"Según Julio Muriente, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), Castro Ruz fue heredero de la tradición política cubana de cooperación con los movimientos independentistas de Puerto Rico que data de la creación del Partido Revolucionario Cubano y su fundador, José Martí".
Como muchas cosas de su vida, la relación entre el dirigente cubano Fidel Castro Ruz y Puerto Rico se confunde entre el misterio y la realidad.
Se dice que los primeros macanazos que recibió fue en 1948 durante su época estudiantil en una manifestación exigiendo la liberación del líder nacionalista puertorriqueño Pedro Albizu Campos.
Del mismo modo, en 2005, ocho meses antes de ceder el poder a su hermano Raúl Castro, el ahora fallecido dirigente cubano presidió un acto en honor al entonces recién fallecido líder machetero, Filiberto Ojeda Ríos, en el teatro Karl Marx de la Habana.
Según Julio Muriente, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), Castro Ruz fue heredero de la tradición política cubana de cooperación con los movimientos independentistas de Puerto Rico que data de la creación del Partido Revolucionario Cubano y su fundador, José Martí. Para entonces, tanto Cuba como Puerto Rico eran colonias de España, asunto que cambió con la Guerra Hispanoamericana y el Tratado de París de 1898.
“Los lazos entre los independentistas puertorriqueños y los cubanos surgen de los tiempos de Martí y de Betances. Es un lazo de solidardiad y afinidad que ha definido una hermandad entre los grupos revolucionarios que estas generaciones heredaron”, dijo el profesor de ciencias políticas José Rivera.
“Lo que Fidel (Castro Ruz) y la Revolución cubana han hecho es darle continuidad al proceso histórico de solidaridad entre ambos pueblos. Ahora, él lo hizo con una valentía extraordinaria porque ha tenido que entrar en fuertes enfrentamientos en esa gesta”, dijo.
Según Muriente, el tema del status político de Puerto Rico ha estado presente desde los primeros años de la Revolución cubana. El profesor de historia explicó, por ejemplo, que a inicios de la década de 1960, cuando se negoció la liberación de los presos capturados por el gobierno cubano durante la invasión de Bahía de Cochinos (también conocida como la Batalla de la Playa Girón), Castro Ruz, como líder del gobierno cubano, solicitó nuevamente la excarcelación de Albizu Campos.
Ya para 1966, el Movimiento Pro Independencia (antecesor del MINH) funda lo que se conoce como la Misión de Puerto Rico en Cuba, entidad que ha buscado estrechar lazos entre los cubanos y los puertorriqueños, especialmente los sectores asociados al independentismo.
A nivel internacional, el gobierno cubano les ha abierto las puertas de los foros mundiales a los grupos independentistas de Puerto Rico. Por ejemplo, el MINH tiene una silla como observador en el Movimiento de Países No Alineados, afirmó Muriente.
En el plano internacional, desde 1972, el gobierno cubano ha sido el que ha llevado ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas el caso sobre el status colonial de Puerto Rico.
Según el profesor de ciencias políticas Rivera, este ha sido el más destacado rol del gobierno cubano en un tema puertorriqueño, aunque se trata de un acto que en gran medida tiene un valor más simbólico que político.
“En lo práctico es un ejercicio político sin mayores consencuencias, pero que tiene un gran peso simbólico”, dijo Rivera.
La resolución que presenta Cuba ante el Comité es aprobada anualmente tras un proceso de audiencia en el que han participado básicamente todas las facciones políticas de Puerto Rico en materia de status.
Muriente indicó que la presión de Cuba sobre el tema de Puerto Rico fue tan estridente que se cuenta que durante la presidencia del republicano Richard Nixon, el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, presionó para que Cuba bajara el tono de las denuncias sobre el colonialismo en Puerto Rico.
“Pocos meses después en La Habana se organizó el Primer Congreso de Solidaridad con la Independencia de Puerto Rico”, recordó Muriente.
Castro Ruz supuestamente intervino también con la excarcelación de los prisioneros políticos Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa, quienes en 1954 atacaron la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense.
Supuestamente, a cambio de la liberación de los nacionalistas, el gobierno cubano devolvió a los Estados Unidos varios prisioneros convictos de espionaje.
Fuente: El Nuevo Día |