El mes de septiembre de 1896 es para la Historia Local del actual municipio Sandino, el momento culminante de la guerra, pudiéramos decir que uno de los momentos más significativos de toda nuestra historia local, sino el más importante…

fue el de la presencia del Titán de Bronce, Antonio Maceo, durante el desarrollo de la Campaña de Pinar del Río, en nuestro territorio durante diez días. En esos cruentos y gloriosos años de la guerra, luego de la muerte del héroe nacional José Martí, la historia nacional tenía su centro en las acciones armadas de la invasión a Occidente y especialmente en la figura de Antonio Maceo.

Toda la provincia al término de la invasión era ya un hervidero revolucionario y durante el año 1896, tuvo en su territorio el corazón mismo de la Historia Nacional en la que fue llamada "la campaña de Pinar del Río".

Antonio Maceo en más de una ocasión haría alusión al valor de los combatientes pinareños y admiraría las bellezas naturales de esta tierra, así como la disposición para el combate de los accidentes del terreno. Entre los innumerables hechos que enriquecen la biografía del héroe epónimo, muchos se entrelazan con las raíces de nuestra Historia. Uno de ellos es el que ocupa el relato de sus diez días en el territorio que hoy corresponde al municipio Sandino.

Pero antes de transcribir ese relato, sobre el cual tendremos las versiones de Miró Argenter y las notas de los diarios de Ivan Streltsov y Francisco Gómez Toro, así como el diario de Manuel Lazo y otras informaciones de Enrique Collazo, noticias todas que hemos precisado gracias a testimonios posteriores, veamos todo lo relativo con los primeros 13 días de septiembre y la Expedición de Rius Rivera, segunda que llega a nuestras costas, pues es la que da motivo a la presencia del Titán de Bronce en esta zona.

Refirámonos ahora a la expedición en sí y por lo tanto sigamos además los puntos de vista del Mambí Ruso Ivan Streltsov y del hijo de Máximo Gómez, Francisco Gómez Toro, expedicionarios del vapor Tres Amigos, así como las crónicas de Miró Argenter quien acompañaba a Maceo.

Esa expedición que esperaba Maceo en el territorio que hoy ocupa el Municipio Sandino el día 18 de septiembre de 1896 debía haber salido antes del 19 de agosto toda vez que ese día recibía una estafeta desde La Habana en su campamento de Puerta de la Muralla, en la cual se le comunicaba mediante una carta de la Delegación de Nueva York, la salida de esa expedición al mando del general Rius Rivera y que traía como jefe de mar al Coronel Joaquín Castillo Duany; y que debía arribar al sur de la región occidental en el lugar previsto de antemano, a más tardar el 23 de agosto.

Sin embargo, la expedición no pudo salir en la fecha prevista por la Delegación de Nueva York. La persecución del gobierno de Cleveland contra los cubanos y sus simpatizantes era implacable; resuelto a no tolerar auxilio de ningún tipo a los mambises y a garantizar apoyo a España desde principios de Julio, la policía federal presionaba sobre los agentes revolucionarios.

El propio Dr. Joaquín Castillo Duany escribe el 18 de agosto desde el puerto de Jacksonville al delegado de Nueva York manifestando su preocupación acerca de la presencia de la inspección federal de aduanas en el mismo puesto de mando del Tres Amigos, el barco que transportaría, como otras veces las armas y hombres hasta suelo cubano. Esta desesperación es compartida por uno de los expedicionarios que esperaba con ansiedad la partida, el hijo del generalísimo, el joven Francisco Gómez Toro, según podemos conocer por una carta suya fechada el 25 de agosto en esa misma ciudad norteamericana.

No obstante, burlando la vigilancia del gobierno de Cleveland, lo cual no trajo pocas dificultades para salir el Tres Amigos, el 3 de septiembre, partió rumbo a las costas cubanas.

El día 8 de septiembre luego de un viaje sin inconvenientes se produjo el alijo de Tres Amigos en la costa sur, en un lugar próximo a María La Gorda, en la Ensenada de Corrientes.

Según la información que tomamos de Francisco Gómez Toro, ya el día 8 de septiembre está en el campamento escribiendo su diario, dice que desembarcaron a las 4.30 de la madrugada de ese día y allí contradice la versión de Piort Streltsov quien señala que:

"En la madrugada del 7 de septiembre, el barco se aproximó a tierra - Entre la niebla de la mañana divisamos una pequeña, pero cómoda bahía en forma de herradura. La orilla de la bahía, baja y arenosa en su parte central se eleva a ambos lados y terminaba en macizos y simétricos y rocosos. Más allá de las arenas comenzaba la vegetación entre la cual se divisaban las siluetas de las palmas".

