En medio de una ofensiva de la derecha con sus políticas neoliberales y del recrudecimiento de las posturas hegemónicas de Estados Unidos, las fuerzas progresistas y de izquierda de Latinoamérica y el Caribe afirmaron en La Habana que siguen en pie de lucha.
Más de 600 delegados participantes en el XXIV Foro de Sao Paulo, celebrado del 15 al 17 de julio en el Palacio de Convenciones de La Habana, fijaron esa posición tras debatir en torno a la necesidad de la unidad como respuesta al actual escenario imperante en la región.
Jefes de Estado, exmandatarios, personalidades e intelectuales latinoamericanos y caribeños rechazaron en el regreso del Foro de Sao Paulo a Cuba, isla que lo acogió en 1993 y 2001, la tesis de la derrota de la izquierda y de la supremacía de la derecha, esgrimida a partir de golpes de Estado y de elecciones con resultados negativos para las fuerzas progresistas.
En ese sentido, la Declaración Final adoptada la víspera en el cierre de la reunión califica de absurda e inadmisible la idea de que en la región dominen las élites de poder promovidas por Estados Unidos.
Los partidos y agrupaciones integrantes del Foro creado en 1990 acordaron acciones para enfrentar la arremetida de la derecha, impulsar mecanismos de integración como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y combatir la injerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En los documentos emanados del XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo quedó claro el respaldo a gobiernos víctimas de agresiones internas y externas, entre ellos los de Venezuela y Nicaragua, y el rechazo al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y a la persecución de líderes populares.
Durante las tres jornadas del cónclave, retumbó la demanda de libertad del expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo encierro calificaron de injusto.
La depuesta mandataria de Brasil Dilma Rousseff y la presidenta del Partido de los Trabajadores de ese país, Gleisi Hoffmann, denunciaron en diversos espacios del encuentro la injusticia cometida contra Lula y advirtieron sobre el temor de la derecha a que el dirigente triunfe en los comicios de octubre.
Hoffmann declaró a Prensa Latina que la solidaridad resulta clave para lograr la liberación del exmandatario, fundador -junto a Fidel Castro- del Foro de Sao Paulo, en 1990. “No podemos entregar el poder, hay que permanecer en la lucha”, recalcó Evo Morales.
También abundaron las muestras de respaldo al exjefe de Estado ecuatoriano Rafael Correa, quien en un videomensaje recordó la cruzada en su contra y acusó al presidente Lenin Moreno de traicionar a la Revolución Ciudadana.
La reunión en el Palacio de Convenciones contó con la participación de líderes revolucionarios y progresistas, entre ellos el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro, y los presidentes de la isla, Miguel Díaz-Canel; Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
Salvador Sánchez Cerén, presidente del Salvador, consideró que las fuerzas progresistas deben lograr nuevas energías y articulaciones.
Igualmente acudieron a la vigésimo cuarta edición del Foro de Sao Paulo los exmandatarios Dilma Rousseff y Manuel Zelaya, y el luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera.
Díaz-Canel, Maduro, Morales y Sánchez Cerén insistieron en sus discursos en la urgencia de la unidad de la izquierda y de los sectores contrarios al neoliberalismo, una postura ratificada en las palabras de clausura del encuentro por el segundo secretario del Comité Central del PCC, José Ramón Machado Ventura.
HOMENAJE A FIDEL CASTRO
En su tercera y última jornada, el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo rindió tributo al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, ocasión en la que se destacó la vigencia de su legado.
Para Evo Morales, el mejor tributo a Fidel es materializar la unidad latinoamericana y caribeña y no claudicar, mientras Maduro resaltó el compromiso del líder con la defensa de la justicia social y la dignidad de los pueblos.
Por su parte, Sánchez Cerén advirtió que el pensamiento de Fidel Castro seguirá marcando el rumbo del trabajo de los hombres y las mujeres de izquierda en América Latina.
En la intervención final de la plenaria dedicada a recordar a Fidel Castro, el presidente de Cuba llamó a apostar por la unidad en la región, para lo cual consideró fundamental tener en cuenta el ideal integracionista del líder de la Revolución que triunfó el 1 de enero de 1959.
Fidel Castro nos recordó que Revolución es unidad, y que es esta una de las claves para entender cómo hemos encarado con éxito agresiones externas de todo tipo, subrayó Díaz-Canel. (PL) |