Escrito por Ricardo Alarcón de Quesada
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Domingo, 09 de Noviembre de 2014 06:29 |
En mí artículo que aparece en la Nueva Réplica actualmente circulando reproché al New York Times que no hubiese planteado el caso de Gerardo, Ramón y Antonio en su Editorial del pasado octubre en el que se pronunció por la eliminación del bloqueo norteamericano contra Cuba.
Cuando lo escribí no imaginaba que con ese documento el diario neoyorquino iniciaba un importante debate, que dura ya un mes, e incluye varios editoriales abogando por un cambio sustancial en las relaciones entre ambos países. El más reciente del domingo 2 de noviembre, propone que los tres sean liberados a cambio de que Cuba por razones humanitarias ponga en libertad a Allan Gross sancionado aquí por participar en actividades ilegales destinadas a derrocar al Gobierno revolucionario.
Se trata de una posición justa y razonable. Tiene razón el periódico cuando define la liberación de los tres Héroes cubanos como un paso indispensable para avanzar hacia la convivencia civilizada entre dos países que son y serán siempre vecinos.
Debería agregarse a los argumentos del Times que ninguno de los Cinco fue acusado de realizar espionaje y por tanto no eran “espías”. Como se demostró en el juicio de Miami ninguno de ellos accedió o buscó informaciones secretas relacionadas con la seguridad nacional de Estados Unidos. Tampoco recibieron orientaciones para buscar ese tipo de informaciones. Así lo reconoció, bajo juramento, el General James R. Clapper quien fue testigo del Gobierno y cuyo testimonio aparece entre las páginas 13089 a 13235 de las Actas Oficiales del Tribunal. Es el mismo Clapper que hoy es el Director Nacional de Inteligencia de la Administración Obama.
También es necesario recordar que la misión de los Cinco era tratar de frustrar los planes terroristas contra Cuba que más de una vez han causado muerte y daños también a personas residentes en Estados Unidos.
Pero, en todo caso, este Editorial del New York Times debe ser saludado como un hecho de importancia trascendental. El muro de silencio que rodeaba el caso de los Cinco ha recibido un golpe demoledor que ojalá sea definitivo. |