Como vale la pena tener en cuenta el testimonio que nos brindan ambos diarios, el del mambí ruso y el de Panchito Gómez Toro continuamos esta monografía contemplando ambas informaciones. Así conocemos por ejemplo que Streltsov y sus dos compañeros rusos estuvieron en el campamento bajo las palmas canas nueve días y que desde el segundo día de haber llegado al lugar comenzaron a llegar algunas personas y que el último en llegar fue el General Pedro Díaz, uno de los más cercanos colaboradores de Maceo. El 16 de septiembre dice que partieron del campamento hacia el lugar donde se encontraba Maceo haciendo un recorrido de 60 millas:

"esta caminata, estos héroes anónimos me han impresionado más que todo lo que he visto en Cuba con posterioridad".

Refiere Streltsov cuando observa los cargadores del convoy expedicionario. Al quinto día, es decir, el día 21 llegaron los mambises rusos al campamento de Maceo.

Por su parte Panchito Gómez Toro nos cuenta que el 8 de septiembre junto con Martí (el inglesito) fue a explorar por la vereda y como a seis millas se encuentran con un mambí, más bien con dos hombres y un muchacho que vigilaba la costa desde un peñón - Simón Ramos, uno de ellos, le explica a los expedicionarios que las fuerzas mambisas están a dos leguas.

Dice más adelante que es 15 de septiembre y que hacía una semana que habían desembarcado, que ese día había llegado el General Pedro Díaz con una fuerza de unos 200 hombres. El día 16, es decir, al otro día saldrían hacía el campamento de Maceo.

El día 20 ya estaban en Mampostón, según Panchito habían salido efectivamente el 16 del campamento de Las Canas de María La Gorda y a las dos horas de camino habían descansado en casa de Mallorca quien le había hecho unas chagualas para defender sus botas del diente de perro".

El jueves 17 de septiembre a las 12 y media del día llegaron a La Jaula donde estaba el campamento de Manuel Lazo y descansaron al otro día en el Vallecito en casa de Luis Lazo, padre de los hermanos Manuel y Ramón, es decir el día 18, en camino a Puerta de La Güira.

Podemos colegir de esta información, que la vanguardia de la expedición llegó a Puerta de La Güira el 18 y la retaguardia el 21 de septiembre.

La expedición, que llegaría poco después de la una de la tarde del día 18 de septiembre conducía un personal selecto, 37 hombres y un buen cargamento de armas y municiones. La tropa la encabezaba el Mayor General Juan Rius Rivera, hijo de catalanes y nacido en Mayagüez, Puerto Rico, en el año 1848.

Además del General Rius Rivera venía en ella Panchito Gómez Toro como ya se ha dicho, el hijo del Generalísimo; los comandantes Raúl Martí (el inglesito) delegado de Antonio Maceo y José Ramón Villalón, ingeniero, los capitanes César Salas, uno de los seis expedicionarios que desembarcaron el 11 de abril de 1895 en Playitas, es decir compañero entonces de José Martí y de Máximo Gómez, y Donato Soto y 30 hombres más entre los cuales se encontraban varios norteamericanos y tres rusos que como simpatizantes de la justa lucha de los mambises se habían enrolado en la expedición dando con ello el primer antecedente de la unión de lucha que mantendrían después los pueblos cubano y soviético. En relación con estos expedicionarios podemos transcribir los siguientes datos:

En el índice de los documentos existentes en el Archivo Central de la URSS, el auxiliar de investigación Boris Fedatov localizó en el número 648 un asunto referente a las instancias realizadas por el cónsul zarista en La Habana para la repatriación de tres súbditos rusos detenidos en 1896 por el Ejército de Operaciones Español en la campaña de Cuba, Nicolai Melentiev, Evstephi Konstantinovich y Piotr Streltsov. También una publicación soviética más reciente (agosto de 1960) dio a conocer el hallazgo de un documento que permitió se pudiera localizar descendientes de esos patriotas.

Más recientemente se dio a conocer el testimonio de una hermana de Melentiev la cual refería como su joven hermano tuvo noticias de la insurrección en Cuba y después de reunir algunos recursos necesarios para viajar a América, salió con otros dos compañeros del Puerto de San Petersburgo el 17 de abril de 1896 a bordo del carguero mexicano llamado "Nicaragua" con rumbo a Nueva York.

Los tres jóvenes lograron arribar a los Estados Unidos y establecieron contacto con la emigración revolucionaria, siendo incorporados como combatientes en la expedición dirigida por los generales Joaquín Castillo Duany y Juan Rius Rivera que se preparaba a zarpar con destino a Cuba.

