El colonialismo, una de los razones por los cuales se fundó este magno Movimiento de Países No Alineados, sigue tan cruel y genocida como en los años sesenta. Puerto Rico está en estos momentos siendo gobernada por una Junta de Control Fiscal de siete funcionarios nombrados impuestos por el Congreso y el presidente de Estados Unidos.
Intervención del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano Reunión Ministerial Movimiento de Países No Alineados Bakú, Azerbaiyán 4 de abril, 2018
Wilma E. Reverón-Collazo Copresidenta, Secretaria Relaciones Internacionales
Señor Presidente, a nombre del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico, permítame transmitirle el agradecimiento por la generosa y cálida acogida en su hermoso país y espectacular capital de Bakú. Vale la pena cruzar el planeta para conocer este bello espacio con que ha sido bendecido su pueblo.
Vengo de una isla del Caribe llamada Puerto Rico famosa por sus hermosas playas, su gente alegre, gentil y bullanguera y su sabrosa música de salsa. Hermanos en cultura e historia del heroico pueblo de Cuba, las jugarretas del destino nos lanzaron por caminos distintos. Cuba, ferozmente independiente, Puerto Rico, bajo el yugo del colonialismo, primero bajo España por quinientos años y desde 1898, bajo Estados Unidos de América.
A ciento veinte años de la llegada, invasión y ocupación de EEUU a nuestras playas, nos han dejado en la quiebra, tras la destrucción de nuestra economía y agricultura, contaminación de nuestras tierras producto de actividades militares e industriales. Diez años en depresión económica y crecimiento negativo son la evidencia contundente de lo que es la relación colonial: explotación, destrucción y opresión.
Y entonces llegaron los huracanes Irma y María en septiembre de 2017. Dos huracanes de categoría 5 cuya fuerza destructiva devastó la Isla de Puerto Rico de esquina a esquina, destruyendo toda la infraestructura eléctrica, dejando la población a oscuras por meses. Al día de hoy todavía quedan miles de hogares sin electricidad. La actividad económica se paralizó durante meses, los negocios siguen desapareciendo día a día.
Somos una pequeña isla nación en la ruta de huracanes. No somos distintos en ese sentido de nuestros hermanos del Caribe Oriental. Dominica y Antigua y Barbuda sufrieron los embates destructivos de estos huracanes. La diferencia estriba en que estas pequeñas islas naciones tienen soberanía política, participan de las organizaciones internacionales con voz propia y pudieron movilizar agencias de la ONU, recibir ayuda de cualquier país del mundo que quisiera aportar y, pueden acudir a buscar financiamiento internacional y tomar la decisiones sobre políticas económicas de desarrollo necesarias para la reconstrucción de sus islas.
Puerto Rico por otro lado, tuvo que esperar a que Estados Unidos decidiera cuándo, cómo y qué tipo de ayuda íbamos a recibir. Las brigadas de asistencia de desastres tardaron tres semanas en comenzar a llegar. Cuba nos ofreció de inmediato enviar brigadas médicas con hospitales móviles y brigadas de electricistas para levantar el sistema eléctrico. EEUU se negó a contestar el ofrecimiento, impidiendo la llegada de la tan necesaria asistencia médica y de electricidad que le ha costado la vida a lo que se estima debe ser alrededor de mil puertorriqueños que han muerto por causas directa o indirectamente vinculadas al huracán, mayormente por falta de acceso a diálisis, oxígeno y a operaciones y tratamientos médicos de emergencia.
Personalmente llamé al Programa Mundial de Alimentos, a la oficina regional para América Latina y el Caribe. Mi pueblo estaba pasando hambre porque los puertos estaban cerrados y no había diesel para mover la mercancía. La contestación del Programa fue que no podían hacer nada si EEUU no solicitaba la ayuda. Mientras EEUU impedía que Venezuela nos hiciera llegar un barco con alimentos y la oferta de 50,000 galones de diesel.
El colonialismo, una de los razones por los cuales se fundó este magno Movimiento de Países No Alineados, sigue tan cruel y genocida como en los años sesenta. Puerto Rico está en estos momentos siendo gobernada por una Junta de Control Fiscal de siete funcionarios nombrados impuestos por el Congreso y el presidente de Estados Unidos.
Los independentistas hemos estado 120 años denunciando el colonialismo en Puerto Rico y la falta de democracia y soberanía que impera en nuestra nación, que EEUU considera ¨su territorio¨ sobre el cual ostenta poderes plenarios bajo la Constitución de EEUU. Durante décadas, desde el 1968, este Movimiento de Países No Alineados ha dado su apoyo y posibilitado que no se invisibilice nuestra lucha centenaria por la descolonización. Necesitamos el apoyo ante la urgente necesidad de tomar medidas que posibiliten el desarrollo sostenible de nuestra isla nación, la defensa contra los depredadores de Wall Street y los fondos buitres y que se promuevan políticas internacionales dirigidas a atender las crisis humanitarias provocadas por las manifestaciones del cambio climático, como son los huracanes y otros eventos atmosféricos.
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