de ese año se abrieron negociaciones en torno a la Zona del Canal de Panamá entre los dos gobiernos a través de la designación de Embajadores Especiales. Las discusiones arrojaron preliminarmente tres proyectos de acuerdo entre las partes: el primero, un “Tratado del Canal”, en el cual se derogaba el negociado a perpetuidad en 1903; restituía la soberanía panameña en la Zona del Canal efectivo al 31 de diciembre de 1999, o al 31 de diciembre de 2009 si se daba la construcción de un nuevo canal a nivel del mar; un segundo Tratado denominado “Tratado de Defensa y Neutralidad”; y un tercer Tratado, titulado “Tratado sobre el Canal a nivel del Mar”, que extendería el control estadounidense sobre la Zona por 20 años y la entrada en vigor y comienzo de la administración conjunta de la Zona entre Estados Unidos y Panamá por 60 años a partir de su apertura (no más el 31 de diciembre de 2067). Este último fue rechazado por Panamá.
En 1968 se produce un Golpe de Estado dirigido por el General de Brigada Omar Torrijos Herrera contra el presidente Arnulfo Arias. Entonces José María Pinilla se proclama presidente pero ya en marzo de 1969 Torrijos había asumido la jefatura del país.
En 1970 el gobierno panameño recibe de manos de Estados Unidos la instalación militar de Río Hato. Torrijos contempló llamar a una Convención Constituyente al amparo del Artículo 277 de la Constitución que le permitía tal facultad. Bajo su gobierno se abrieron escuelas, se crearon puestos de trabajo, se distribuyeron tierras a los campesinos (180 mil hectáreas de terreno), se desarrollaron importantes obras públicas y convirtió a Panamá en un centro financiero internacional. En política internacional, el gobierno panameño se solidarizó con el gobierno de la Unidad Popular en Chile; brindó ayuda al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en su lucha contra la Dictadura de Somoza; brindó apoyo a las organizaciones revolucionarias en El Salvador y Guatemala y renovó sus relaciones con la República de Cuba. Torrijos se propuso bajo su gobierno recuperar el control del Canal y de la Zona del Canal de Panamá.
En 1973 promovió una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el tema de la recuperación de la soberanía de su país de la Zona y del Canal de Panamá. La Resolución propuesta, fue vetada por Estados Unidos. Sin embargo, el 7 de febrero de 1974, entre Henry Kissinger y Juan Antonio Tack, Canciller panameño, se suscribió una Declaración conjunta que incluyó, entre otros extremos: la derogación del Tratado de 1903; la definición de una fecha para el traspaso a Panamá del Canal; el fin de la soberanía de Estados Unidos sobre la Zona del Canal y su devolución al pueblo panameño; y la participación justa y equitativa de Panamá en los beneficios, la defensa y la administración del Canal de Panamá.
El 7 de diciembre de 1997, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) se firmaron los primeros dos tratados, siendo ratificados en plebiscito por el pueblo panameño en una proporción de 66.14% a favor, 31.99% en contra; y 1.87% abstenidos. Hubo sectores de la democracia cristiana y de la extrema izquierda panameña opuestos a la firma, aunque la Federación de Estudiantes Panameños y la Central Nacional de Trabajadores apoyaron la ratificación.
El 1 de octubre quedó pautada la fecha para entrar en vigor los tratados. Varias condiciones fueron impuestas en el proceso de ratificación por parte del Senado de Estados Unidos: el derecho de dicho país a hacer funcionar el Canal disponiendo de tierras y aguas necesarias; la responsabilidad principal en su defensa; y la creación de una Comisión Conjunta de 9 personas (5 estadounidenses y 4 panameños) nombrados por Estados Unidos para la operación conjunta del Canal.
El acuerdo final incluyó la transferencia de la soberanía estadounidense a la panameña de la Zona del Canal de Panamá a partir del 31 de diciembre de 1999; la administración conjunta a partir de entonces del Canal a través de la Comisión antes mencionada; la defensa conjunta pero con responsabilidad primaria de Estados Unidos del Canal; la devolución a Panamá del 60% de la infraestructura de la Zona que incluía el ferrocarril, los puertos de Balboa y Cristóbal, el Fuerte Gulick (sede de la Escuela de las Américas) y otras facilidades militares, $10 millones de servicios públicos; la transferencia de 7 mil edificios; y el derecho a devengar parte del peaje pagado por el tránsito de barcos. Con relación al “Tratado de Neutralidad”, no se dispuso fecha de expiración, por lo que impone una neutralidad permanente.
En la Zona del Canal, que incluía a partir de la localización física del Canal, un área de cinco millas a cada lado, residían 3 mil civiles; era gobernada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos que designaba un gobernador; tenía policías, bomberos, cortes de justicia, jueces; facilidades telefónicas, de electricidad, agua potable, hospitales, lugares de diversión, campos de golf, teatros, canchas de tenis, facilidades de equitación, hoteles, fincas agrícolas, escuelas (aunque segregadas) y facilidades de vivienda aunque no eran propiedad de sus ocupantes.
La Constitución de Estados Unidos faculta al Presidente a celebrar Tratados con “el consejo y consentimiento” del Senado. Se indica que inicialmente, en el caso de los tratados negociados para la devolución del Canal y de la Zona del Canal a manos panameñas, 38 senadores, más de los necesarios para descarrilar su ratificación, se oponían a los mismos. En un gran esfuerzo que incluyó más de 1,500 presentaciones sobre los beneficios de los tratados y de la intervención directa del presidente James Carter para la aprobación de los mismos, luego de tres meses de debates, se consiguió la ratificación con un voto de ventaja de los requeridos (68-32), de los cuales 16 fueron votos de republicanos.
