Doscientos quince años después de aquel primero de enero, Haití se yergue con orgullo. No hay adversidad que lo detenga. Si algún pueblo de América y el mundo se ha ganado el derecho a ser feliz, ese es el pueblo haitiano.
27 de diciembre de 2018 San Juan, Puerto Rico
H.E. Mr. Denis Regis Ambassador Extraordinary and Plenipotentiary Permanent Representative
Su Excelencia Denis Regis: Saludamos con profunda alegría al Gobierno y al Pueblo hermano de Haití, en ocasión de conmemorarse el aniversario 215 de su independencia nacional.
El valeroso pueblo haitiano brindó un extraordinario ejemplo a los pueblos de Nuestra América, enfrentando victoriosamente a la naciente República francesa y luego a las propias fuerzas invasoras del emperador Napoleón Bonaparte. Unos y otros pretendían que prevalecieran el colonialismo y la esclavitud negra, para así mantener sometido y explotado al pueblo haitiano. Pero pudieron más las ansias de libertad y justicia, y Haití se convirtió en la primera república caribeña y latinoamericana, el primero de enero de 1804.
Aquella gran victoria sobre la esclavitud y el colonialismo abrió las puertas a un profundo cambio de época en América, precedido sólo por la victoria militar de las Trece colonias norteamericanas, contra la corona británica, que en 1783 se constituyeron como Estados Unidos de América.
A las alturas de 2019, la inmensa mayoría de los pueblos americanos ha alcanzado su independencia nacional. Puerto Rico es una dolorosa excepción. Nuestra Patria fue colonia española por 405 años (1493-1898). El 25 de julio de 1898, Puerto Rico fue ocupado por las tropas estadounidenses, en el marco de la Guerra hispano-cubano-americana, y tomado como botín de guerra. Esa condición colonial dura hasta nuestros días. A pesar de más de medio milenio de colonialismo, Puerto Rico es una nación caribeña y latinoamericana, que reclama y lucha por hacer realidad su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia.
Para el movimiento independentista puertorriqueño, el valor, la perseverancia y el amor a la libertad del hermano pueblo haitiano constituye un espejo luminoso en el que mirarnos. Conocemos bien cuanto ha tenido que enfrentar su pueblo para poder mantenerse en pie y avanzar, de cuantas agresiones y acciones punitivas de todo tipo ha sido objeto prácticamente desde el momento mismo de alcanzar la independencia nacional. Era inadmisible para Europa y también para Estados Unidos que se sostuviera un ejemplo como el de ese gran pueblo, en su inmensa mayoría hijo de descendientes africanos.
Doscientos quince años después de aquel primero de enero, Haití se yergue con orgullo. No hay adversidad que lo detenga. Si algún pueblo de América y el mundo se ha ganado el derecho a ser feliz, ese es el pueblo haitiano.
Nosotros y nosotras, como caribeños y latinoamericanos, celebramos este día, y le expresamos nuestro respeto y solidaridad.
Reciba las muestras de nuestro aprecio y consideración en esta fecha tan importante para Nuestra América,
/fdo/Wilma E. Reverón Collazo /fdo./José Rivera Santana /fdo./Francisco A. Santiago Copresidentes Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) Puerto Rico
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