Obdulia Serrano Ríos con su esposo Manuel Rojas en Venezuela, año 1890.
Las mujeres arrestadas por participar en el Grito de Lares
Mariana Bracetti, Brazo de Oro, no fue la única mujer activa en las juntas revolucionarias del año revolucionario de 1868. La mayoría de las esposas, hijas y madres apoyaron a los hombres que decidieron luchar por la independencia patria.
María Eduviges Beauchamp, de origen francés, fue una gran colaboradora del Dr. Ramón Emeterio Betances. María Eduviges Beauchamp, formaba parte de una familia revolucionaria, pues 5 hermanos de ella y un sobrino fueron partícipes activos de los sucesos de Lares. Elías, Pablo Antonio, Pedro, Zoilo, Dionisio y su sobrino Ramón Alcides. Todos fueron encarcelados, excepto su sobrino que apenas contaba 14 años. María Eduviges nunca fue encarcelada pero fue mencionada en los sumarios hechos a otros implicados. Los Beauchamp siempre fueron reconocidos como una familia de patriotas y en el siglo XX unos de ellos Elías Beauchamp ajustició al coronel Riggs en 1936 y fue asesinado ese mismo día. A María E. Beauchamp se le conocía como “La Viuda”.
Otra mujer que se han relacionado con la gesta del Grito de Lares fue Dolores Cos, natural de Arecibo cuyo nombre verdadero era Dolores González de Cos y era esposa de “Pancho Santana”, cabecilla del Grito de Lares quien fue capturado en el barrio Limaní de Adjuntas y haberse fugado el 5 de octubre 1868. Dolores fue una de las que cosió otra de las banderas de Lares. Luego de la amnistía a los revolucionarios se fue a vivir a República Dominicana, a la provincia de Samaná. Ana Martínez Pumarejo, apoyó incondicionalmente a su esposo don Francisco José Méndez Acevedo, a su cuñado Juan Nepomuceno y a sus hijos, muy activos y participes de la revolución: Aurelio Méndez, Gerardo y Zoilo Méndez. Todos ellos, y Ana, fueron encarcelados por su participación en la insurrección de Lares.
Se menciona el arresto de Celia Broagau, cuando fueron las tropas a registrar su casa luego de la muerte de su padre en batalla, ella amenaza a las autoridades españolas con un machete. Se menciona el arresto de Rosa Medina, quien expresó públicamente loas a los insurgentes al pasar por frente a su casa en San Sebastián.
Rosalía Márquez se menciona como otra de las mujeres que cosió otra de las banderas y de quien se sabe era residente de Mayagüez.También se menciona a Rosa Martínez, que quedaron en el anonimato y sólo se sabe de ellas por las indagatorias. Romana Galindo y Polo de 60 años y la mulata María Vásquez fueron acusadas en Vega Baja. Algunos historiadores han exaltado las figuras de estas mujeres, como patriotas residentes en Vega Baja. Fueron excarceladas por no haber pruebas suficientes contra ellas. La mulata María Francisca Brignoni fue arrestada en Ponce, nacida y residente en Juana Díaz. Se le informó que estaba siendo apresada por atribuírsele manifestaciones subversivas.
Isabel Serrano, esposa de Aurelio Méndez huyeron a Santo Domingo, mencionados en los sumarios de hechos.
Dolores Rodríguez de Astudillo, más conocida como Lola Rodríguez de Tió fue arrestada junto con su esposo Bonocio Tió en San Germán en noviembre de 1868, tras una escaramuza con tropas españolas. Obdulia Valentina Serrano Ríos, natural de Lares, era la esposa de Manuel Rojas. Obdulia Valentina y Mariana Bracetti eran concuñadas y grandes amigas. Las dos vivían en la hacienda El Triunfo donde Manuel Rojas albergó a su hermano Miguel, que trabajaron juntos la hacienda. Madre de tres niños, apoyaba la causa y desde su hogar en la hacienda del barrio Pezuela de Lares participaba y servía de apoyo a los que allí frecuentemente visitaban a su esposo. Obdulia Valentina fue arrestada junto con Mariana Bracetti y también fue torturada. Obdulia y Mariana fueron encarceladas en la misma celda en Arecibo hasta su excarcelación en enero de 1869. Se exilió con su esposo, Manuel Rojas, a Santo Domingo para luego trasladarse a Venezuela donde falleció en Boconó, Trujillo, Venezuela. Estas son las mujeres mencionadas en los sumarios de hechos de los arrestos por el Grito de Lares de 1868. Pero estamos seguros que debió haber más mujeres en estos hechos históricos.
Información tomada de: “La trayectoria política de la mujer en el siglo XIX: antesala al sufragio” de la doctora Raquel Rosario-Rivera
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