El 14 de diciembre de 1999, James Carter suscribió la nota de transferencia de la Zona del Canal de Panamá a la presidenta panameña Mireya Moscoso. Desde entonces, Panamá ha ejercido su plena soberanía sobre la Zona del Canal y sobre el Canal de Panamá
Los comentarios de Donald Trump sobre el Canal de Panamá están orientados a quejarse de la creciente influencia de la República Popular China en su operación, un tema clave para muchos de los seguidores de Trump.
En sus comentarios a los periodistas, Trump señaló que Carter firmó un tratado que devuelve la zona del Canal a Panamá después de 75 años de dominio estadounidense. Reflexionando sobre el legado de Carter, Trump dijo a los periodistas que la decisión de ceder el control del canal le costó a Carter la Casa Blanca.
La pretensión de Donald Trump, si es que en verdad se propone retomar el Canal de Panamá, algo que está puesto en duda por muchos analistas, de ocurrir, además del grave error de política exterior de Estados Unidos que tal acción conllevaría, lo que permitiría unir a los países de América Latina contra Estados Unidos, tendría importantes repercusiones sobre Puerto Rico. Como sabemos, a partir del cierre de la Estación Naval de Roosevelt Roads en Puerto Rico, junto con el cierre de otras instalaciones de importancia de la Marina de Guerra relacionadas con lo que fue el complejo militar en Puerto Rico, entre ellas el Complejo Naval de Seguridad de Sabana Seca y los polígonos de entrenamiento ubicados en la región este de Puerto Rico (polígonos de guerra electrónica, de guerra submarina y anti submarina, de tiro, maniobras y desembarcos anfibios en Vieques) y de otras instalaciones militares en la Isla Grande, la importancia militar de Puerto Rico para Estados Unidos se vio reducida aunque no eliminada.
La toma del control del Canal de Panamá por acción directa de Estados Unidos tendría el potencial de elevar nuevamente la importancia militar de Puerto Rico para Estados Unidos. La Isla, en conjunto con la Estación Naval de Guantánamo en Cuba, sería la entrada en el Mar Caribe para la defensa del Canal de Panamá desde el Océano Atlántico. No por algo, la Marina de Guerra de Estados Unidos, a través de ejercicios de unidades navales de la Flota del Atlántico con sede en Norfolk, Virginia (Segunda Flota), mantiene anualmente los ejercicios navales Panamex para la defensa de los accesos desde el Océano Atlántico y el Océano Pacífico al Canal de Panamá; y los ejercicios UNITAS, desarrollados conjuntamente con las marinas de guerra latinoamericanas y medios navales de la OTAN.
En el periódico La Prensa de Panamá del pasado 26 de enero de 2025, figura sin identificar su nombre, una carta enviada por un médico panameño a Donald Trump. En ella el médico denuncia, entre otros aspectos de importancia, algunas falsedades e imprecisiones dichas por el presidente estadounidense al referirse a Panamá y su propuesta de retomar el Canal de Panamá:
(1) El Canal de Panamá, indica, se llama así por encontrarse en Panamá. Señala que su construcción comenzó en el Siglo 19 y no pudo completarse por causas ambientales y de salud. En aquel momento un francés de nombre Phillipe Buneau-Varilla adquirió las acciones de la empresa francesa contratada. Buneau-Varilla más adelante suscribió un acuerdo con Estados Unidos confiriéndole a perpetuidad derechos sobre el canal en construcción, la cual se lleva a cabo entre 1904 y 1914 a un costo de $375, millones. La suma equivale hoy a $10 mil millones ($10 billones) y no como indica Trump, un trillón de dólares.
(2) No es cierto que en la construcción del Canal murieran 38 mil estadounidenses como ha indicado Trump. El número de muertos ascendió a 380, en su mayoría supervisores e ingenieros, como consecuencia de enfermedades. En la construcción fallecieron un total de 20 mil personas, en su mayoría en la etapa de construcción francesa. En la etapa de construcción americana, sin embargo, el número de muertos fue de 5,600, la mayoría caribeños de Jamaica y Barbados, así como españoles, griegos, panameños e italianos.
(3) La actual política de peajes en el Canal es abierta y transparente para todos sus usuarios. Se cobra lo mismo a todos los barcos, sean comerciales o militares, sin importar el país de procedencia.
(4) El gobierno de la República Popular China no tiene que ver con la administración del Canal. “Hutchinson Wampoa”, es una empresa de Hong Kong. Es la principal operadora de puertos de contenedores del mundo. También controla la administración de puertos en Estados Unidos y administra los puertos adyacentes al Canal. Obtuvo los derechos de administración licitando públicamente.
(5) En 2016 Panamá amplió el Canal para aumentar su capacidad. Sobre dicha ampliación Estados Unidos nada tuvo que ver.
(6) Pretender la reversión del Canal de Panamá a Estados Unidos sería lo mismo que México requiera de Estados Unidos la devolución de California y Texas; o la Federación de Rusia la devolución de Alaska.
Si bien para muchos Donald Trump se considera un loco, debemos recordar que hay locos que pueden hacer daño, mucho daño; así como crear complicaciones y calamidades para los pueblos. No asumamos que Donal Trump como presidente está loco, podría estar hablando en serio |
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