Ya en contacto con las fuerzas mambisas participan en diversos combates tales como Montezuelo, Tumbas de Estorino y de Ceja del Negro.

Incorporados a finales de octubre de 1896 a un contingente mambí y como resultado de los rigores del clima y el idioma desconocido para ellos, los tres jóvenes fueron apresados y entregados luego de varias semanas de cautiverio al Cónsul Honorario del Zar en La Habana.

También basándonos en el artículo de las investigaciones soviéticas conocemos los datos biográficos de estos tres luchadores, así como su participación en la gesta contra la autocracia, por la revolución rusa y la construcción del socialismo luego del triunfo de la de octubre.

Esclarecen los investigadores soviéticos que E. Konstanstinovich, cuyo nombre era realmente Augusto no era propiamente ruso sino polaco; lo cual confirmaban fehacientemente mediante documentos auténticos y una extensa biografía que hemos podido consultar. El retrato de Nicolai Menlentiev, único de los tres que vivía aún al triunfo de la Revolución Cubana el primero de Enero de 1959 fue donado a Cuba y se conserva en la sala Cuba Heroica del museo de la Ciudad de La Habana.

También venían artilleros norteamericanos, un puertorriqueño y un dominicano (Rius Rivera y José Villalón estos últimos) de manera que podemos hablar de una expedición verdaderamente internacionalista en las raíces mismas de nuestra historia local.

Los pertrechos de guerra consistían en 920 fusiles sistema Remangton, Máuser y Leeum, un cañón neumático que lanzaba bombas de un alto explosivo marca Sunamers Dudly "primero de su clase que se fabricó en el mundo y Cuba el primer país donde se usó con éxito" según informó el Comandante Villalón ingeniero que había intervenido en su diseño y fabricación.

Resulta significativo que este cañón recibiera el nombre de "El Libertador" y que haya entrado a la Historia Nacional a través de esta localidad, cien proyectiles lo acompañaban. Además la carga de explosivos y municiones contaba con dos mil libras de dinamita y 460 mil cartuchos; contaba también la expedición con 200 machetes. Medicinas, máquinas para elaborar proyectiles y numerosos materiales de toda clase completaban el valioso cargamento que recibió el General Antonio en Puerta se la Güira aquel 18 de septiembre.

Acerca del traslado desde María La Gorda, lugar de desembarco hasta Puerta de la Güira y desde esta en lo adelante, conocemos que resultó difícil por cuanto hubo de sortear diversos peligros, no se podía utilizar los caminos por temor a una emboscada española y el peso de la carga era grande. Miró Argenter comenta en su libro crónicas de la guerra lo siguiente:

Uno de los campesinos, que venía con la carga a cuesta, desde las inmediaciones del Cabo, al desprenderse del pesado equipaje, cayó exánime, muerto: tenía la espalda rajada y mostraba el costillar, entre grandes cuajarones de sangre. ¡Oh, héroe del sufrimiento! glorioso, mil veces más gloriosos que los héroes de relumbrón que se han alzado sobre las pavesas del país y sobre los hombros fornidos de los mártires anónimos, que dieron su vida por la libertad de su patria.

Con este encuentro trascendental entre Maceo y Juan Rius Rivera y Panchito Gómez Toro, la tropa mambisa recibió golpes de alegría y de luto: al fin las armas necesarias para continuar la lucha, abrazar al hijo del generalísimo hecho ya un hombre y... conocer la triste noticia de la muerte de José Maceo, el hermano del Titán de Bronce.

Anexo:
Expedicionarios:
Joaquín Castillo Duany (General)
Juan Rius Rivera (General)
Raúl Martí (el inglesito) (Comandante)
José Ramón Villalón (Comandante)
Delgado (Capitán)
Donato Soto (Capitán)
César Salas (Teniente)
Panchito Gómez Toro (Hijo de Máximo Gómez)
Nicolai Melentiev (Combatiente internacionalista)
Evstephi Konstantinovich (Combatiente internacionalista)
Piotr Streltsov (Combatiente internacionalista)
Louis Rockwell (artillero)
W. Grey Lee (artillero)
John Drew (artillero)
C. F. Weiss (artillero)
J. C. Santies (artillero)
Francisco J Morales Andreu (Alférez)
Manuel García Cuervo
Sargento Labordiere
Sargento Hugo
Enrique Yero
Martínez Alonso
Felipe Blanco
Agustín Jiménez
Luis Simós
Francisco Malo
Honorato Mombriún
Enrique Delgado
Próspero García
Muñoz
Velasco
Y además de estos dos, hay otro de apellido Delgado y uno que era un práctico por ser pinareño, de apellido Hernández.