La Juventud Hostosiana del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) de Puerto Rico denuncia la irresponsable decisión del Tribunal de Primera Instancia de Ponce que vuelve a permitir la disposición de cenizas tóxicas de la planta incineradora de carbón ‘AES’ de Guayama en el vertedero de Peñuelas.

Durante años comunidades del sur del país han estado sufriendo un marcado deterioro de su salud producto del contacto con estas cenizas altamente tóxicas. A pesar de existir estudios y literatura científica que lo evidencian, las agencias ambientales estatales y federales han sido cómplices de dicho crimen y son cómplices de este caso de Justicia Ambiental.

La lamentable situación sobre las actividades de esta compañía no se limitan a Puerto Rico. Según artículos publicados por el Centro de Periodismo Investigativo las cenizas de carbón de esta planta fueron exportadas durante varios años a República Dominicana y en el Barrio Arroyo Barril de Samaná, causaron múltiples malformaciones en recién nacidos y abortos. Producto de dicha situación las familias demandaron en el 2009 y recientemente AES propuso en la Corte de Delaware un acuerdo transaccional para poner fin a esta demanda. En dicho caso se encontró que las cenizas contenían arsénico, berilio, vanadio y cadmio en niveles que violaban los estándares internacionales.  

En el caso de Puerto Rico, por años se mercadeó el residuo de cenizas como un material inocuo, seguro para relleno y construcción. Entre los años 2004 y 2011, sobre dos millones de toneladas de cenizas se destinaron a múltiples usos en varios pueblos de la isla. La agencia federal EPA, ante cuestionamientos sobre si realmente las cenizas de carbón son materiales seguros para el medioambiente, realizó un estudio hace 4 años y encontró que las cenizas de AES tienden a liberar metales pesados en concentraciones que exceden el límite de seguridad permitido por estándares de EEUU al entrar en contacto con el suelo y líquidos. Pueden causar múltiples problemas respiratorios, de la piel y son cancerígenas. Desde el año pasado comunidades del sur, en pueblos como Peñuelas y Humacao, han resistido y batallado contra el depósito de este desecho tóxico en sus vertederos. Sin embargo las autoridades tanto ejecutivas como judiciales, no han cumplido con su deber ministerial de protegerlos. La Juventud Hostosiana del MINH  se solidariza con las batallas que estas comunidades libran contra la contaminación por parte de AES. Ofrecemos nuestra participación y cualquier otro apoyo en tanto nos sea posible.

Por todo lo antes expuesto exigimos:

1)      La inmediata intervención de la Junta de Calidad Ambiental y la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA) para que ordenen un cese y desista al depósito de cenizas, a  la quema de carbón y que se ordene el cierre permanente de la planta incineradora AES en el municipio de Guayama.

2)      Que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), el Departamento de Salud de Puerto Rico y la Universidad de Puerto Rico realicen estudios científicos con miras a identificar la localización de dónde se depositaron las cenizas en la isla, determine su toxicidad y proponga un plan de manejo de dicho material con miras a encapsularlo o removerlo, de manera que se afecte lo menos posible el medioambiente y la salud del pueblo y velen por su cumplimiento a corto y mediano plazo.

3)      Que el gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico cumpla con el mandato que la constitución del ELA dicta en cuanto a la protección ambiental y que cumpla con las leyes que ordenan mover a Puerto Rico a ser un país que no dependa de combustibles fósiles para la producción de electricidad. No se deberá dar paso a proyectos de energía que no sean energías renovables y saludables para el medioambiente. Tenemos una privilegiada localización geográfica  para el desarrollo de de energías limpias y verdes.

Juventud Hostosiana
Movimiento Independentista Nacional Hostosiano