Ciertamente, la coyuntura actual en Puerto Rico amerita la discusión que posibilite fijar estrategias, tácticas y acciones específicas que abonen a aliviar las vicisitudes que atraviesa Puerto Rico y educar a nuestro pueblo sobre la necesidad de nuestra soberanía e independencia.

A pesar que a diario abundan los análisis, datos y valoraciones sobre el significado de la situación económica, social y política actual, una mayor discusión, puede que afine algunos puntos sobre la situación y abone a la comprensión sobre la raíz colonial que siempre asoma en nuestra situación. Esto tiene particular importancia en la tarea impostergable de que nuestro pueblo se plantee la necesidad y posibilidad de un nuevo proyecto nacional partiendo de nuestra descolonización y tránsito a nuestra independencia nacional.

Además, hay que precisar en que la situación actual no se presta para nuevos remiendos de programas anti-crimen, de desarrollo de empleos, vivienda y acceso a servicios de salud, de programas contra la violencia doméstica y el abuso de sustancias controladas y drogas, entre otros. Atender todos estos problemas lo que precisa es una nueva forma de política en el país que ponga al frente la verdadera vocación al servicio público y sobretodo de servicio al pueblo sobre la base de Nuevo Proyecto Nacional.

No obstante, la necesidad de esta discusión para fijar línea política, objetivos campañas, acciones, y metas concretas, debe incluir una discusión imprescindible del estado del independentismo en Puerto Rico – organizaciones, áreas de trabajo, desde el trabajo local a nivel de base hasta el trabajo internacional. Tal análisis también debe pasar por los proyectos para informar y educar, y los esfuerzos unitarios.

Es decir ¿cómo estamos trabajando? Cómo podemos mejorar nuestro trabajo, hacer los esfuerzos más eficientes y productivos para ganar terreno? ¿Cómo lidiar con el cinismo que se ha apoderado de muchos, o el atrincheramiento en posiciones políticas en las organizaciones? ¿Cómo lidiar con el liberalismo? ¿Cómo mejorar los métodos de dirección y toma de decisiones, la ejecución de las decisiones y la conducción del trabajo?

Al presente en Puerto Rico además de las organizaciones propiamente independentistas, el independentismo tiene muchas expresiones incluyendo su participación (al igual que participan otros sectores ideológicos del país) en la sociedad civil, movimiento estudiantil, de mujeres, cultural, intelectual, sindical, y proyectos de autogestión y de avanzada, y en las luchas de los puertorriqueños(as) en Estados Unidos. Pero hay una dispersión de esfuerzos y carencia de coherencia. Por eso hace falta un pase de balance. Sin ello será difícil que el independentismo pueda incursionar y hacer una diferencia en la búsqueda de soluciones al atolladero que caracteriza la coyuntura actual en el país, y en particular en el problema de status colonial.

Al hacer un balance y análisis del independentismo es necesario ubicarlo en perspectiva histórica y el hecho que en el pasado el independentismo ha sido el motor de grandes logros en Puerto Rico sobre todo en cuanto a salvar y hacer valer los derechos de los puertorriqueños(as), en cuanto a salvar nuestra cultura y recursos naturales, además de lidiar con el militarismo norteamericano, y establecer la existencia y presencia de Puerto Rico en el mundo; la existencia y presencia en el mundo un pueblo con su propia ciudadanía en lucha contra el colonialismo y sus secuelas y sujeto a la aplicación del Derecho Internacional.

Todo ello que antes se hacia principalmente desde el independentismo ahora se da casi silvestre. Pero el independentismo sigue teniendo un papel importante y al presente, con nueva posibilidades, le incumbe buscar la manera de estar a la altura de lo que ha sido su papel histórico.

No hay que tener temor a los errores cometidos en el pasado en los procesos de evaluación pues si algo bueno tienen los errores es que aprendemos de ellos. Uno de esos aprendizajes es precisamente que en el presente los mecanismos de evaluación deben ser más abarcadores y utilizar nuevos mecanismos; tomar en cuenta nuestros logros históricos y la existencia de luchadores y luchadoras conscientes, comprometidos, y sacrificados. Evaluar no es ser negativo ni pesimista ni conflictivo. Es reconocer que la conciencia, el compromiso y el sacrificio solo nos llevan hasta cierto punto.

Al igual que debemos ver la dimensión negativa de la coyuntura actual y los peligros que encierra, también debemos ver si dimensión positiva en el sentido de las oportunidades que nos ofrece, teniendo presente también que oportunidades puede haber muchas, aprovecharlas es otra cosa. El independentismo ha sido fuerte e incluyente en su papel histórico y puede volver a serlo. Es importante que nos sintamos orgullosos de ese pasado del independentismo y sus logros para acercarnos al futuro que añoramos con una visión más amplia en el contexto de la diversificación que habido de la lucha puertorriqueña lo que va más allá del independentismo.

Para que nuestros esfuerzos en el presente rindan frutos en proporción a la inversión de conciencia, compromiso y sacrificios del independentismo al presente y en el pasado, esos esfuerzos requieren de la coherencia que nos puede dar una discusión que incluya una mirada hacia dentro comenzando nuestras organizaciones. El ¿qué vamos a hacer? Incluye ¿cómo vamos mejorar nuestro trabajo? Ello, conjuntamente con la conciencia, compromiso y sacrificios, nos ayudaría a ganar terreno en la coyuntura actual. Las fuerzas de avanzada lo han logrado en otros países latinoamericanos y caribeños. En nuestro contexto nosotros también podemos.