Me llamó una compañera de Mayagüez para decirme de tu muerte.  Por un momento no te recordaba pues muchos han sido los años en que no nos hemos visto. Pero busqué en mi memoria y te recordé -mi amigo Cheo- y recordé a Tata, tu compañera de siempre, y a tu hijo que cantaba canciones patrióticas en ritmo de rap. Creo que Tata y tú fueron carpeteados por la policía por el patriotismo de ambos. Como no pude ir a tu despedida, te dedico este poema que escribí años atrás, ante la muerte de nuestros compañero y hermano Irvin Flores Rodríguez. Como recuerdo tu gran fervor patriótico, hoy te lo dedico.

Sin lamentos ni plegarias



Arrópenme cuando muera,

con mi estrella solitaria,

y que flote mi bandera,

tan alta como en mi alma.



Entiérrenme con una plena,

de los barrios de mi patria,

al son de las panderetas,

al ritmo de la metralla.



Griten a toda garganta,

todos los que quieran gritar,

¡Viva Albizu y Che Guevara!

¡Viva la liberación nacional!



Levanten ese glorioso puño,

sin lamentos ni plegarias,

que a este boricua, lo juro,

ni la muerte se lo traga.



Y del infierno o la gloria,

seguiré dando batalla,

mis cenizas serán pólvora,

escondida en la montaña.


Publicado en: Cancel Miranda, Rafael.  Pólvora y palomas.
Mayagüez:  Imprenta Hostos, Edición Privada, 1995.